Adoptaron a una niña rusa pero la regresaron a su país tras mostrar una conducta perversa
Imagen referencial. Fuente: Maduradas
Una niña rusa de 9 años fue adoptada por una pareja estadounidense en 1997, pero sus padres adoptivos tuvieron que devolverla a su país luego de que ella mostrara una conducta atemorizante y perversa.
La menor presuntamente trató de arrojar a su hermano menor desde una terraza de 9 metros de altura, por lo que tuvieron que llevarla de regreso a Rusia donde la dejaron en un instituto psiquiátrico infantil cerrado.
Troy Roberts, colaborador de «48 Hours» hizo una crónica del desarrollo de la historia de esta niña para un programa titulado «The Perfect Child» emitido en el año 2000, ahora, dos décadas después se reunió con esta chica en Carolina del Norte, cerca de donde ella vive.
La chica que ahora tiene 33 años ofreció detalles sobre su viaje desde un pabellón psiquiátrico cerrado en Rusia hasta llegar a Estados Unidos.
Todo comenzó cuando la pareja, Crystal y Jesse, viajaron hasta un orfanato ruso con la esperanza de adoptar a un niño cariñoso, estaban emocionados, y finalmente adoptaron a dos niños: Caralee y Joshua.
Sin embargo, poco después de regresar con los niños a Estados Unidos la niña comenzó a comportarse mal.
En ese momento los padres describieron su comportamiento: «La veíamos mirando a la distancia sin comprender en un estado de trance… Había frialdad en ella y rabia«.
La niña reconoció que escuchaba voces y alucinaba, luego de esto Caralee intentó arrojar a su hermano desde una terraza.
«Ella lo tenía en sus manos e iba a tirarlo por la terraza… Y empecé a gritar: ¡Bájalo, Caralee!», contó Crystal en ese momento.
Incluso recordó que le preguntó qué estaba haciendo con su hermano y la niña respondió: «Lo voy a matar».
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La pareja llevó a Caralee con varios psiquiatras, uno de los especialistas que la atendió la describió como un «riesgo de homicidio» y consideró que podía representar un peligro para toda su familia. La niña recibió tratamiento durante meses, pero no mejoraba.
La pareja acusó a la agencia que los ayudó a encontrar a la niña de ocultarles sus problemas mentales, pero la agencia negó los cargos.
Finalmente la pareja se quedó sin opciones y decidieron devolverla a Rusia, a un centro psiquiátrico infantil, donde los médicos se encargarían de atenderla.
Roberts siguió el caso hasta que la niña fue enviada a Rusia, y dos décadas después se preguntaba qué pasó con ella.
Increíblemente, la niña se acercó a Roberts el verano pasado, ahora se hace llamar Sabrina, y está casada con un hombre llamado Philip Caldwell, con quien tiene cuatro hijos.
Roberts le preguntó sobre aquel incidente con su hermano: «Entonces, ¿estabas alucinando en ese momento?», a lo que ella respondió: «No … no veo las cosas».
Para Sabrina sus padres adoptivos favorecían a su hermano y no veían en ella a la hija que querían tener.
Sobre aquel incidente justificó que solo tenía problemas para hacer que su hermano bajara los escalones como se lo había pedido su madre adoptiva e insistió en que nunca intentaría hacerle daño.
Sobre su nueva vida, explicó: «Tengo un esposo increíble. No puedo agradecer lo suficiente a Dios por él. Tengo hijos increíbles. Pero si no pasara por lo que pasé, no tendría eso«.
Con información de Maduradas