“Fuerzas de otro mundo”: la insólita excusa de una mujer en Míchigan quitarle la vida a golpes a su pequeña hija
Una madre de Míchigan enfrenta cargos de asesinato después de ser acusada de golpear fatalmente a su hija de 8 años, y luego afirmar que fuerzas de otro mundo la llevaron a dañar a la niña.
De acuerdo con un comunicado de la Oficina del Fiscal del Condado de Wayne, la Policía respondió a una llamada desde una residencia de Phyllis Street sobre un niño que no respiraba.
Los agentes encontraron a la menor inconsciente en un dormitorio y con múltiples heridas en la cabeza y el cuello, dijo la fiscalía.
La niña, identificada como Lyla Cassel, fue encontrada usando un pañal. La madre de la víctima, Chelsea Renee Duperon, de 30 años, dijo a los oficiales que le puso un pañal a su hija porque tenía problemas para ir al baño debido a sus heridas, según informó ABC7 Detroit.
La menor fue trasladada de urgencia al hospital donde fue declarada muerta. Duperon fue arrestada y acusada de homicidio grave y abuso infantil en primer grado.
Según la declaración de un oficial durante la toma de juramento del caso, la mujer afirmó primero que su hija se había caído por las escaleras, lo que provocó sus heridas.
En un momento durante la entrevista, los oficiales observaron a Duperon con hinchazón en la mano derecha. Cuando le preguntaron por las heridas, ella les dijo que creía que su hija había sido poseída por fuerzas de otro mundo.
“Podría haberse salvado”
El médico forense dijo que Lyla murió por un traumatismo contundente en la cabeza. “La pura brutalidad que sufrió Lyla, una inocente niña de 8 años, el 13 de marzo de 2024, no se parece a nada que haya visto en mis cinco años manejando casos de abuso infantil”, dijo en el tribunal la fiscal adjunta del condado de Wayne, Erin Wilmoth.
La policía cree que Duperon agredió a la niña el 13 de marzo, pero nadie llamó al 911 hasta tres días después, cuando ya estaba muerta, agregó Wilmouth, según Fox 2 Detroit.
El traumatismo que sufrió Lyla finalmente causó una inflamación cerebral excesiva, lo que provocó su muerte. La niña “podría haberse salvado” si Duperon u otro adulto que supuestamente estaba presente [el novio de la mujer] hubiera llamado al 911, dijo Wilmouth al tribunal.
En cambio, “Lyla simplemente fue colocada en una cama… Su madre fue a la tienda a comprar pañales porque la niña no podía ir al baño, mientras su hija estaba sufriendo una muerte lenta“.