Excónyuge de Enis huyó asustado cuando reportaron hallazgo de cadáver calcinado en Falcón

Enis Carolina González González y Rómulo Antonio Valero Argüelles vivieron poco más de 12 años como pareja, hasta hace cuatro meses que ella, cansada de sus maltratos, lo abandonó y quiso darse una oportunidad con alguien que realmente la valorara como mujer.

Ella se quedó con la segunda hija que tuvieron en común y él con la mayor, de 12 años y la menor, de 6.

Las vidas de Enis y «Momo» como le dicen a Rómulo, tomaron giros bruscos el lunes 20 de junio. Ella desapareció en horas del mediodía después de dejar a su hija en la escuela Julio César Parra de Zumurucuare y él cambió radicalmente, volviéndose un hombre introvertido, callado, negado a su familia y nervioso, a tal punto de que la tarde noche del viernes, cuando en Zumurucuare comenzó a correrse la noticia de que habían conseguido los restos de una persona calcinada en los pozos de la muerte de El Calichal, se asustó como si hubiese visto al mismo demonio y desde entonces nadie sabe de su paradero.

En Zumurucuare muchos aseguran que a pesar de ser un hombre muy conversador, «Momo» comenzó a comportarse diferente a partir del lunes 20 de junio. Como decía Rubén Blades en su tema «Adán García»: ‘la tranquilidad del desesperado’.

Rómulo se quedó literalmente mudo, sin hablar con nadie y el miércoles dejó de comer y hasta de pedirle la bendición a su madre, algo que era sagrado y una rutina casi religiosa.

El jueves estuvo más introvertido y triste que nunca, y el viernes, sorprendió a todos cuando se puso a lavar una ropa que tendió en la cuerda del patio. Salió de la casa pero regresó al cabo de unos minutos, lo cual causó intriga en familiares que lo notaron angustiado. Cuentan que la madre le preguntó si sabía del paradero de Enis Coromoto o si le había hecho algo, a lo que respondió que no.

Rato después en Zumurucuare comenzó a correr la noticia de que habían encontrado los restos calcinados de una persona. Al escucharlo, «Momo» salió espantado, se echó a correr y hasta el Sol de hoy nadie sabe de su paradero.

La Coordinación de Investigaciones de Delitos Contra las Personas de la Delegación Municipal Coro del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) no solo colectó parte de los restos calcinados de una persona hasta ahora desconocida que fueron llevados al sector boscoso en un saco, sino que al siguiente día, sábado, encontró en otro lado de los Pozos de La Muerte, restos óseos pertenecientes a la misma persona. Se trata en ambos casos de sitios de liberación de cadáver para desviar las investigaciones y confundir a los sabuesos.

Desde el viernes el Cicpc no ha parado de recabar información y elementos de interés criminalístico de cara a identificar a la persona asesinada y determinar si la huida de Rómulo es consecuencia de esto.

En este sentido tienen activados a todos sus expertos en áreas de antropología, odontología, y otras áreas técnico-científicas, así como análisis de telefonía a fin de armar el rompecabezas y determinar si la desaparición de Enis y la huida de «Momo» son sucesos conexos.

Trascendió y lo confirman habitantes de Zumurucuare, que el Cicpc ya hizo algunas experticias en la casa de Rómulo, colectó la ropa que éste lavó y en la que esperan mediante análisis, detectar posibles rastros de naturaleza hemática y de humo, lo cual sería crucial en el curso de las investigaciones.

Mientras el Cicpc avanza en las investigaciones, Marlene Coromoto González se mantiene firme en sus plegarias de que la persona asesinada no sea su hija. En tanto que de parte de la familia de «Momo», están igualmente consternados por toda esta serie de eventos que, de comprometerlo con el abominable hecho de sangre, le depara un largo futuro en prisión.

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