Orgasmo femenino: ¿qué sucede si nunca ha logrado tener uno?
De acuerdo con los manuales médicos de Merck Sharp and Dohme (MSD), el trastorno del orgasmo en mujeres se caracteriza por la falta o el retraso del clímax sexual o por la presencia de un orgasmo infrecuente o mucho menos intenso, aun cuando la estimulación sexual es suficiente mentalmente y emocionalmente.
Se debe tener en cuenta que la cantidad y el tipo de estimulación requerida para el orgasmo varían mucho de una persona a otra. Sin embargo, la mayoría de las mujeres pueden alcanzarlo con la estimulación del clítoris y menos de la mitad llegan al orgasmo de forma habitual durante el coito.
Datos del orgasmo femenino
Según estadísticas, aproximadamente una de cada 10 nunca alcanza el orgasmo, aunque muchas consideran satisfactoria su actividad sexual.
Este trastorno se caracteriza porque las mujeres que lo padecen no pueden tener un orgasmo bajo ninguna circunstancia, ni siquiera cuando se masturban o aunque estén muy excitadas. Comúnmente se le conoce como ‘anorgasmia’.
Algunos factores ambientales y psicológicos que pueden contribuir al trastorno del orgasmo son las relaciones sexuales que acaban siempre antes de que la mujer se excite lo suficiente, cuando existe desconocimiento del funcionamiento de los órganos genitales femeninos, por falta de comunicación sobre el sexo o por problemas en la relación, como conflictos no resueltos y falta de confianza.
Algunas mujeres con trastorno orgásmico nunca han podido experimentar un orgasmo y muchas otras han tenido orgasmos, pero ya no los tienen más o cada vez tienen una intensidad más leve a pesar de que la estimulación sexual es suficiente.
Muchas mujeres con trastorno orgásmico sufren otros tipos de problemas sexuales, como dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) y la contracción involuntaria de los músculos alrededor de la abertura de la vagina cuando se intenta la entrada en la misma (síndrome del elevador del ano, anteriormente llamado vaginismo).
Los trastornos de ansiedad y la depresión también son frecuentes entre las mujeres con trastorno orgásmico.