A la luz el motivo de la mujer que compró los ojos de la venezolana en Trujillo (+Detalles)
El atroz asesinato de Dubraska Andreína Rivas ha generado más preguntas que respuestas en la opinión pública venezolana. Un crimen tan dantesco nunca antes había ocurrido en el país, según el Observatorio Venezolano de Violencia. ¿Qué pasó con esa joven madre de dos adolescentes para que su vida tuviera un final tan trágico? ¿Por qué un estudiante de Medicina necesitaba vender unos ojos? ¿Quién es el comprador de esos órganos? ¿Cómo esos hombres fueron captados para cometer ese homicidio?
Andreína, como era conocida por sus familiares, tenía sólo dos meses de haber llegado de Colombia. Esta mujer de 31 años de edad, había emigrado, pero no le fue muy bien y se regresó a Venezuela con ganas de estudiar y trabajar, según relata su hermana Mayra Betancourt.
“Ella quería superarse y por eso estaba buscando un trabajo en el sector salud. Había conocido a uno de sus asesinos llamado José Gregorio Hernández unas semanas antes, cuando realizaba sus diligencias de ingreso en la Universidad de Ciencias de la Salud”, ubicada en el sector La Beatriz, municipio Valera, estado Trujillo. Mientras tanto, vendía pasteles y empanadas en las afueras de su humilde casa en el populoso sector Los Sin Techos, cercano al barrio San Miguel, donde residía Hernández.
“Ella estaba muy feliz, porque había comenzado la universidad. Me escribió días antes diciéndome que se sentía contenta, porque estaba estudiando”, dijo otro familiar.
Sin saber lo que le esperaba, Andreína interrumpió su jornada laboral el pasado lunes 22 de mayo, luego de recibir una invitación de José Gregorio Hernández (19) para ir al río, quien en el camino le dijo para buscar a su pareja, Kleiver Omar Linares (21). A este último, era primera vez que Andreína lo veía. De hecho, lo conoció minutos antes de que la asesinaran.
Fatal hallazgo
Pasadas las 16 horas de su desaparición, unas personas observaron un cuerpo en el río Motatán y llamaron a las autoridades. En un primer momento se manejaba el hecho como una muerte por inmersión. Sin embargo, la autopsia arrojó un resultado escalofriante: tenía cortes quirúrgicamente precisos ejecutados para la extracción de los ojos.
Esto causó conmoción y alarma en los trujillanos. Nunca se había escuchado en los tranquilos estados de los Andes venezolanos, que se cometiera un crimen con esas características.
El director nacional del Cicpc, comisario general Douglas Rico, informó que los ojos fueron extraídos para su posterior venta en 100 dólares. Aunque la publicación original fue editada, la información ya se había hecho viral por lo dantesco del crimen y circuló por las distintas redes sociales y medios de comunicación.
Luego de cometido el crimen, los hombres llevaron las pertenencias de Andreína hasta su casa. Aseveraron que no sabían sobre el paradero de la joven, lo que causó sospechas de los familiares desde un primer momento y comenzaron a buscarla desesperadamente.
Según las investigaciones que adelantan los detectives, los implicados en el homicidio cuando llegaron para entregar los ojos, el comprador les dijo que cancelaría por pago móvil, pero hasta ahora se desconoce si el pago se concretó.
A pesar de que los funcionarios del Cicpc están investigando arduamente detalles sobre este crimen, hasta ahora los ojos no han sido localizados. Esperan en los próximos días obtener nuevas pistas para terminar de encajar el rompecabezas del asesinato que mantiene alarmados a los trujillanos.
Privados de libertad
José Gregorio Hernández y Kleiber Omar Linares, quienes no tienen antecedentes penales ni delictivos, fueron privados de libertad. El tribunal de control ratificó la medida en la audiencia de presentación. La fiscalía 12 del Ministerio Público del estado Trujillo imputó por homicidio. Ambos sujetos deberán permanecer en los calabozos de la Coordinación de Investigaciones de Homicidios del Cicpc de la Delegación Municipal de Valera, por lo menos, 45 días hasta la fecha de la audiencia preliminar.
Las indagaciones continúan y el Cicpc se mantiene en la búsqueda del comprador de los órganos, aunque ya manejan algunas pistas sobre el hecho, no han dado mayores detalles para no entorpecer las pesquisas.
La víctima tenía una pareja sentimental que también fue investigado. Sin embargo, en cámaras de seguridad quedó evidenciado que no salió de su trabajo en el tiempo en que ocurrió el asesinato de Andreína. Hasta ahora no existe ningún indicio que lo relacione con la muerte de la mujer.
Otra de las hipótesis y la más fuerte hasta los momentos es que se maneja que estos órganos iban a ser entregados para actos de brujería. Aunque no han descartado ningún móvil, el hermetismo crece en las autoridades, mientras los trujillanos exigen respuestas sobre este hecho del que todos hablan y comentan.
También se filtró que el comprador sería una mujer de avanzada edad.
Familiares exigen justicia
Entre los familiares de la víctima reina el desconcierto y las preguntas: ¿Por qué Andreína fue la asesinada? ¿Hay más personas en riesgo? ¿Dónde está el comprador de órganos? Son algunas de sus inquietudes. Exigen que se investigue a fondo y que capturen a quienes están detrás del homicidio. Un hecho así no puede quedar impune, señalaron.
“Ese hombre iba a vender los ojos en 100 dólares, ya que se quería ir del país, y alguien le dijo que buscara esa cantidad y con eso podía llegar a Cúcuta”, señalaron los familiares.
Antonio Rivas, padre de Andreína, mediante un video grabado en Perú, exige al Cicpc que se haga justicia en torno a este hecho. Afirmó que quien tenga información sobre lo que le sucedió a Dubraska Andreína, puede comunicarse con los familiares para aportar datos que lleven al esclarecimiento de este fatídico suceso.
El foco de atención está sobre el Cicpc. Los ciudadanos esperan que encuentren al comprador y puedan determinar si se trata de una red de tráfico de órganos, si hay más jóvenes en peligro de ser captadas por los delincuentes o sencillamente fue un hecho aislado.
Jhony Humbría, coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) en el estado Trujillo, dijo que en el mes de mayo se incrementó los niveles de violencia.
El hallazgo de la joven Andreína Rivas en el río Motatán y el hecho de extraerle los ojos representa en sí mismo un suceso muy delicado y novedoso en la región, ya que se podría estar hablando de tráfico de órganos en Trujillo. Desde el OVV se mantienen monitoreando este hecho, que no tiene precedentes en la entidad andina ni en otros estados del país.