EEUU adquirió portaaviones del futuro totalmente armados y listos para el combate
Tras años de retrasos y sobrecostes, EEUU ha desplegado finalmente su USS Gerald R. Ford, el portaaviones más avanzado de su flota que está pensado para plantar cara a China ante un potencial conflicto en el Pacífico. Aunque ya hay voces que advierten que este tipo de naves se ha quedado obsoleta tras el desarrollo de los misiles balísticos e hipersónicos, capaces de eludir sus defensas y hundirlos.
El USS Gerald R. Ford, es la primera de las 11 naves de la clase Ford que sustituirán a las de la clase Nimitz, unos portaaviones que fueron desplegados por primera vez en diciembre de 1975 y que han sido considerados una de las herramientas más poderosas a disposición de una nación. Los nuevos portaaviones ampliarán la capacidad militar estadounidense por todo el globo y son considerados internamente como el mayor símbolo de su superioridad militar.
El USS Gerald R. Ford ha realizado su primer despliegue completo este mismo mes desde la Estación Naval de Norfolk, en Virginia, EEUU, para liderar a la 6ª flota de los EEUU (con base en Nápoles, Italia) en sus misiones en Europa y África.
Cómo son los nuevos superportaaviones de la clase Ford
El USS Gerald R. Ford es el primero de esta clase de superportaaviones que ha recibido la aprobación de la marina estadounidense. Aunque los contínuos retrasos en su construcción han provocado un incremento en su presupuesto de casi 30% que han elevado su coste final hasta los 12.800 millones de dólares, más 4.700 millones de investigación y desarrollo.
Esta ambiciosa nave mide unos 1.100 pies de eslora (335 metros) y una manga de más de 250 pies (76 metros) que le dan capacidad para alojar a 4.500 tripulantes y unas 80 aeronaves. Entre ellas estarán aviones avanzados como el F-35C Lightning II, el F/A-18E/F Super Hornet, el E-2D Advanced Hawkeye así como helicópteros y drones. Además, su diseño permitirá integrar futuras aeronaves con mínimas alteraciones.
El superportaavión puede navegar a una velocidad máxima de unos 30 nudos (56 km/h) gracias a sus dos reactores nucleares de uranio altamente enriquecido. También contará con un nuevo sistema de catapultas electromagnéticas para lanzar los aviones, radar de banda dual, automatización informática que permite reducir el número de tripulantes, elevadores eléctricos de armamento o un nuevo sistema de misiles RIM-162 Evolved Sea Sparrow.
Debilidad ante los misiles hipersónicos chinos
EEUU busca con esta nueva clase de portaaviones tener la capacidad de llevar el poder militar a cualquier parte del planeta sin depender de sus bases terrestres. Sin embargo, muchas voces alertan de la fragilidad de los portaaviones ante los ataques de los llamados ‘carrier killers’ (asesinos de portaaviones), misiles balísticos e hipersónicos capaces de sortear sus sistemas de defensa y hundirlos.
Como ya contamos aquí, China ha probado con éxito sus DF-26B y DF-21D, dos misiles balísticos antinavío diseñados para hundir portaaviones y hasta grupos navales completos gracias a su capacidad para llevar cabezas nucleares tácticas. Esto preocupa al Pentágono porque no hay defensa por capas que puedan detenerlos y aumenta la posibilidad de la escalada nuclear.
EEUU ha realizado tests en el pasado para comprobar la resistencia de su superportaaviones. Las pruebas de choque demostraron que son bastante resilientes, aunque las cargas explosivas que usaron no impactaron directamente contra su casco, como sucedería con un misil real.
Además, China también está invirtiendo en nuevos portaaviones con una configuración similar al Ford y, por primera vez, incorporará un reactor nuclear que le dará la misma capacidad de despliegue rápido por todo el globo. Pero, al igual que sucede con el Ford, también podrían sucumbir a los impactos de los misiles estadounidenses. El test final para saber si los portaaviones aguantan estos impactos y siguen siendo relevantes en la guerra actual sería exponerlos al combate real, algo que puede suceder en el futuro próximo si continúa la escalada de tensión entre los dos países a cuenta de Taiwán.