China permite tener dos hijos por pareja
China anunció, este jueves, el fin de la política del hijo único y autorizará a todas las parejas tener dos, indica un comunicado del Partido Comunista difundido por la agencia oficial Xinhua.
Esta decisión histórica llega dos años después de que el gobierno autorizara tener dos hijos a las parejas con uno de sus miembros que también sea hijo único.
Los objetivos son corregir el preocupante desequilibro entre hombres y mujeres (116 hombres por cada 100 mujeres) y frenar el envejecimiento de la población, reseñó La Nación.
Muchos expertos chinos de agencias oficiales o centros de investigación ya habían pedido en las últimas semanas al Gobierno que tomara esta medida.
La decisión de 2013 ha tenido por el momento un efecto limitado porque no se aplica en todo el territorio y porque muchas parejas prefieren tener un solo hijo por razones económicas.
La política del hijo único tenía además algunas excepciones: la casi totalidad de las 55 minorías étnicas del país no tenían que seguirla y tampoco las parejas de las zonas rurales si su primer hijo era una niña.
El mayor control demográfico de la historia. A finales de los años 70 China, el país más poblado del mundo, que en décadas anteriores y bajo la batuta de Mao Zedong fomentó altos índices de natalidad para aumentar su mano de obra, cambió diametralmente su política demográfica y prohibió a la mayor parte de las familias que tuvieran más de un hijo.
Tras la muerte de Mao en 1976 y de acuerdo con las nuevas teorías que preconizaban grandes desastres como consecuencia de la superpoblación mundial, China comenzó a lanzar estrictas medidas de planificación familiar que comenzaron con un límite de dos hijos por pareja y en 1979 se redujeron a uno solo.
En todo caso, para el régimen esta política nace oficialmente el 25 de setiembre de 1980, cuando una circular del Partido Comunista de China ordenaba a los miembros de esa formación y a los de la afín Liga de la Juventud Comunista que tuvieran solo un hijo, una norma que después se aplicaría a toda la población nacional.
Según la Comisión de Población y Planificación Familiar de China, encargada durante más de tres décadas de aplicar esta ley, China actualmente tendría más de 1.700 millones de habitantes si no se hubiera puesto en práctica esta norma, en lugar de los cerca de 1.400 millones actuales.
Según el censo de 1982, la población de China era de 1.008 millones de personas y crecía a un ritmo anual del 1,3%, mientras que el pasado año la tasa de crecimiento era del 0,5%.
Para Pekín, esto contribuyó a la mejora de muchos indicadores sociales, como la renta per cápita, la esperanza de vida (ahora de 75 años) , la extensión de la educación o la disminución en el número de personas que viven en la pobreza (unos 600 millones hace tres décadas, 70 millones en la actualidad) .
No obstante, el propio régimen comunista admite que la política del hijo único tuvo también efectos negativos, como el envejecimiento de la población, que ha llevado al país asiático a considerar la posibilidad de elevar la edad de jubilación, que suele rondar los 60 años en los hombres y los 50 en las mujeres.
Las estrictas medidas aumentaron los abortos selectivos y los abandonos de niñas por familias que preferían tener un hijo varón, lo que desencadenó otros problemas, como el desequilibrio de sexos o el tráfico de bebés y esposas (en algunos pueblos apenas hay mujeres debido a la citada preferencia por tener chicos y no chicas) .
Algunos efectos secundarios incluso deben considerarse violaciones de los derechos humanos, tales como la aplicación de esterilizaciones y abortos forzosos (a veces con la gestación muy avanzada) a matrimonios que se saltaron la ley.
Además la política fue considerada por muchos un tanto clasista, ya que las multas por tener más de un hijo —en general equivalentes a un año de ingresos, aunque varían según la ciudad— son muy elevadas para personas de clase baja pero son llevaderas por los ricos, por lo que muchos de ellos se saltan la ley.
El país asiático confía en estabilizar su población e incluso comenzar a tener un crecimiento demográfico negativo hacia mediados de siglo, y ya antes, en torno a 2025 según algunos estudios, será rebasada por la India como el país más populoso del mundo