Tras un proceso marcado por irregularidades denunciadas por organizaciones de la sociedad civil, el Parlamento de Venezuela de mayoría oficialista designó el jueves a la nueva directiva del CNE conformada por tres rectores principales y diez suplentes. Tres de los rectores principales son considerados afines al gobierno y dos a la oposición.
Uno de los nuevos rectores es Elvis Amoroso, ex parlamentario por el partido de gobierno y contralor general de la República que ha inhabilitado para ejercer cargos públicos a emblemáticas figuras opositoras, entre ellas la candidata favorita a la elección primaria de la oposición, María Corina Machado, quien reiteró que el CNE es una de las “barreras” que habrá que enfrentar una vez superada la primaria.
“Un instrumento del sistema, del régimen. Por eso nosotros insistimos que tenía que ser una primaria sin ese organismo, creo que lo que ocurrió ayer nos da la razón (…) que se quiten las caretas es muy bueno, que la gente sepa quienes son para tener claro lo que estamos enfrentando. Enfrentar las maniobras y las pretensiones de un CNE entregado al sistema será una de tantas barreras que vamos a derrotar, pero ahora sabemos clarito quienes son”, aseguró el viernes por la mañana.
“Nada podrá sacarnos de nuestro empeño en derrotar, por las vías democráticas y constitucionales a Nicolás Maduro, para dar solución a la crisis política e institucional que vive la nación, en este sentido nuestra lucha es por una elección transparente y con garantías que nos permita lograr la libertad”, reaccionó Encuentro Ciudadano, el partido de la pre candidata presidencial opositora, Delsa Solorzano.
El pre candidato, Henrique Capriles, aseguró que la estrategia de Maduro es “ahuyentar el voto”, pero también ratificó que se mantendrá en la ruta electoral.
El ex candidato presidencial y actual gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, cuyo partido, Un Nuevo Tiempo (UNT), decidió no participar en la primaria de la oposición, dijo apostar a la “honorabilidad” de los dos nuevos rectores considerados afines a la oposición: Juan Carlos Delpino, cercano al partido Acción Democrática (AD) y Aimé Nogal, quien proviene de las filas de UNT.
“La conformación del nuevo CNE se mantiene con similares características a los anteriores. Es una proporción de 3-2 como hemos visto en los últimos años. Nuestra ruta es clara: primarias en el 2023 y victoria en el 2024”, escribió en la red social X.
Mientras que, a juicio de Maduro, el nuevo árbitro electoral está compuesto por hombres y mujeres “de bien, profesionales y equilibrados”.
Objetivos
Para Enderson Sequera, director estratégico de la consultora Politiks, la designación “marca el inicio de la ofensiva política del chavismo para mantener el poder en 2024” y “disminuye la probabilidad de un triunfo de la oposición y del cambio político en 2024”.
“El chavismo busca fortalecer su posición en la mesa de negociación con Estados Unidos. La agenda que está planteada es clara: sanciones por condiciones electorales. El chavismo empieza la negociación desde una posición fuerte donde no cumple ninguna de las condiciones exigidas por el informe de la Unión Europea en las regionales de 2021. A partir de allí, tratará de negociar con Estados Unidos”, dice a VOA el politólogo de la Universidad de Carabobo.
A juicio de Sequera, el nuevo CNE “mejora” la posición de negociación del gobierno y “pone a prueba la disposición de la administración Biden en presionar para lograr una democratización en Venezuela”.
“Esa presión pasa por no levantar las sanciones sin verdaderas concesiones electorales a cambio. Si EEUU está comprometido con recuperar la democracia en Venezuela debe demostrar voluntad de no levantar las sanciones a Maduro sin nada a cambio, de lo contrario, estarían entregando la única arma de presión internacional que preocupa a Maduro”, apunta el consultor político.
Elecciones “fast track”
Ricardo Ríos, presidente de la consultora Poder y Estrategia, considera que el hecho de que Amoroso, de “estrecha confianza del círculo presidencial”, forme parte del CNE, sería la confirmación de Maduro como candidato de gobierno, a pesar del “bajo puntaje” de su gestión.
Estima que una negociación con EEUU para flexibilizar sanciones a cambio de condiciones electorales para un proceso electoral, en este momento, no parece ser un “buen negocio” para el gobierno.
“Según los números nuestros Maduro no llega al 10% y en ningún caso parece repuntar”, afirma a VOA el politólogo egresado de la Universidad de Los Andes.
En el escenario de que se concrete una negociación, Ríos cree que las elecciones se prolongarían hasta finales del año próximo, pero lo ve como el escenario “menos probable”; en el caso de que no haya negociación, no descarta que se lleven a cabo elecciones este mismo año o a inicios del 2024.
Aunque es competencia del CNE, un organismo que debería ser independiente, en varias ocasiones Maduro y otros altos funcionarios de su gobierno han sugerido la posibilidad de un adelanto de elecciones.
Además, Ríos se refiere al hecho de que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) mencionó el jueves, en un inusual comunicado en el que advirtió que reaccionará ante presuntos planes desestabilizadores de la oposición “extremista”, la celebración de elecciones presidenciales “en el corto plazo”, lo que considera, podría “sentenciar que definitivamente las negociaciones están cerradas”.
Incidencia en la primaria
Los consultores políticos coinciden al no descartar que el nuevo CNE entable conversaciones con la Comisión Nacional de Primaria (CNdP), ente rector de la primaria presidencial de la oposición prevista para el 22 de octubre, para concretar la asistencia técnica al proceso, lo que plantearía nuevos retos para la fragmentada oposición venezolana.
“Una vez la Comisión responda que ya las primarias están en desarrollo, el nuevo CNE podría decir que las primarias van con el CNE o son ilegales”, opina Sequera.
Ríos añade que una hipotética asistencia técnica del CNE podría generar una nueva “fractura” en la oposición y que tendría un costo político “muy alto” para quien decida apoyarlo”.
“María Corina se disparó en las encuestas cuando se definió que la primaria sería autogestionada porque se confirmaba su premisa de una primaria sin CNE. Si se plantea una primaria con CNE sería contradictorio con lo que ha planteado y también la pondría en un dilema”, sostiene.
Antes de que la CNdP decidiera llevar a cabo la primaria de manera “autogestionada”, algunos sectores se habían mostrado a favor de que el CNE brindara asistencia técnica al proceso.