Osmel Sousa se confiesa sobre la fiesta en el Tepuy y dijo que no volvería más nunca (+Video)

El experto en belleza Osmel Sousa admitió que nunca más volvería a subir a la cima de un tepuy como lo hizo a mediados de febrero para asistir, junto a varios socialités, a una fiesta que organizó el empresario Rafael Oliveros y que generó fuerte controversia por la vulneración de los ecosistemas de esa parte del Parque Nacional Canaima.

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“No volvería. Esa fiesta fue una fiesta que hizo un amigo mío, lo que pasa es que ese amigo mío se la quería echar de chic y entonces hizo esa ida a allá arriba en smoking, que eso fue lo que molestó a mucha gente, envidiosa”, manifestó Sousa en una entrevista con Leonardo Villalobos para el programa ‘El show del mediodía’, transmitido por La Tele Tuya.

El zar de la belleza, como se le conoce, no se quedó callado y aseguró también que en la cima del tepuy ha habido otros eventos, con toldos y hasta agencias de fiestas. Agregó que a las dos horas de haber llegado a la cima le dio un frío fuerte y que, además, el traje de color verde “en homenaje a la naturaleza” que se había puesto para ese momento era de seda.

“A las 7:00 de la noche pegó un frío tan grande que le dije al amigo mío, que se llama Rafael, ‘yo estoy muriéndome de frío aquí’. Estábamos sentados en una silla, ahí no hubo baile, ahí no hubo nada; lo que había era una musiquita en una cornetica chiquita. Entonces me dice ‘te voy a traer una frazada’, le dije ‘tráeme dos’. Y había que esperar a las 12:00 para cantar el cumpleaños feliz. Esa fue toda esa fiesta”, contó.

Dijo que a las 10:00 de la noche se fue a dormir en una carpa porque no aguantaba más el frío. “Esa es una experiencia que yo no la vuelvo a repetir. Yo digo que sí para quedar bien con la gente, para echarle vaina, pero no volvería más nunca”, afirmó.

El periodista y presentador de presentador Boris Izaguirre ya había revelado en semanas pasadas, durante el programa La Resistencia, que su amiga Titina Penzini le contó cómo la pasaron el día de la fiesta de Oliveros.

“Tenemos que ser rigurosos. Subieron en helicóptero. Claro, en un helicóptero no caben 50 personas, subieron varios helicópteros. Según Titina, cuando por fin pude hablar con ella, al parecer, en algún tepuy hay unas escaleritas por donde pueden acceder, pero de repente no pudieron verlas porque estaban muy manipuladas por la naturaleza. La noticia que difundió todo esto asegura que cada vuelo, porque había que subirlos y bajarlos, eran 2.000 dólares”, manifestó Izaguirre.

“El tema está que, una vez allí, se encontraron con cosas con las que no se habían encontrado nunca, además de la belleza, pero cuando cayó el sol, y estando a casi 1.000 metros de altura, no es que refresca, es como si estuvieses en el ala de un avión cuando con 21 grados bajo cero. Se congelaron, porque iban además iban vestidos de fiesta, de picnic. Se congelaron, pero no solamente se congelaron ellos, se congeló el fondue que había preparado para comer”, agregó.