Así fue como el testimonio de un niño de 4 años resolvió un asesinato de una adolescente embarazada en 1996
Luego de más de dos décadas de la muerte de Caroline Glachan, una estudiante embarazada de tan solo 14 años, en agosto de 1996, su deceso sigue dando de qué hablar. La joven habría fallecido en las frías aguas del Río Leven, en Escocia.
Es importante mencionar que, en horas de la noche del 24 de agosto de 1996, Caroline fue vista, por última vez, mientras se dirigía a encontrarse con Robbie O’Brien, un joven con quien mantenía una relación amorosa muy conflictiva.
La muchacha fue sometida a una intensa golpiza, la cual incluyó múltiples puñetazos y patadas, lo cual resultó en graves fracturas craneales. El cuerpo sin vida de la menor de edad fue hallado al día siguiente, flotando boca abajo en el río.
Los patólogos concluyeron, después, que Caroline aún estaba viva cuando fue arrojada al río.
En ese orden de ideas, se pudo saber que la resolución del caso fue impulsada, de una forma importante, por el testimonio de Archie Wilson, un niño que, por la época, tenía cuatro años y que presenció la agresión a Caroline. A pesar de las dificultades iniciales para ser tomado en serio, la persistencia de los detectives y la revisión del caso en 2019 permitieron que su relato se convirtiera en una pieza clave para desmontar las coartadas fabricadas por los asesinos. Así lo reseñó Infobae.
El testimonio silenciado
Aparentemente, para el momento de los hechos, el pequeño Archie había presenciado cómo Robbie, luego de haber atraído a la menor de edad a un puente sobre el emblemático río escocés, golpeaba a Caroline con un palo y un poste, para luego dejarla caer al agua.
En 2019, más de 20 años después de los hechos, el caso, que había permanecido cerrado, fue reabierto, ahora con nuevos ojos para escudriñar. Los detectives conversaron con Archie, ahora un adulto, y, con ayuda de psicólogos infantiles, lograron desentrañar el misterio, por el cual sentenciaron a Robbie; su novia, Donna Marie Brand; y Andrew Kelly, un amigo, a largas cadenas.
Lo comentado por Archie desencadenó una serie de averiguaciones en torno a ese día, incluido el testimonio de Linda Dorrian, la vecina de arriba de los Wilson, quien recordó haber visto a un grupo, incluyendo a los niños, salir de la casa esa fatídica noche. Según su testimonio, escuchó gritos procedentes del río y, más tarde, vio regresar al grupo en un estado de pánico y confusión, gritando frases alarmante.
«Eso no debió pasar (…). ¿Cómo va a parecer esto?«, fueron algunas de estas frases.
Pero fue Archie, quien con la inocencia perturbadora de su corta edad, proporcionó el testimonio más desgarrador. Al despertar tardíamente aquel domingo posterior al hecho, pese a que desmintió haber mojado los pantalones, el niño dijo una frase que, entonces, parecía no tener sentido: «Robbie estaba mojado».
Con información de Infobae