María Corina revela la verdad de lo que están haciendo los rusos, iraníes, chinos en Venezuela
María Corina Machado es intransigente con el chavismo y con todos los líderes regionales que intentan “lavarle la cara” al régimen. En diálogo con Infobae, apunta directamente contra el Foro de San Pablo, señala al argentino Alberto Fernández, y advierte que el problema no es sólo de los venezolanos, es regional, porque los tentáculos de “Putin, Irán, Hezbollah y el narcotráfico pronto se expandirán”. Perseguida por la dictadura de Maduro, con prohibición de salida del país y de, incluso, subirse a un avión para hacer visitas nacionales, lleva años arriba de su automóvil recorriendo el país. Coherente en su discurso, el más radical de la oposición, se posiciona de cara a las primarias que se celebrarán el próximo 22 de octubre.
– Han pasado ya 10 años de la muerte de Hugo Chávez, una década muy dura política y económicamente, y con una expulsión masiva de venezolanos, ¿qué evaluación hace?
-Solamente el hecho de pensar que una cuarta parte del país ha huido describe la realidad de Venezuela. Imagínate lo que debe sentir una mamá para dejar a sus hijos atrás y lanzarse a un infierno como el de la selva del Darién, donde todos sabemos los horrores que ocurren… Entonces eso te demuestra que en todos los planos, en el económico, en el plano de los derechos humanos y en el institucional, ha sido una década de destrucción que ha continuado lo que comenzó Chávez, porque no se lo puede exculpar por el hecho de que no esté presente. Lo que ocurre es parte de un modelo que tiene consecuencias por mucho tiempo, y por eso es tan peligroso.
-La oposición ha intentado distintos procesos de diálogo y usted siempre ha sido muy crítica con esos intentos, ¿el tiempo terminó dándole la razón?
-Yo no me opongo a un proceso de negociación, incluso con una tiranía criminal como la que hay en Venezuela, siempre y cuando sea para su salida no para su permanencia y reacomodo. Pero hoy en día, una vez más, hay una profunda asimetría. El régimen no tiene incentivo real de negociar nada y por lo tanto es absurdo lo que está ocurriendo. En la mesa tenemos a una oposición debilitada por sus propias contradicciones y errores, y también por errores que se han cometido a nivel de la comunidad internacional, que está entregándolo todo en una negociación donde realmente la dirección política y la representación de los venezolanos está ausente… Porque la negociación que se está dando hoy es entre el gobierno de los Estados Unidos y el régimen de Nicolás Maduro, y yo me pregunto quién defiende allí los intereses de los venezolanos.
-Recién habló del debilitamiento de la oposición, ¿qué errores hubo? ¿Por qué la oposición no logró, en estos 10 años, la salida del régimen?
-Bueno, en realidad son 23 años.. Hay que tratar de ser lo más justos posible y decir que hubo momentos muy positivos donde no solamente hubo coordinación, sino que hubo alineación en función de la salida del régimen y se avanzó muchísimo. Desgraciadamente estos sistemas que tienen tanta plata y cero escrúpulos, que son en sí mismos una dinámica de mafias, consiguen mecanismos de infiltración en las instancias de toma de decisión. Y no estoy hablando sólo de la política, lo logran con el sector privado, en la academia, en los sindicatos, hasta en las iglesias… Entonces es muy peligroso y hay que estar muy alerta porque el régimen logra cooptar figuras clave, y cuando se está avanzando en la sociedad venezolana, cuando esa sociedad lo ha dado todo, pues en ese nivel final hay quienes se quiebran, que se entregan o se entienden con la tiranía, por eso yo creo que hay este grado de desconfianza, de decrecimiento hacia la dirección política que tiene 20 años asumiendo la representatividad de la Venezuela democrática.
Por eso yo he planteado que la única manera de volver a construir toda la energía, la fuerza interna y externa para aprovechar una oportunidad única que hay el 2024 en una contienda electoral presidencial, es primero ir a un proceso de primaria donde la sociedad venezolana decida a quién queremos, para qué lo queremos y con qué estrategias lo queremos. Y yo creo que esa es una forma en la cual puede haber la legitimidad para que la gente vuelva a confiar y vuelva a arriesgar todo lo que se requiere para que en el 2024, ahora sí, sea el inicio de la salida de esta tiranía, y de la transición a la democracia y la reconstrucción de nuestro país.
– ¿Hay posibilidades de que la primaria, e incluso la elección del año que viene, sean procesos libres?
