Mantuvo cautivo a su hijastro por más de 20 años
El 17 de febrero, el Departamento de Policía de Waterbury, Connecticut, Estados Unidos, arrestó a Kimberly Sullivan, de 56 años, por su presunta opresión de su hijastro durante más de dos décadas en su hogar.
En su perfil de Facebook, la policía comunicó que el individuo, actualmente de 32 años, sufrió abusos continuos y condiciones de vida extremas, entre las que se incluyó un hambre intenso. El caso se reveló después de que la víctima incendiara deliberadamente la casa en un esfuerzo por huir.
“Mientras recibía atención médica, la víctima masculina reveló a los primeros auxilios que había prendido el fuego intencionalmente en su habitación de arriba, diciendo: Yo quería mi libertad. Afirmó además que Sullivan había sido retenido cautivo desde que tenía aproximadamente 11 años”, reportó el Departamento.
De acuerdo con el jefe de policía, Fernando Spagnolo, el tratamiento al que fue sometido el hombre como «el peor trato a la humanidad que he presenciado» en sus 33 años de carrera.
Rescate por parte de la policía
En el momento del rescate, el hombre pesaba tan solo 30 kilos y presentaba un estado de desnutrición extrema, tenía el cabello sucio y numerosos problemas dentales, pues en todos estos años no había recibido atención de un profesional de la salud. Los detectives también descubrieron que durante su vida, el hombre había sido víctima de abuso prolongado, inanición y negligencia.
“Los investigadores descubrieron además que solo se le había proporcionado cantidades mínimas de comida y agua, lo que le llevó a su condición extremadamente desnutrida”, explica.
La víctima sufría abusos desde los tres años. De acuerdo con The Washington Post, el hijastro relató que fue confinado a su habitación desde la edad de tres años, después de que su familia lo sorprendiera buscando comida en la noche.
Aunque inicialmente solo lo encerraban por la noche, su situación empeoró tras ser retirado de la escuela en cuarto grado, cuando las autoridades escolares alertaron al Departamento de Niños y Familias por sus evidentes problemas de nutrición. Durante dos visitas, Sullivan supuestamente hizo que su hijastro afirmara que todo estaba bien.
Tras la salida de la escuela, el joven fue confinado durante largos periodos en un espacio reducido de 2,4 x 2,7 metros. Según la policía, la habitación carecía de calefacción y aire acondicionado, describiendo su estado como «peor que las condiciones de una celda de la cárcel». Las autoridades continúan investigando los hechos y las circunstancias que rodearon el caso.