Venezuela tiene fama de ser un país que fabrica reinas de belleza con ayuda del quirófano, además de tener una cultura muy arraigada hacia la cirugía plástica entre las mujeres que buscan alcanzar el patrón de la Miss.
Y se ubica, con 700 cirujanos plásticos, en el puesto 17 en el top 30 de los países con más cirujanos plásticos del mundo, según estimaciones de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, por sus siglas en inglés).
El estudio coloca a Estados Unidos, Brasil y Japón como los países que realizan la mayor cantidad de procedimientos estéticos en todo el mundo. Les siguen los países asiáticos, con China en tercer lugar, Japón en cuarto y Corea del Sur en quinto. Venezuela no aparece.
Consultado por la VOA, Isaps dijo: “No tenemos suficientes datos para incluir a Venezuela en el informe. Por lo tanto, tampoco podemos ubicar a Venezuela en el ranking de países ni saber si hay muchos pacientes que viajan a Venezuela para sus procedimientos”.
Antes de la pandemia, los 700 cirujanos plásticos de Venezuela practicaban unas 10 operaciones al mes, unas 84.000 intervenciones al año durante la última década, según informó la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica (SVCP) en 2018 a medios.
“La paciente va pagando poco a poco, como pueda, como quiera y cuando termina de pagar se opera”
“Sin cuota definida”
Sorangel Rodríguez es cirujana plástica y miembro de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica por más de 15 años.
Desde el 2019 da opciones de pago a sus pacientes, apoyada por la dolarización de facto de la economía, que comenzó ese mismo año con la flexibilización del control cambiario.
“La dolarización ha favorecido a que la paciente pueda estabilizar el precio de la cirugía y que pueda acceder a ella a través de varias cuotas”, comenta a la VOA Rodríguez, que se apoya de pasarelas de pago internacional como Zelle, Paypal, MoneyGram, Binances, entre otras.
Explica que, “la paciente va pagando poco a poco, como pueda, como quiera y cuando termina de pagar se opera”, sin temor a que la devaluación del bolívar, la moneda local, por la inflación, la perjudique.
Entonces, sin una “cuota definida” ni “penalización” por retrasos, Rodríguez fue la mejor opción para Medina, que ya había consultado a otros doctores.
“Yo probé varios doctores para ver si podía cancelar por partes (…) me decían que no”, reprocha.
¿Y pagar de contado? “¡Con 4.000 dólares me compro un carro!”, responde.
Turismo estético “nutrido por venezolanos que están afuera”
“Hay un grupo de venezolanos que entran al país, que vienen, hacen un trámite de pasaporte, alguna diligencia” y aprovecha el viaje para realizarse un procedimiento estético.
Cada semana Rodríguez atiende “de cinco a seis pacientes” e interviene quirúrgicamente a “tres, dos, aproximadamente”.
La mayoría de los clientes que llegan a su consultorio en Maracay, a hora y media de Caracas, lo hacen desde otros países.
“El 60 % viene desde fuera de Venezuela y un 40 % está aquí en Venezuela”, explica esta doctora que utiliza las redes sociales para promocionar su trabajo.
Aclara que “el turismo estético en Venezuela está realmente nutrido por venezolanos que están afuera”.
“Hay un grupo de venezolanos que entran al país, que vienen, hacen un trámite de pasaporte, alguna diligencia” y aprovecha el viaje para realizarse un procedimiento estético, insiste.
Y un segundo grupo… que son extranjeros que atiende recomendaciones de conocidos venezolanos.
“El turismo estético en Venezuela a partir de 2016 para mí ha ido en aumento (…) cada día más gente viene a operarse a Venezuela viéndolo como un destino factible, más accesible y sobre todo por un plan de financiamiento cada día más beneficioso”.
El costo de los procedimientos estéticos en Venezuela “sigue siendo más accesible que en otros países”, refiere Rodríguez, que recibe frecuentemente a pacientes procedentes de Chile, Perú, Ecuador y Colombia.
“En segundo lugar, tenemos República Dominicana, algunos estados de Estados Unidos, donde hay latinos, donde hay venezolanas”.