-La respuesta con relación a las primarias es absolutamente sí, porque las primarias es un proceso interno en la cual no hay justificación alguna para que se involucre la tiranía. De hecho, el planteamiento mayoritario de la sociedad venezolana es que se haga un proceso absolutamente abierto, en el que puedan votar todos los venezolanos, los que estamos aquí y la cuarta parte de los venezolanos que están afuera en todas partes del mundo. Y que también sea absolutamente confiable, que sea un voto manual, que -a través de la sociedad civil- se organide un proceso que tenga garantía y auditoría en todo el camino, y que no intervenga el Consejo Nacional Electoral, que es un brazo en la dictadura y de la tiranía criminal y que, además, ha llevado adelante 33 elecciones en estos años con un altísimo grado de fraude y de trampa, como todos sabemos. Hay algunos actores en la oposición que pareciera que prefieren que Maduro cuente los votos, entonces están insistiendo en que las primarias sean con la participación del CNE. Para mí eso es muy peligroso porque podría traducirse en una baja participación, porque hay mucha gente, y con razón, que no confía en el CNE.
Pero la elección del 2024 sí es con el CNE, por eso la primaria tiene que ser un reto al sistema, un desafío y demostrar que esto lo hacemos nosotros y lo hacemos bien, y, con la fuerza que hayamos construido, entonces enfrentar un sistema profundamente fraudulento. Pero ya habremos puesto un estándar muy alto y entonces nos permite presionar desde la primaria hasta la elección para hacer que las condiciones sean competitivas.
-¿Hay compromiso de los sectores opositores para respetar lo que salga de esa primaria?
-Yo creo que la fuerza está en la gente y aquel que se niegue a participar o si hay algunos que intentan imponer un consenso, la gente lo va a pasar por arriba. Porque el país se cansó hasta la médula, no solamente de la crueldad de la tiranía, sino también de mediocridad, de las contradicciones injustificadas y la propia corrupción que ha mostrado cierto sector de la dirección política opositora.
-¿Usted está dispuesta a respaldar a quien salga de esa primaria aún cuando sea un sector con diálogo con cierta parte del oficialismo?
-Yo soy una persona de palabra y lo he planteado desde hace año y medio cuando hablamos por primera vez de las primarias: tiene que ser la gente la que decida. El país no va aceptar que decida el propio régimen escogiendo su interlocutor, como ha ocurrido en el pasado, o que sean los grandes testaferros con toda la plata del mundo, o que sean cuatro partidos políticos en sus cúpulas, o que sean actores internacionales… La gente dijo ya, basta, no más. Quieren algo realmente distinto en lo que sí puedan confiar. Entonces yo creo que la primaria va a ser muy interesante, porque se trata de elegir mucho más que un candidato a una elección presidencial que ni fecha tiene. Es elegir un nuevo proyecto de país, que va desde cómo entendemos el desarrollo de Venezuela post socialista, porque yo creo que esa es la gran oportunidad que tenemos para construir un país desde una perspectiva liberal, de apertura de mercado, donde el derecho individual sea sagrado, hasta la estrategia para llegar allí a sacar a Maduro. Entonces el país va a contrastar los líderes, los equipos, la estrategia para enfrentar al régimen y el plan de desarrollo de Venezuela a largo plazo.
Y una vez que haya ese compromiso, estoy segura de que eso va a traer energías extraordinarias. Será arrollador y nos permitirá con esa fuerza dirigirnos a la comunidad internacional para plantear con claridad y con firmeza qué le corresponde hacer… Porque todos sabemos que no se trata solamente de salvar a Venezuela sino que este modelo, con toda el andamiaje geopolítico de rusos, iraníes, chinos, de los grupos terroristas y narcos que se han asentado en mi país, que han convertido a Venezuela en una mega lavadora de dólares y donde el tráfico, incluso de seres humanos, florece mientras un país muere de hambre, se expande y esto está generando un enorme desequilibrio e inestabilidad en la región. De modo que esto no es un tema solo de Venezuela, yo creo que hoy en día hay conciencia de ello y la sociedad, las democracias y los latinoamericanos también requieren una dirección política seria, disciplinada, con un plan inteligente de cara a lo que será el enorme reto histórico de Venezuela en los próximos dos años.
-Hablaba de la comunidad internacional, ¿los gobiernos de la región han estado a la altura de la tragedia venezolana?
-No podemos generalizar. Han habido momentos maravillosos que hay que reconocer, por ejemplo como el ex presidente colombiano Iván Duque recogió y abrazó a más de dos millones venezolanos que hoy están allí con permisos temporales de protección y inserción en la economía de su país. Esto ha ocurrido también en otros países como Ecuador y Perú, y estamos profundamente agradecidos los venezolanos a ustedes, en Argentina, pero han habido cambios políticos en la región donde ideológicamente son afines a Maduro y hay unas solidaridades o complicidades automáticas en el seno del Foro de San Pablo que son inconcebibles cuando Maduro está siendo investigado y ya hay pruebas en la Corte Penal Internacional de crímenes de lesa humanidad, cuando hay decisiones de la Justicia norteamericana hacia Maduro y hacia todo este entorno, por financiamiento del terrorismo y por narcotráfico… Entonces, cómo es posible que estos gobiernos ignoren esa realidad porque hay intereses de orden ideológico o económico.
