Streamer australiano se mantuvo despierto durante once días y ahora espera pasar otros más durmiendo

En un intento por explorar los límites de la resistencia humana, el streamer australiano Norme logró mantenerse despierto durante 11 días consecutivos, acumulando un total de 264 horas sin dormir. Inspirado por intentos previos de romper récords de privación de sueño, el joven inició una transmisión en vivo que rápidamente capturó la atención de miles de espectadores a nivel mundial.

A medida que trascurrían los días, las preocupaciones sobre la salud de Norme aumentaron. Los signos de deterioro físico y mental se hicieron evidentes: ojos enrojecidos, dificultad para hablar de manera coherente y episodios de alucinaciones fueron algunos de los síntomas que alarmaron tanto a los espectadores como a su círculo cercano.

El chat en línea se llenó de mensajes pidiendo al streamer que frenara el reto, argumentando que su salud se encontraba en grave peligro. La situación llegó al punto de que la policía y los servicios de emergencia fueron llamados a su casa para evaluar su estado. Sin embargo, a pesar de las advertencias, Norme decidió seguir con el desafió.

Cabe destacar que la privación prolongada de sueño afecta la capacidad cognitiva y la coordinación motora, y puede acarrear problemas graves como daño cerebral, fallos en el sistema inmunológico e incluso la muerte.

Detrás del esfuerzo de Norme se encontraba su hermano Don, quien desempeñó un papel importante en el intento de récord. Consciente de los peligros de la privación extrema del sueño, Don estuvo presente a durante la transmisión, usando diversas estrategias para impedir que su hermano cediera al agotamiento.

Entre las técnicas más utilizadas, Don salpicaba agua en el rostro de Norme cada vez que sus ojos comenzaban a cerrarse y le pedía que se levantara y se moviera de manera regular para luchar contra la somnolencia.

No obstante, las personas que seguían cada minuto del reto, no dejaba de manifestar su preocupación ante la insistencia de no parar. Muchos espectadores escribían mensajes en el chat pidiendo a Don que convenciera a su hermano de detenerse antes de que las consecuencias fueran irreversibles. A pesar de su preocupación, Don respetó la decisión de Norme de continuar con su hazaña.

El intento de récord de Norme no estuvo libre de dificultades técnicas y restricciones por parte de las plataformas de streaming. La transmisión, que en un inicio comenzó en YouTube, fue interrumpida cuando la empresa prohibió el canal debido a las preocupaciones sobre el contenido que mostraba los efectos perjudiciales de la privación extrema del sueño. Pero Norme se movió a Kick, otra plataforma emergente, no obstante, el alivio fue breve, ya que también obtuvo una prohibición en este sitio.

Después de ser bloqueado en YouTube y Kick debido a preocupaciones sobre los efectos perjudiciales de la privación extrema del sueño, Norme encontró una nueva opción en Rumble, una plataforma con una moderación de contenidos más laxa.

En un momento de desesperación, el australiano se dirigió a Elon Musk a través de X, solicitándole que le dejara transmitir en su aplicación, señalando que había sido bloqueado en todas las demás “porque permanecí despierto más allá de mi hora de dormir”.

Después de concluir su reto de más de 11 días sin dormir, Norme decidió iniciar un nuevo desafío: romper el récord de dormir la mayor cantidad de horas consecutivas.

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