«La internación domiciliaria fue una manera de condenarlo a muerte», insistió Burlando durante su alegato en el juicio que durará al menos cinco meses. Está previsto que el jurado llame a declarar al menos a 92 personas en calidad de testigos.
Asimismo, evaluarán la evidencia médica así como los mensajes intercambiados por los siete imputados que trataron al futbolista durante sus últimos días de vida. El abogado condenó la decisión de mantenerlo en un domicilio en vez de llevarlo a una clínica privada. «La decisión fue llevada a cabo contra todo sentido común, bajo engaño de la familia, sin el consentimiento del paciente que en ningún momento expresó su voluntad de no ser atendido en un centro médico».
«Desafiaron todos los códigos éticos y desafiaron la ley», argumentó el abogado. «Fue una conjunción diabólica. Tanta gente no se puede equivocar y empujar a la muerte a una persona de esta manera», sostuvo.
El abogado recalcó que para salvarle la vida solo tenían que llevarlo a una clínica. «No querían hacerlo porque ese era su deseo, quitarle la vida».
Los acusados enfrentarán cargos por homicidio simple con dolo eventual. Entre los imputados está el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicoanalista Carlos Díaz, la doctora y coordinadora de la empresa Swiss Medical, Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón.
También está acusada la enfermera Dahiana Madrid, quien será juzgada en un proceso aparte, por lo que no esta presente en esta audiencia.