También hay que decir que recientemente ha habido un cambio en la política exterior de los Estados Unidos hacia Maduro y en los venezolanos nos luce tremendamente errática, y eso confunde. Entonces yo creo que ahí hay de las dos partes, hay que asumir los errores que hemos cometido en la dirección política que impactan a una política internacional porque hay algunos actores que dicen que hay corrupción de ambos lados pero eso no es verdad. La inmensa mayoría de los venezolanos es decente y sí, se han cometido errores, pero ha faltado en mi criterio una posición mucho más firme para no lavarle la cara y no legitimar un régimen claramente criminal. Y una última cosa, cuando se habla de los temas de migración, de narcotráfico, de vinculaciones con, desde Putin hasta hasta otros grupos como Hezbollah, Hamas, etc, eso no va a cambiar mientras el régimen esté en el poder. Creer que eso se puede contener dentro de la frontera venezolana es realmente ingenuo, porque estamos hablando de una dinámica criminal que por su propia naturaleza es expansiva.
– Le quería preguntar por el papel del gobierno argentino de Alberto Fernández con respecto a la situación venezolana
-Es muy lamentable, porque todos sabemos que en Argentina hay información precisa de lo que aquí ocurre, desde los vínculos con grupos terroristas islámicos hasta las violaciones masivas a los derechos humanos. Más si se tiene en cuenta que Argentina ha sido uno de los principales países que en los últimos años llevó la la voz y el liderazgo sobre las denuncias en los espacios internacionales sobre las violaciones de los derechos humanos. Lo que ha hecho Alberto Fernández para sacar Argentina y desvincularla de una lucha firme por por derechos humanos y por libertades democráticas es muy revelador… Entonces uno siempre piensa que entramados de corrupción al final terminan operando y estos tipos le tienen terror a la Justicia, a la de ustedes y a la Internacional, entonces creo que eso explica en buena medida la actitud de mucha gente dentro y fuera del país. Hay mucha plata, cero escrúpulos y han hecho cosas que ellos saben que no se pueden hacer públicas porque los perjudica enormemente.
-En el último tiempo hay una narrativa instalada desde el régimen de que Venezuela se arregló..
-Hace tres días hablaba yo con el equipo de Vente Venezuela en Santa Elena de Uairén, que es justo la frontera de Venezuela con Brasil. Y no puedes imaginarte lo que allí estaban pasando. Hablé con varias mujeres que tenían hasta 15 días debajo de un toldito con sus niños en brazos huyendo. Está a más de 20 horas de Caracas y yo voy a ir próximamente para allá, pero bueno, yo tengo prohibición no solamente de salir del país, sino que no me dejan comprar tiquetes de avión domésticos, entonces tengo que ir manejando mi carro, pero próximamente voy a estar allá. Pero hago mención de esto porque así está el país para que esta hemorragia continúe: mujeres que dejan todo y se llevan sus muchachitos a cuestas, simplemente buscando darles alguna oportunidad de vida. Los estudios sociales sobre las condiciones de los niños venezolanos son desgarradores. Tenemos hoy en día la generación con la talla más baja de los últimos 100 años. Hay una generación completa de niños que están creciendo sin nutrición, sin salud, sin educación y sin sus mamás, porque se han ido a otros países para buscar qué les pueden mandar. Tú me dirás qué destino les espera…
Lo que está ocurriendo Venezuela es que se amplía una brecha de manera cruel y brutal, cuando hay un grupúsculo viviendo de la forma más obscena, con restaurantes que vuelan en el aire en grúas y que pagan por un almuerzo lo que no gana una familia es un año. Y por otra parte, tienes el 90% del país cada vez más destruido. Y eso es lo que quiere el socialismo chavista, un país sometido en la miseria para que se convierta en esclavos y vivan mendigando de las migajas que este régimen da en bonos de hambre, en cajas de comida que llaman CLAP, que vienen incluso con comida contaminada, para que esto sea un bozal y la sociedad entregue a cambio de esto su vida. Esto simplemente es contrario a la naturaleza y el espíritu del venezolano y por eso lo que se está produciendo es un movimiento de enorme indignación, pero también donde hay una gran esperanza y por eso yo quiero transmitirles a todos, no importa lo que les vengan, cómo lo maquillen como lo disfracen con fiestas obscenas, con conciertos… Aquí hay un país decidido a luchar por su dignidad y lo que se está conformando es realmente espectacular y emocionante. Hoy nosotros estamos recibiendo en Vente Venezuela a cientos y miles de personas que se están acercando, incluso de otras organizaciones políticas. Es mucha gente que nunca antes estuvo vinculada la política diciendo “esta vez es distinto”, y esta es -quizás- la última oportunidad de nuestra generación, y no la vamos a perder. Así que yo les pido que que si bien el tema Venezuela puede lucir reiterativo, la gente se cansa, la libertad no permite cansarse nunca, ni resignarse nunca y esta vez va a ser distinto, y lo que estamos configurando es movimiento de movimientos ciudadanos que será invencible.