6 mitos sobre las infecciones sexuales
Los mitos sobre las infecciones sexuales afectan la vida íntima de las personas, por lo que es importante aclararlos a través de una educación y con la información adecuada para gozar de la sexualidad al máximo
Los mitos sobre las infecciones sexuales afectan la vida íntima de las personas, por lo que es importante aclararlos a través de una educación y con la información adecuada para gozar de la sexualidad al máximo, así lo explica Salud180.
De acuerdo con Elsa García, periodista de divulgación científica y colaboradora de About, las infecciones de transmisión sexual (ITS) pueden ser visibles o no, lo que ha dado pie a los siguientes mitos:
- No te contagias con sexo oral o anal: Esto es completamente falso, ya que la mezcla de fluidos genera una vulnerabilidad al contagio, sobre todo si se tiene alguna lesión en la zona.
- Se notan a primera vista: ¡Cuidado! Algunas de las enfermedades sexuales como la clamidia, gonorrea, herpes y hepatitis B pueden ser asintomáticas o se pueden confundir con otras infecciones como las vaginales o urinarias.
- Sólo la gente que tiene múltiples parejas se contagia: La abstinencia es la forma más segura para mantenerte alejado de las ITS. Aunque no tengas muchas parejas, corres el riesgo de contraer alguna en caso de que no te protejas.
- Estás exento en tu primera vez: Si tienes sexo con alguna persona infectada, sin importar las veces que lo hagas, te contagiarás.
- No te contagias en una alberca o jacuzzi con cloro: Este producto no acaba con las bacterias o virus que generan las infecciones sexuales, así que estás en riesgo de contraer la enfermedad.
- Te contagias en los baños públicos: Esto es un mito, ya que los inodoros no proporcionan el ambiente adecuado para que sobrevivan los virus u organismos de las infecciones de transmisión sexual.
La única forma de evitar el contagio de una enfermedad sexual es la abstinencia o utilizar un método de protección adecuado. Además, si tienes una vida sexual activa es muy útil que te realices exámenes médicos regulares para detectar cualquier anomalía.