Silvy Araujo es una personal trainer colombiana que en los últimos años se convirtió en una de las influencers con más seguidores a nivel mundial en materia fitness y alimentación (en la actualidad tiene casi dos millones y medio de seguidores en su cuenta de Instagram). Y entre varias mujeres famosas, es la entrenadora de Antonela Roccuzzo, la esposa de Lionel Messi.
La escultural entrenadora hace gala en la mayoría de sus posteos de su figura física como también suele dar consejos alimenticios a quienes la siguen, aunque en el caso de Antonela la relación fue más allá y la joven trainer -que está radicada en Miami desde hace una década- le diseñó un plan de entrenamiento para que la madre de Thiago, Mateo y Ciro Messi trabaje y mantenga su físico.
Eligió el fitness para, primero, sentirse bien con ella misma, y lo convirtió en un modo de vida que desde hace unos años comparte con sus seguidores y seguidoras. Y con un éxito arrollador.
Quién es la escultural entrenadora de Antonela Roccuzzo: gimnasia y vida sana para escapar a la enfermedad
Silvana Araujo tiene 30 años y es de la ciudad colombiana de Cartagena, donde nació el 4 de marzo de 1993 y afirma que es su “lugar favorito en el mundo”. A pesar de hacer constantemente un culto a su propia imagen, la joven busca que su seguidores refuercen su autoestima y se acepten tal como son, atendiendo a la diversidad de los cuerpos.
“Nos han hecho creer que solo somos buenas para algunas cosas pero espero que nunca se te olvide que nosotras somos tan poderosas cuando nos damos cuenta de todo lo que somos capaces”, escribió hace un tiempo en sus redes sociales en un mensaje que apuntó fundamentalmente a su clientela específica: las mujeres.
Desde niña se sintió atraída por el arte, en particular por la actuación y el baile. Por eso, en sus tiempos de adolescente, fue a los Estados unidos, donde estudió Actuación en The Lee Strasberg Theatre and Film Institute de Nueva York.
Sin embargo, sus sueños artísticos se detuvieron y cambiaron por completo: la familia se mudó a la península de La Florida y ahí se anotó en la Universidad de Miami para seguir la carrera de Psicología. En aquel momento, una cosa no tenía que ver con la otra, pero con el paso del tiempo, Silvy logró hacer una mixtura, que aplicó a su rol de entrenadora, equilibrando el uso del físico con el manejo psicológico.