“Después de siete años volvía adonde siempre juré volver”: mujer contó su anecdótico viaje a Cata en un autobús destartalado y lo difícil que es hacer turismo en Venezuela (+Videos y fotos)

La usuaria en la red social Twitter identificada como Judith Belandria compartió el pasado viernes 17 de junio su difícil travesía en transporte público para trasladarse a una zona turística de Venezuela y las fallas en los servicios públicos que presenció en un solo día.

Relató que el jueves pasado decidió regalarse un “pocote de felicidad” y se trasladó al terminal terrestre de Maracay, estado Aragua, donde esperó una hora y media un autobús para comenzar su viaje que costó $3. “Después de 7 años volvía a dónde siempre juré volver, Cata”, resaltó.

“Allí comenzó una aventura dónde nunca te da tiempo de aburrirte. Ya por esa montaña del Henri Pittier, con una salsa muy decente (gracias a Dios no era vallenato) duramos casi 3h. El bus, antiguo y súper remendado se encaminó a una velocidad muy lenta, y con su bullosa corneta”, detalló.

Contó que, en una parte del recorrido, justo en una curva empinada, angosta y pronunciada, “concedieron dos colegas”. En ese sentido, compartió un video en el que se puede apreciar cómo tratan de resolver la situación “sin estrés”.

“Y ya casi llegando, empezó a salir un humero dentro del bus y la gente gritando como loca. Se querían lanzar y otros salir por la ventana. La que se oye que se está riendo soy yo”, indicó.

Asimismo, Belandria aseguró que cuando llegó al pueblo “mucha gente en la plaza porque celebraban Corpus Christi y los Diablos iban a danzar”. Después de que la dejaran en el terminal del lugar, “donde el único medio de transporte es Miguel que te lleva al Playón por Bs 3. Me dijo que no iba a Cata, pero le imploré y me cobró $1”.

“¡Y por fin llegué! ¡Le di tantas gracias a Dios! Era realmente maravilloso. Mis ojos volvieron a apreciar ese azul hasta llegar al verde esmeralda. Emocionada, me senté a apreciar todo ese regalo. Pedí una silla al moreno que atiende: $2. Quería tostones y cerveza, $6 y $1.50”, señaló.

Añadió que le dijo al comerciante local que ella no era de Estados Unidos y le “hizo una rebaja”. “Los tostones $5 y la cerveza $1. No había electricidad. Los tostones ricos, a la cerveza solo le faltaba papa y zanahoria. No había hielo. Pero sí pasaba el pago móvil. Luego me comí el helado más barato $2. El agua estaba tibia”, expresó.

Tras disfrutar de la playa, Belandria afirmó que a las 3:00 de la tarde llegó el transporte para buscarla. “Nos llevó a ese terminal solitario y triste. No hay nada. Había que esperar 2h. La gente llegaba caminando porque no hay transporte. Mujeres con niños y gente adulta pasando trabajo. Diría mi vieja: ‘¡Eso es muchas ganas mijita!’”, dijo.

“Moría de sed y como no había pago móvil, le pedí un poquito de agua a una señora. Pagué el pasaje arriba, al llegar a Maracay que cayó la señal. En resumen, así se hace turismo en Venezuela. Sin luz, sin efectivo, sin transporte, pero con ganas enormes de gozarnos nuestra tierra”, comentó.

De igual manera, le envió un mensaje a Karina Carpio, gobernadora del estado Aragua: “¡Me imagino llegó por helicóptero, porque por el estado de la vía llena de huecos, maleza y totalmente destruida, imagino que no pasa por allí desde hace mucho o realmente le importa un pepino!”.

“¡Ya en el Limón, me esperaba el afecto sincero de mi amiga Isabel Salcedo, sus hallacas y panes hechos con todo su cariño sincero!”, concluyó su relato sobre hacer turismo en un día en Venezuela, un país con fallas en los servicios públicos y el transporte público.

 

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