Exgerente del Banco Industrial de Venezuela sostiene batalla legal contra el gobierno de Venezuela desde Curazao
El tribunal de primera instancia de Curazao declaró con lugar la demanda interpuesta por el ex gerente general de la sucursal del Banco Industrial de Venezuela (BIV) en esa isla, en virtud de la falta de pago de su salario durante quince meses.
El juzgado a cargo del magistrado Pieter de Kort concedió la razón al reclamante, quien además fungió hasta marzo de este año como máximo representante de la junta liquidadora de esa agencia del banco estatal.
El nombre del exfuncionario fue omitido en el expediente judicial, en virtud de la aplicación de estrictas normas de “anonimización”. Sin embargo, fuentes del banco consultadas por Crónicas del Caribe precisaron que la gerencia general de esa entidad financiera en la isla fue ejercida por el venezolano Eudo Mario Coy Urdaneta, hasta el momento del cierre.
De acuerdo con los registros tribunalicios, la reclamación por los salarios caídos formaba parte de una disputa que abarcaba a otros aspectos relacionados con el cierre del banco. En marzo, Coy llegó a un acuerdo con los representantes legales del banco estatal para la entrega del cargo, los bienes y las llaves de la agencia ubicada en la calle Handelskade 12 de Willemstad, la capital curazoleña.
En ese mismo acto, se pactó que Coy ya no podría ejecutar fondos que el BIV poseía en una cuenta en el Banco di Caribe. También se estableció que el exgerente no tendría ninguna responsabilidad por los retrasos en los pagos a terceros ni por indemnizaciones exigidas.
Pero quedaba por dirimir el tema de los salarios. Coy argumentó que el BIV le debía cancelar más de 201 mil florines, equivalentes a más de 111 mil dólares al cambio actual. Esto pues el funcionario devengaba 13.440 florines mensuales. Según el reclamante, no le pagaron su salario desde enero de 2023 hasta marzo de 2024, cuando se formalizó su separación del cargo. Tampoco le cancelaron una bonificación por 53 mil florines (29 mil dólares).
Todo esto totaliza más de 164 mil dólares.
Por Javier Ignacio Mayorca | Crónicas del Caribe