Venezolana María Gabriela de Faría triunfa en Hollywood, pero “siempre con ganas de volver a casa”
Desde muy niña, la vida de María Gabriela de Faría (Caracas, 31 años) ha estado marcada por las cámaras. Con solo seis años ya estaba haciendo campañas publicitarias en su natal Venezuela, y a los 10 obtuvo el papel de Marifé en la telenovela venezolana Trapos íntimos, seguido de otro en La señora de Cárdenas. En su adolescencia fue cuando saltó a la fama internacional, ya que con solo 16 años se mudó a Colombia para protagonizar la serie musical Isa, TKM de Nickelodeon, un enorme éxito entre los adolescentes.
Convertida en una estrella en todo el continente, se mudó a Miami para trabajar en las series juveniles Grachi y Yo Soy Frankie, y desde ese entonces decidió apostar por Estados Unidos, instalándose en Los Ángeles, donde estudió inglés y actuación. Sin embargo, como les ocurre a tantas estrellas que dan el salto a Hollywood, no lo tuvo fácil: a los dos años de vivir allí había gastado todos sus ahorros y perdido todas sus esperanzas. Entonces, en 2019, le llegó la oportunidad de trabajar en la serie Clase letal, grabada en Vancouver (Canadá) y emitida en Prime Video. Finalmente, su primer gran protagónico en el cine llegó en 2022 con El exorcismo de Dios, una película venezolana de gran distribución internacional.
Luego de experimentar el cine nacional y también de pasar por producciones en México, Colombia y Argentina, ahora De Faría llega a la pantalla grande de Hollywood como una de las protagonistas de la película El duelo, que se estrena el 31 de julio y donde comparte créditos con los actores Dylan Sprouse, Callan McAuliffe, Patrick Warburton, Denny Love, y también con su esposo, el actor venezolano Christian McGaffney (protagonista de Simón el año pasado). Además, se prepara para el estreno en 2025 de Superman: Legacy, dirigida por James Gunn, donde interpretará a la villana Angélica Spica, alias The Engineer.
Pregunta. Como venezolana, ¿qué siente de ser parte de El duelo, una película de Hollywood?
Respuesta. Ah, increíble. Los latinoamericanos somos el 19% de la población que va al cine, o sea, nosotros somos los que llenamos las salas de cine. Y gracias a Dios cada vez tenemos más representación en la pantalla. Pero como venezolanos no somos tantos, en realidad somos muy poquitos. Y poder sentir que estamos haciendo nuestro camino hacia la industria y tratando de abrir puertas no solamente para nosotros, sino para nuestros compatriotas, es un privilegio que no tiene nombre. Y sobre todo con una película como esta, donde los personajes latinos no somos los típicos, ni estamos como por allá atrás, sino que son quienes hacen que la historia suceda. Gracias a ellos, pasa lo que pasa. Entonces son divertidísimos, traen el humo y explotan esa bomba.
P.El duelo es un drama con tonos de comedia. ¿Cómo fue trabajar en el set con este grupo de actores jóvenes como Dylan Sprouse, Callan McAuliffe, Patrick Warburton y Denny Love?
R.Todo era con la pandemia de fondo. Filmamos en octubre de 2020 y estábamos en una burbuja social. Todos vivíamos en la misma casa y teníamos esos nervios latentes de que si alguien se enfermaba la película se paraba. Y siendo una película independiente es muy difícil retomarla, es la verdad. Entonces todos nos pusimos la camiseta del equipo y decidimos que esta era nuestra película, que la íbamos a proteger y todas las decisiones eran en pro de eso. Pero divertidísimo, porque el cast es muy joven y los directores, que también son los escritores, son muy jóvenes. Es la primera vez que escriben, la primera vez que dirigen, y son unos loquitos haciendo esta historia que, si bien es una sátira reflexiva, tiene una profundidad maravillosa, muy bien contada. Un privilegio enorme.