De esta forma una estafadora para dormir a un anciano y robarle “todos sus ahorros”
Johanna Zuleima Campo Esquivel, oriunda de Villavicencio, de tez blanca y ojos miel, se había venido ganando la confianza de Ángel Alzate, un comerciante de 72 años del Siete de Agosto en la localidad de Barrios Unidos a quien conoció hace año y medio. De hecho, ya habían sellado varios negocios y no había razón para desconfiar.
Se comportaba como una mujer amable y habilidosa en los negocios que le proponía planes interesantes para invertir su dinero. La cercanía era tal que la familia cuenta que el papá de los hijos de la comerciante, también conocida, tiene negocios en ese mismo sector de Bogotá y que todos son del Llano.
Ángel, por su parte, es reconocido en la zona por su personalidad servicial y calmada. La gente del emblemático barrio dice que es “muy buena gente” y que, lastimosamente, de eso se aprovechan hoy en día los delincuentes.
El día 22 de abril de 2022 cuando este hombre recibió a Johanna en su apartamento, ubicado en el barrio Ciudad Salitre, lo primero que hicieron fue tomarse un café mientras hablaban de negocios. “Ella, habilidosa de palabra, le ofreció preparárselo, pero hasta ahí llegan los recuerdos de mi tío, quien es de la tercera edad. Luego todo es confusión. Por eso presumimos que le dieron alguna sustancia, algo como la escopolamina”, contó Camilo Cruz, sobrino del adulto mayor y quien hoy no sale del asombro por la forma en que se fraguó el robo.
Don Ángel cuenta que cuando volvió en sí, todavía mareado, un hombre extraño lo estaba mirando a los ojos mientras le decía que se callara o que lo mataban. Bajo semejantes amenazas no tuvo otra opción que guardar silencio hasta que la banda delincuencial abandonó su apartamento.
La reconstrucción de los hechos fue posible gracias a la recopilación que hizo la familia de los videos captados por los equipos de vigilancia del conjunto residencial, ellos mismo pusieron en marcha la investigación. Allí se ve que Johanna, tras someter a su víctima con algún tipo de sustancia, les permite el ingreso a dos hombres más al apartamento. “Luego entra una tercera persona con una bala para cargar un soplete y así poder abrir una caja fuerte en donde mi tío tenía unos 800 millones de pesos entre pesos colombianos en efectivo, dólares y joyas”, dijo Cruz.
Un soplete es una herramienta de combustión para la aplicación de llama y calor para diversas aplicaciones, por lo general metalurgia pero, en robos recientes, es utilizado por las bandas criminales para abrir puertas o llegar a lugares difíciles de acceder. Lo consiguen fácilmente, incluso por plataformas de internet. En este caso se usó para fundir los seguros de la caja de seguridad y así extraer el botín.
Mientras el adulto mayor estaba afectado por la sustancia que consumió, la banda de delincuentes lo amordazó, lo amarró con sus propias sábanas y lo golpeó, la idea de los delincuentes era amedrentarlo para que no intentara reaccionar de forma violenta. No les importó su estado de indefensión. “Cuando ellos ya habían saqueado la caja fuerte salieron los cuatro, uno detrás de otro, dos de ellos se cambiaron la vestimenta de la cintura para abajo y los zapatos, pero ampliando las imágenes es posible reconocerlos”, dijo Cruz. No mostraban ninguna clase de nerviosismo por eso se cree que son profesionales y que el hecho delictivo había sido planeado con detalle.
Ángel, a eso de las 3: 30 de la tarde, logró soltarse y avisó a la seguridad del edificio que necesitaba ayuda. Fue encontrado por una guarda, amarrado y con su rostro lleno de angustia. Inmediatamente lo auxiliaron. Según la seguridad del edificio cuando llegaron a la puerta del apartamento había humo y temieron que hubiera una fuga de gas, tuvieron que cerrar el registro. “No ingresamos hasta que llegó la Policía y la ambulancia a atender al señor. Eso hace parte del procedimiento para no contaminar las pruebas”, dijo el personal.
Hoy la familia perdió completamente el rastro de la mujer pese a que cuenta con todos sus datos de domicilio, teléfonos, fotografías, entre otros. “Ella lo tenía todo fríamente calculado desde que se comenzó a ganar mi confianza. Junto con sus secuaces entró a la torre de apartamentos en donde yo vivo y me robó todo. Sabía en dónde estaba la caja fuerte. Hoy es prófuga de la justicia”, le dijo la víctima, Ángel Álzate, a este medio.
Este hombre perdió los ahorros de toda su vida, quedó afectado física y psicológicamente y ya no sabe a quién más recurrir para que se haga justicia. “Estamos completamente seguros de que esta mujer es el cerebro del robo. Les pedimos a las autoridades, a la Policía, a la Fiscalía General de la Nación y a todas las autoridades que avancen con su búsqueda y que se recupere lo perdido”, dijo Ángel.
Por lo pronto lo que ha arrojado la investigación es que esta mujer huyó hacia Villavicencio y que, con el dinero hurtado, habría estado realizando fiestas en esa ciudad la semana siguiente al robo, dijeron familiares de la víctima. “En este momento, tras el despliegue mediático, está escondida”.
También piden investigar el proceder de la empresa de seguridad pues dejaron ingresar a varias personas con la autorización por citófono de una persona que no era la propietaria del apartamento. “Mi tío vive solo, no se entiende cómo le hacen caso a una extraña. Y además cuando entraron el cilindro les dijeron que era oxígeno cuando era evidente que él no lo necesitaba. Hay muchos vacíos que hay que llenar”.
La familia está tan indignada con este robo que incluso ofrecieron 20 millones de pesos por quien de información de esta mujer y sus cómplices. “No es justo. En la semana que robaron a mi tío nos enteramos de siete casos más en donde los ladrones habían utilizado escopolamina para atracar a ciudadanos. Cómo es que cualquier persona puede acceder tan fácilmente a esta sustancia”, dijo Camilo Cruz.