Los efectos adversos de la amoxicilina, uno de los antibióticos más consumidos en Venezuela

Píldoras de amoxicilina, uno de los antibióticos de amplio espectro más utilizados.Pixabay

Los antibióticos son la principal herramienta de que disponemos, a día de hoy, para luchar contra las infecciones bacterianas. Con todo, su uso irresponsable y excesivo puede tener serias consecuencias.

Qué es la amoxicilina

La amoxicilina es un antibiótico de uso común, muy empleado en el tratamiento de infecciones comunes tales como las sinusitis bacterianas agudas, la otitis media aguda, la amigdalitis y faringitis estreptocócicas agudas, la exacerbación aguda de bronquitis crónica o la cistitis aguda.

Se considera, por tanto, un antibiótico de amplio espectro (que actúa frente una amplia gama de bacterias patógenas) y bastante seguro, siempre que se respeten sus indicaciones.

Como todos los fármacos, la amoxicilina puede en algunos casos provocar efectos indeseados. No obstante, y como sucede con todos los medicamentos que reciben la aprobación para su uso, se estima que sus beneficios superan los riesgos.

Reacciones adversas conocidas

Estas reacciones adversas se clasifican en función de la frecuencia con la que se han registrado, tal y como recoge el prospecto de un medicamento genérico con amoxicilina publicado por la Agencia Española de medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Así, por ejemplo, se considera que son frecuentes (afectan a entre una de cada cien y una de cada diez personas) algunas como:

  • Diarrea y náuseas.
  • Erupción cutánea.

En cambio, son poco frecuentes (entre una de cada 1.000 y una de cada 100 personas) otras como:

  • Vómitos.
  • Urticaria y prurito.

Se clasifican como muy raras (se dan en menos de una de cada 10.000 personas) algunas reacciones como:

  • Candidiasis mucocutánea.
  • Leucopenia reversible.
  • Trombocitopenia reversible.
  • Anemia hemolítica.
  • Aumento del tiempo de coagulación y del tiempo de protrombina.
  • Reacciones alérgicas graves (incluyendo adema angioneurótico, anafilaxia, enfermedad del suero, vasculitis por hipersensibilidad).
  • Hiperquinesia.
  • Mareos.
  • Convulsiones.
  • Colitis asociada al uso de antibióticos (incluyendo colitis pseudomembranosa, colitis hemorrágica).
  • Lengua vellosa negra.
  • Alteración superficial de la coloración de los dientes.
  • Reacciones de la piel (eritema multiforme, síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, dermatitis exfoliativa bullosa, pustulosis exantemática generalizada aguda, reacción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos).
  • Nefritis intersticial.
  • Cristaluria.

Finalmente, se sabe que la amoxicilina puede provocar la reacción de Jarisch-Herxeimer con frecuencia no conocida.

El riesgo de resistencia bacteriana

Con la amoxicilina, como con otros antibióticos, existe un cierto riesgo de que el consumo habitual o prolongado estimule el desarrollo de resistencia a la misma en ciertas especies o cepas patógenas. Por ello, se exige receta para comprar el medicamento, y es imprescindible hacer un uso responsable del fármaco.

De hecho, ya existen linajes resistentes a la amoxicilina en varias especies de bacteria, con variaciones geográficas. En base a esto, se aconseja (a los profesionales que la recetan) informarse sobre las resistencias documentadas en cada lugar.

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