Virgen de Chiquinquirá bajará este sábado para encontrase con sus feligreses
Cientos de feligreses se concentran este sábado frente a la Basilica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, conocida como La Chinita a la espera de su tradicional bajada.
Ante esto el gobernador del Zulia ,Omar Prieto, informó el despliegue de dos mil funcionario policiales y militares para el resguardo de la seguridad de los feligreses durante el acto religioso.
La información la dio a conocer el burgomaestre a través de un mensaje publicado en Twitter, a su vez agregó que los alrededores de la Basílica y la plazoleta de la Virgen de Chiquinquirá están listos para la eucaristía que congrega miles de devotos del Zulia y de otros estados del país.
Por otro lado,Prieto, invitó al pueblo zuliano y venezolana sumarse a este encuentro,cuya procesión se realiza el 18 de noviembre de cada año y es considera una de las más grande de latinoamérica después de la virgen de Guadalupe en México y La Divina Pastora en el estado Lara.
“Nos sumamos a la invitación del Padre Nedward Andrade, Párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá para que propios y visitantes, en un mismo sentimiento de alegría y devoción, vayan al encuentro con la Patrona de los zulianos!”,escribió el gobernador.
Amén, Pdte. @NicolasMaduro aquí estamos esperando con ansías ese momento hermoso de reencuentro divino entre La Virgen Morena y su feligresía!
Aparición de La chinita una historia de devoción y fe
La historia popular reza que la Chinita apareció en el año 1709, cuando una humilde lavandera de nombre María Cárdenas, encontró una pequeña tablita a sus orillas; la recogió y llevó a su casa, donde la utilizó como tapa de una tinaja de agua. Existe la creencia de que esta tablita pudo haber caído de algún barco que surcaba nuestras aguas.
El 18 de noviembre, cuando la mujer estaba colando café, se percató que en la tablita había una Virgen, por lo que la colocó colgada en la pared. Luego de un rato escuchó unos golpes como si alguien estuviera llamando. Se acercó para ver lo que sucedía y quedó asombrada ante el brillo que emanaba la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Tras la conmoción gritó ¡Milagro! ¡Milagro! Los vecinos acudieron a la casa de la señora y corroboraron la existencia de la sagrada imagen.