El analista venezolano además afirmó que “para que haya una pelea se necesita que haya otra persona dispuesta a pelear y por eso lo estamos viendo con la Argentina”. “Esto obedece a generar una situación de conflictividad que desvié la atención del foco principal que este momento se discute en América Latina y que tiene que ver con la legitimidad que pueda tener Maduro a partir del 10 de enero, que sigue siendo el tema de fondo”, concluyó.
Prensa argentina: “Maduro escala su pelea con Milei y así es el plan del gobierno de Maduro”
Nicolás Maduro eligió confrontar a fondo con Javier Milei. La pelea no se desvanece en la retórica o en pedidos de captura cruzados y de dudosa concreción salidos desde Caracas y Buenos Aires. Ahora, el presidente venezolano quiere profundizar el conflicto bilateral con el manual político heredado por Fidel Castro, que exige siempre redoblar la apuesta.
El arresto de un gendarme argentino se sumó a la detención de un empleado de la embajada en Caracas y el asedio denunciado contra los seis refugiados en la residencia del embajador desde marzo.
La estrategia es simple: llevar al extremo la pelea ideológica a menos de un mes de la asunción de Maduro para un nuevo período de gobierno de seis años. “Está tratando de construir un conflicto en la región para enrarecer estos días previos al 10 de enero”, aseguró a TN el académico y analista político venezolano Andrés Cañizalez, director de la asociación civil Medianálisis.
El gobierno pide a los argentinos no viajar a Venezuela
Hoy el arresto del gendarme Agustín Nahuel Gallo, acusado de espionaje, según trascendió, tapa cualquier debate sobre la legitimidad de la jura de Maduro para un nuevo mandato. El Gobierno, según dijo a TN una alta fuente oficial, cree que Gallo fue trasladado al temible centro de detención conocido como El Helicoide.
A casi 25 días para la ceremonia de juramentación, la oposición liderada por María Corina Machado prepara una ola de acusaciones para presionar al gobierno chavista.
Incluso, la oposición afirma que Edmundo González Urrutia, que se proclamó como ganador de las elecciones del 28 de julio, jurará como presidente, algo que solo se recuesta en la retórica de denuncia como estrategia de presión.
En ese escenario de denuncias internas e internacionales, el gobierno chavista profundizó su pelea con Milei.
Primero aumentó el asedio sobre la residencia del embajador argentino en Caracas, donde están refugiados seis opositores. Desde hace dos semanas, el edificio no tiene luz ni agua y los dirigentes asilados denuncian que crecen las trabas para la entrega de alimentos.
Después, detuvieron a un empleado de la embajada argentina. “Esta acción constituye una violación flagrante e inaceptable de las normas internacionales que garantizan la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y la protección de su personal, incluidos aquellos que desempeñan funciones esenciales”, indicó la Cancillería en un comunicado.
La última acción fue el arresto del gendarme. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó primero que Agustín Nahuel Gallo estaba alojado en la base de inteligencia de Táchira, en la frontera con Colombia. Pero el domingo la teoría que manejaba el Gobierno es que el gendarme fue trasladado a El Helicoide, la temible sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).
El gobierno de Milei teme que esta ofensiva se profundice aún más. Por eso, en otro comunicado emitido el sábado, pidió a los argentinos abstenerse de viajar a la nación caribeña.
“Frente a la situación imperante en Venezuela, que afecta la libertad y seguridad de las personas, se recomienda a los ciudadanos argentinos evitar o posponer viajes a ese país y aquellos que se encuentren residiendo estar atentos a la evolución de los acontecimientos”, indicó.
Argentina y Venezuela no mantienen relaciones bilaterales tras la expulsión de los diplomáticos argentinos en agosto, después que Milei no reconoció el triunfo de Maduro y denunció fraude en las elecciones del 28 de julio.
La Cancillería busca la mediación de Brasil, encargada de representar al país ante Caracas, pero los vínculos entre Lula y Maduro no están en su mejor momento. El presidente brasileño tampoco reconoció la victoria del chavismo y vetó el ingreso de Venezuela a los Brics (el foro político y económico integrado por Rusia, China, Irán y Brasil, entre otros). Maduro calificó esa decisión como “un acto hostil” de Brasilia.
Nada hace prever que en las próximas tres semanas se frene la profundización del conflicto entre Caracas y Buenos Aires.
“Dado el discurso beligerante que ha tenido la Argentina y la cercanía de Milei con Donald Trump, el gobierno de Maduro está jugando a incentivar un conflicto con otro gobierno que también es vociferante”, dijo Cañizalez a TN.