Así es el peligroso viaje de retorno a Venezuela tras la suspensión de vuelos humanitarios
El portal web Crónicas del Caribe aseguró que el cierre de las fronteras y la suspensión de los vuelos humanitarios por parte del régimen de Nicolás Maduro ha forzado a los venezolanos a pasar de un viaje de unos minutos a una larga y peligrosa odisea.
El medio afirmó que a dos semanas de la cancelación de los vuelos que serían manejados por Laser Airlines, decenas de migrantes todavía siguen varados en Curazao.
Dos vuelos humanitarios que debían realizarse los días 21 y 22 de diciembre de 2021 fueron autorizados por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), pero a última hora negó el permiso. La medida perjudicó a casi 300 venezolanos, de acuerdo con un comunicado de las autoridades de Willemstad.
Sin embargo, el INAC ni ningún vocero del régimen de Nicolás Maduro ha ofrecido explicaciones al respecto. Además, la decisión se adoptó poco después de que la vicepresidenta Delcy Rodríguez denunciara el 13 de diciembre que el gobierno de los Países Bajos no le permitió trasladarse a La Haya, donde tenía programado encontrarse con el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan.
“Cuando llegamos en el primer vuelo de Bonaire a Curazao, nos quitaron los pasaportes y el equipaje, y nos mandaron a la sala de espera. En términos jurídicos eso era una retención porque no podía salir y me despojaron de mi identificación, tal cual un delincuente. Desayuné, almorcé y cené por 100 dólares. Los costos en ese aeropuerto le quitan el hipo a cualquiera. Un refresco 7 dólares, un plato de sopa 15 dólares. Realmente es muy costoso”, relató una persona que pidió reservar su identidad.
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No obstante, logró encontrar un boleto para volver a Venezuela haciendo escala en República Dominicana este 4 de enero. “Tomando en cuenta que pagué el ticket del viaje suspendido más la prueba PCR por el coronavirus, en total gastaré unos 1.200 dólares para llegar a mi casa”, dijo indignado.
Gracias al aporte económico y logístico de la fundación Human Rights Defense Curaçao, Héctor Ortega pudo comenzar el retorno a Venezuela junto a otros seis connacionales, luego de que gastara los $400 que tenía para regresar al país.
“Salimos a las 2 de la tarde del primero de enero rumbo a Bogotá. Allí hicimos la transferencia a Riohacha -al norte de Colombia-, donde llegamos como a las 5:30 de la tarde. Como era primero de enero, a esa hora estaba cerrado el terminal de Riohacha, así que nos trasladamos a Maicao, desde donde salen buses hacia Maracaibo”, describió.
Tras dos horas de viaje, pernoctaron esa noche y el 2 de enero siguieron con su viaje por vía terrestre. “Partimos a las 6 de la mañana y, como la frontera está cerrada, tuvimos que pasar por trochas. En cada una de esas trochas hay alcabalas ilegales con hombres armados, a los que tuvimos que pagar vacuna. Ya en el camino hacia Maracaibo fueron como ocho alcabalas más y también tuvimos que pagar vacuna para que nos dejaran tranquilos”, narró.
Después continuó su recorrido hasta el estado Lara, donde lo esperaba su esposa e hija de 3 años de edad. “Prácticamente necesité dos días para completar todo el viaje”, añadió.
Por su parte, Jennifer Sifontes, vocera de Venex Curacao, reconoció que es difícil contar con la cifra exacta de los venezolanos que permanecen en refugio en esa isla, ya que “algunos se van y otros llegan”.
“Un grupo había entregado todo para irse definitivamente a Venezuela. Esas personas decidieron quedarse con amigos o familiares que están en la isla, pero con el paso de los días la carga se hace pesada y han comenzado a llegar al campamento”, dijo.
Con información de Maduradas