El ‘ibuprofeno’ natural que se come: las frutas antiinflamatorias según la nutricionista Barquín
Elena Barquín, dietista-nutricionista del Instituto de Obesidad de Madrid, explica que los alimentos antiinflamatorios son aquellos que poseen un elevado contenido de antioxidantes, con importantes propiedades antiinflamatorias al bloquear la formación de moléculas proinflamatorias.
Según la especialista, la presencia de sustancias fitoquímicas en estos alimentos es un factor de modulación de la respuesta inflamatoria. “Su consumo adecuado propiciaría un ambiente antiinflamatorio. Como consecuencia, produce una disminución del proceso inflamatorio en el organismo y de la sensación de hinchazón“, explica.
La miembro del Instituto de Obesidad destaca que el beneficio principal es la prevención del riesgo de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, la artritis reumatoide, el infarto, las enfermedades cardiovasculares (ECV), el cáncer, y la obesidad. “Por tanto, son capaces de disminuir el riesgo y la mortalidad derivado de estas enfermedades”, apunta.
Con ello, Barquín enumera las siguientes frutas antiinflamatorias:
– Piña: la presencia en su composición de bromelaína, que es una enzima que tiene efecto analgésico, antitrombótico y antiinflamatorio, hace recomendable una ingesta habitual de esta fruta.
– Frutos rojos (fresas, cerezas, interior de la guayaba etc): debido al alto contenido que presentan en antocianinas, que poseen numerosas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y contribuyen también a prevenir la formación de radicales libres, es también recomendable su consumo.
– Limón: en el caso del limón, y gracias a la presencia en su composición de un flavonoide, el eriodictiol, que tiene propiedades antioxidantes y que contribuyen a evitar la inflamación, así como también el contenido de vitamina C, se logra con su consumo proteger a las células, y contribuir al correcto funcionamiento del sistema inmune.
– Naranja: es fuente del flavonoide naringenina que, en las concentraciones utilizadas en el consumo habitual de esta fruta, ejerce efectos protectores y antiinflamatorios.
– Manzana: además de aportar a la dieta una importante cantidad de fibra dietética, tiene un alto contenido en flavonoides, como la quercetina y las antocianidinas, cuyo consumo en forma natural ejerce efectos beneficiosos en el metabolismo, así como antiinflamatorios y antioxidantes.
“El objetivo principal de seguir una dieta antiinflamatoria o la inclusión de alimentos antiinflamatorios no es el adelgazamiento, pero sí es cierto que este tipo de alimentación puede ayudar en muchos casos a la pérdida de peso. Tiene un cometido de prevención en la obesidad y en otras patologías relacionadas como el síndrome metabólico”.
Cuando seguimos una dieta de este tipo, además del consumo de productos antiinflamatorios, se recomienda evitar determinados alimentos como los que tienen alto contenido en azúcar, los aceites vegetales en alimentos ultraprocesados, carnes rojas, lácteos enteros, y grasas trans procedentes de la bollería industrial, los ultraprocesados y el alcohol.
“La alimentación que se recomienda para prevenir los procesos inflamatorios perjudiciales se basa en un alto consumo de frutas y de verduras de índice glucémico bajo o medio; la eliminación de alimentos con alta carga glucémica; el consumo de aceite de oliva virgen y frutos secos; la ingesta de pescado azul rico en omega 3; la elección de cereales de tipo integral, frente al consumo de harinas refinadas por su contenido en fibra”, explica Barquín.
En opinión de la dietista-nutricionista, todas estas recomendaciones, que constituyen este tipo de alimentación antiinflamatoria, se encuentran en la Dieta Mediterránea, “una dieta saludable y equilibrada”, y con múltiples beneficios para la salud.