¿Quieres bajar de peso? Te enseñamos como hacerlo por medio de la estimulación cerebral
La estimulación cerebral profunda es un tratamiento que hoy en día se utiliza con frecuencia para aliviar los síntomas de enfermedades como el Parkinson, la epilepsia y la depresión. Sin embargo, los psiquiatras descubrieron que este tratamiento también ayuda significativamente en la reducción de peso.
El sorprendente descubrimiento fue detectado por Thomas Munte, un neurólogo de la Universidad de Lubeck, Alemania, quien después de tratar a una paciente que sufría de depresión, se dio cuenta que al someterla a la estimulación cerebral, perdió 2.8 kilogramos en un mes.
“Que mi paciente haya perdido peso de manera sumamente exitosa abre las puertas sobre cómo atajar lo que es considerado una epidemia mundial: la obesidad”, expresó Munte para la BBC.
La causa puede ser más simple de lo que parece, al estimular distintas zonas del cerebro, las sondas eléctricas del tratamiento activan áreas cerebrales que controlan las adicciones como el alcohol, las drogas y la comida, reduciendo considerablemente los deseos impulsivos y potencializando el metabolismo.
Dicha combinación genera que el cuerpo y el cerebro se conecten de una manera tan coordinada que las grasas corporales se reducen hasta el doble en cuestión de 30 días.
Obesidad neurológica
La obesidad de cierto perfil neurológico se debe a la recompensa alterada por el cerebro donde algunas personas obesas muestran patrones cerebrales diferentes al de personas delgadas cuando perciben imágenes de alimentos, según Munte.
El problema es cuando la parte impulsiva de nuestro cerebro es más invasiva que la parte racional. «Nuestro sistema de recompensa aunado al hemisferio impulsivo es el problema porque supera nuestros buenos modales con respecto a los apetitos», dijo a la BBC el neurocirujano Piotr Zielinski de la Universidad de Gdansk, Polonia.
En algo que coinciden Zielinski y Munte es que la ciencia médica aún no conoce con precisión el impacto total de la estimulación cerebral en el cuerpo, por lo que resulta precipitado pensar que dicho tratamiento podría curar la obesidad y las adicciones. «A veces en la medicina comienzas a usar tratamientos sin saber exactamente cómo funciona», explicó Munte.
No obstante, es cuestión de tiempo para que la ciencia médica pueda conocer a profundidad la estimulación cerebral y atajar problemas de salud pública mundial donde 650 millones de personas adultas y 340 millones de niños y adolescentes sufren de obesidad, según la Organización Mundial de la Salud.
Y citando al mismo organismo internacional, la obesidad provoca la muerte de 2.8 millones de personas al año en todo el mundo.