Triángulo amoroso habría marcado el fin de El chavo del 8: Traiciones y secretos
Florinda Meza tenía 20 años cuando conoció al que luego sería “el amor de su vida”. Chespirito, tal el apodo de Roberto Gómez Bolaños, la doblaba en edad y estaba casado con la argentina Graciela Fernández con quien ya tenía 6 hijos. Sin embargo, la atracción fue tal que lo llevó al creador de El chavo y de El chapulín Colorado a intentar seducirla durante casi cinco años hasta que, finalmente, la intérprete de Doña Florinda accedió a que le diera un beso.
Pero vayamos por partes. La historia, y algunos de sus protagonistas, cuentan que en realidad Florinda tuvo un romance con otro de los integrantes de la querida vecindad ambientada en los años 70 en la ciudad de México. Este hecho fue, quizás, uno de los factores más importantes para que la serie televisiva más popular por aquellos años llegara a su fin.
Florinda, cuyo nombre completo es Florinda Meza García de Gómez, tuvo una infancia difícil y una adolescencia que la llevó a madurar antes de lo esperado. Resulta que la niña había quedado al cuidado de sus abuelos cuando sus padres se separaron y ellos fueron los que se encargaron de su crianza y de acercarla al mundo del arte, de la cultura y de la política de su país. Desde muy chica Florinda siempre quiso ser actriz, y fue incursionando de a poco en los espectáculos locales.
Cierto día, sobre el escenario la descubrió Chespirito, quien enseguida la invitó a sumarse a Los supergenios de la Mesa Cuadrada, un programa que se emitió durante 1969 y que fue la antesala de El Chavo del 8, donde también participaba del elenco el actor Ramón Valdés, quien luego haría del popular y querido Don Ramón, el papá de la Chilindrina en la famosa vecindad.
Así fue como Florinda se hizo parte fundamental del elenco de El Chavo, interpretando a Doña Florinda y, en ocasiones, a La Popis, prima hermana de Quico, personaje actuado por Carlos Villagrán. Sin embargo, la ficción no se parecía en nada a la realidad. Por esa época, según se supo más adelante por el propio Villagrán, Florinda tenía un romance con él, quien hacía de su hijo y también de su primo en la mítica vecindad que tenía un patio en común y un barril que servía de escondite de El Chavo, el protagonista de la tira azteca.
Durante ese tiempo mantuvieron la relación en secreto, en parte porque al parecer Villagrán estaba casado y también porque, se dijo, que la producción del exitoso programa televisivo no permitía parejas entre sus integrantes. Así las cosas, recién en el 2011 el actor de Quico reveló que habían vivido su amor durante cinco años y que este se había terminado a poco del debut de El Chavo del 8.
Si bien no mencionó fechas ni dio más datos acerca de este romance, sí contó que en ese entonces “Florinda fue una carga para mí”. Algunos percibieron en sus palabras una señal de despecho, porque el actor abundó en frases novelescas, que obviamente, la dejaban mal parada a la que luego sería la mujer de Chespirito. Dijo que la actriz se descompensó durante las grabaciones del ciclo, en las vísperas de la ruptura amorosa. Y aseguró que, sin saber cómo proceder, le pidió consejos a un integrante del elenco para ver de qué manera podía comunicarle a Florinda que quería terminar la relación. Esa persona a quien le pidió ayuda fue nada más y nada menos que el creador del ciclo de Televisa, Chespirito.
La última vez que Villagrán habló abiertamente de la relación fue en enero del 2021, durante una entrevista con Radio Mitre. Entonces, Villagrán dijo que eso ya había pasado hace más de cuarenta años, que ya era un tema viejo, además de que él no anduvo con Florinda Meza, sino que Florinda Meza fue quien anduvo con él, pues ella era quien siempre lo buscaba. “Eso ya pasó hace más de cuarenta años. Medio siglo. Más bien fue una cosa amigable que otra cosa. Te voy a decir algo que nadie me cree. Pero te lo voy a decir. A mí me dicen ‘Tú anduviste con Doña Florinda’, y yo dije ‘No, Florinda anduvo conmigo porque ella fue la que me buscó’. Es muy raro que te digan eso”, dijo el actor en aquella ocasión.
La realidad es que una vez que Florinda estuvo sola, Gómez Bolaños comenzó a cortejarla, sin mucho éxito porque ella le aseguraba que él estaba casado y tenía hijos. Hasta que durante una gira de trabajo por Chile, en el avión de regreso a México, Chespirito cambió de estrategia y simplemente suspiró: “Cómo me gustaría que alguien me besara…”. Para su sorpresa, en esa ocasión, Florinda le respondió: “Si quieres besar a alguien, ¿por qué no me besas a mí?”. Así fue como después de casi cinco años comenzaron a afianzar su relación amorosa, con todas las dificultades posibles. A ella la llamaban “la roba maridos”y a él, “el padre abandónico”.
Sin embargo, la pareja se consolidó tan fuerte que en el 2004 pasaron por el Registro Civil para sellar su unión ante la Ley. Según Florinda asegura hasta el día de hoy, en el que tiene 74 años, “Rober es el amor de mi vida”, pese a que el actor falleció el 28 de noviembre de 2014, en Cancún, México.
El Chavo del 8 estuvo al aire casi 10 años, desde el 20 de junio de 1971 hasta el 7 de enero de 1980. En ese lapso, luego de la ruptura de Villagrán con Florinda Meza y después que ella se pusiera de novia con Chespirito, nada fue igual entre sus integrantes.
Desde el principio, comenzaron los roces con la mujer que interpretaba a la vecina de los ruleros en la cabeza, porque su posición adentro del elenco había cambiado. Ya no era una compañera más, ahora era la mujer del jefe. Y eso los llevó a muchas discusiones internas, al punto tal de que dos semanas antes que Villagran renunciara al ciclo, lo hiciera Ramón Valdés, “el papá de la Chilindrina”.
En esa época, la versión más conocida era que “Quico” tenía más protagonismo que “El Chavo” y que estos celos entre los actores hicieron que se desgastara su vínculo laboral y que Chespirito le prohibiera que usar al personaje de los cachetes inflados fuera de la vecindad.
“Sucede que hacíamos muchas giras, visitábamos países y en las conferencias de prensa… era un momento de popularidad absoluta. Y un 70% de las preguntas eran para Quico, porque estaba de moda. Eso empezó a despertar la envidia, el egoísmo, el celo profesional. Y poco a poco Quico fue trepando en popularidad al mismo El Chavo… y me sacaron del programa”, relató Villagrán para explicar su salida abrupta de El Chavo del 8. En ese momento no se mencionó en absoluto el antiguo romance entre él y la mujer del creador y productor del ciclo televisivo.
Más adelante, en el 2018, durante una entrevista para el programa La Peña de Morfi (Telefe) el propio Villagrán aseguró que “Don Ramón fue el verdadero protagonista de El Chavo del 8 gracias a todos los vínculos que generó dentro de la vecindad”.
Las explicaciones sobran pero la única verdad es que después de 8 años al aire, el Chavo no tuvo mucho sentido sin algunos de sus protagonistas, como Quico y Don Ramón, y que finalmente casi dos años más tarde, concluyó sin que cada uno de sus integrantes pudiera volver a generar un éxito semejante. Esa vecindad, donde habían logrado reunir a un nene pobre, huérfano y desamparado, junto a varias familias que alquilaban unos departamentos austeros sin demasiado lujo sino todo lo contrario, estuvo signada por el triángulo secreto, amoroso y cercano de los tres protagonistas de la historia que seguramente no volverán a mencionarla.