Frente a este escenario, los hijos de Bolívar dispersos por el mundo aún intentan ayudar a sus coterráneos difundiendo las informaciones en el exterior. Principalmente, los influencers venezolanos han sido potenciadores de esta red de ayuda, que reúne desde artistas reconocidos, hasta foodies, travelers, faceless y realizadores audiovisuales. Cada cuenta es importante sin importar el número de seguidores, y así también se vive en la Argentina.
Este medio contactó a dos creadores de contenido venezolanos que se destacan en redes gracias al humor, sus reseñas gastronómicas, viajes y otras temáticas de entretenimiento. Lo que no imaginaron es que, horas después de aquel domingo, pasarían de la esperanza a la acción y transformaron sus cuentas en ventanas informativas que sitúen en contexto a sus seguidores argentinos, con miras a ser parte de un proceso inédito en la historia más reciente de su país.
La situación Venezuela contada desde la visión de dos influencers venezolanos
Morgan Mirabal (@morganmirabal) y Alex Rivas (@soyalexrivas) provienen de distintas ciudades en Venezuela, (Barquisimeto y Caracas respectivamente), y si se lo piensa por un momento, era técnicamente imposible que coincidieran en su propio país, pero la migración forzada hacia un mismo destino lo hizo posible. ¿Cómo vivieron esta alarmante situación desde sus experiencias personales? Así lo cuentan en esta entrevista.
-¿Cómo enfrentaron ustedes a nivel personal los resultados de las pasadas elecciones en Venezuela? ¿En qué momento decidieron cambiar su contenido?
Morgan: -Desde el día de la elección me activé con el tema de Venezuela porque estábamos esperanzados. Fui a cubrir la concentración que hubo en Plaza Seeber, pasé por la Embajada con un sentimiento muy bonito y bueno, después de lo que pasó, paré todo tipo de contenido. De hecho, el día de elecciones, grabé un video en la mañana y varias historias. Las tuve que parar no solo porque no era el momento, sino porque anímicamente no estaba para publicar nada.
Alex: -Desde temprano seguí de cerca la jornada electoral y era evidente que la mayoría del pueblo venezolano salió a votar apostando por un cambio. Estos resultados han sido para mí uno de los golpes más fuertes que he recibido en seis años como migrante. A pesar de saber que el chavismo no se va a ir fácil, tampoco esperaba una mentira tan descarada. Eso hizo que cambiara mi contenido y me dedicara a difundir lo que empezó a ocurrir a partir del lunes siguiente.
-¿Qué tal la respuesta de sus seguidores? ¿Hubo apoyo, contención, críticas, los dejaron de seguir?
Morgan: -Publiqué todo lo que lo que pude, más que todo para informar porque mi público es casi el 90% argentino. Lo que no sabía es que había gente contenta porque ganó Maduro. Llevaba una semana peleando y me detuve porque me ponía mal. Pero sí te digo que la mayoría del público nos banca, incluso gente de izquierda que entiende la situación. Debido a que publiqué sobre la dictadura, perdí casi mil seguidores. Pero me sentiría mucho peor si no hacía nada al respecto.
Alex: -Yo perdí la cuenta de la cantidad de personas que me dejaron de seguir, solo el lunes 29 fueron unas 400. Gente que sin conocer de primera mano lo que ocurre se limita a ver esto como un conflicto ideológico de izquierda contra derecha, en lugar de verlo como una pelea entre democracia y dictadura. Afortunadamente, la mayoría de mis seguidores lo entiende. Son muchos los mensajes de apoyo y cariño que me han enviado. A esas personas siempre les estaré agradecido.
-En redes se publicaron muchas denuncias de agresiones contra la población, ¿les pasó que familiares o seguidores les pidieran no hacerse eco de estas irregularidades en sus redes por miedo a represalias en Venezuela?
Morgan: -Algo tipo “se están metiendo en mi casa y me están llevando preso”, no. Pero tengo un pana que sale mucho a la calle porque su mamá está enferma y tiene que llevarla a citas médicas. Él está muy expuesto a las alcabalas que revisan los teléfonos y ha tenido suerte porque no lo han agarrado. También conozco a un creador de contenido que ha subido en redes material sobre la situación en Venezuela y ya intentaron meterse a su cuenta.
Alex: -Pedí permiso a un amigo para dar a conocer lo que estaba ocurriendo con su tío. Lo fueron a buscar hasta su casa por haber sido miembro de mesa. Es una situación común que se está viviendo y que se debe divulgar, teniendo en cuenta que la censura en Venezuela ha aumentado al punto de bloquear redes sociales como X y pedirle a la población que desinstale WhatsApp de sus celulares, no me asombraría si en algún momento puedan llegar a bloquearla definitivamente.
-¿Qué pasa en este caso con las marcas que los contactan para hacer acciones? Alguna decidió bajarse por temas ideológicos o porque temían que no iban a cumplir con los compromisos que pactaron?
Morgan: -Apenas ayer o anteayer justamente publiqué un contenido que no tenía nada que ver con la situación en Venezuela, porque este es mi laburo y si no cumplo con las marcas, ¿cómo genero otros ingresos? Es cuestión de entender que este es un proceso que va a ser largo, así que hay que balancear. No es posible volcarse a publicar 100% sobre lo que pasa allá.
Alex: -Hasta el momento todas las marcas con las que genero contenido han sido comprensivas con la situación, entendiendo que además de ser comunicador también soy venezolano y me duele lo que ocurre. Recién esta semana retomé el contenido habitual manteniendo el compromiso de difundir lo que pueda ocurrir. Me costó aceptar que será un proceso largo y no es la idea saturarse ni saturar a tus seguidores.
-Imaginen un escenario en el que les ofrecen volver a Venezuela la próxima semana, tal cual está la situación actual. ¿Les gustaría volver?
Morgan: -No creo, no. No iría porque me siento muy expuesto, puede que llegue allá y vean lo que publiqué y vaya preso. También porque siento que salimos de Venezuela para mejorar nuestra vida y evitar estas cosas. Esto puede durar muchos meses en solucionarse.
Alex: -Mi deseo de regresar siempre ha estado presente, más en la situación actual, pero en este momento Venezuela no es un lugar en el que los comunicadores podamos ejercer nuestra labor libremente, entonces, ¿qué haría allá? también cedería en autocensurarme por temor a ser buscado por decir la verdad. Desde acá comunico un proceso tan crucial como el que estamos viviendo.