La cruda confesión de Adalberto Peñaranda: “Iba directo al precipicio”
El Madrid lo espió siendo un juvenil, en el Granada tiró la puerta abajo en Primera y formó ataque con la absoluta de Venezuela junto a Salomón Rondón. Pero, de repente, su estrella se fundió. Admite que por su culpa. Y también que, con el escarmiento bien presente, viene para ser el que ya fue. Peñaranda (Mérida, Venezuela, 1997) se agarra a la UD y afila los colmillos.
-P: ¿Qué hace un jugador como usted en Segunda División?
-R: Ya dije que vengo de años malos en los que, por errores que cometí, por cosas que hice y de las que tengo la culpa, no he tenido la posibilidad de rendir ni dar mi fútbol. La UD se interesó por mí el año pasado, volvió a hacerlo ahora y es el que club que, después del Granada, más me ha querido y más me está cuidando. Mi carrera se iba directa al precipicio y ha aparecido esta oportunidad, que para mí es de oro. No se arrepentirán. Lo comenté con mi agente, con mi familia, con mi padre. Mi padre me dijo que no me lo pensara. Y aquí estoy. Siento que estoy en el mejor lugar en el que puedo estar.
-P: Se le ve en los entrenamientos y en los partidos como si no hubiera mañana, peleando todos los balones, dejándose los pulmones en cada carrera…
– R: Es la primera vez desde que salí del Granada que puedo completar una pretemporada desde el inicio y con normalidad. Encima, venía de dos semanas de entrenamientos con el Watford. Tengo unas sensaciones realmente buenas, me veo con fuerza, me responden las piernas. Claro que de mentalidad vengo a por todas. Todos los sentidos e ilusiones los he puesto en la UD, en poder recuperar mi nivel. No me considero un jugador de Segunda División, pues ya antes demostré que puedo estar más arriba, pero toca demostrarlo.
– P: Por lo que dice va a llegar al estreno liguero a tope. ¿Desde el mismo arranque del calendario se puede esperar la mejor versión de Peñaranda?
– R: Sí. Queda tiempo todavía para estar todavía mejor y seguro que voy a estar a disposición del entrenador en un estado físico perfecto.
– P: Habla de su pasado, de sus errores… ¿Qué lección extrae de esos momentos de los que se arrepiente?
– R: Soy el responsable de lo que me ha ocurrido. Lo asumo. Sé que debo tener otra actitud y en eso estoy. Todo va a ir a mejor.
– P: Porque tiene todo el tiempo del mundo…
– R: Así es. Tengo 24 años y pienso que me quedan muchas cosas por hacer en el fútbol. Todo me ha ido muy rápido. Ahora, en la UD, tengo el convencimiento de que se hablará de mí por lo que haga en el campo y no por lo que pase por fuera. Quiero devolver la confianza que han puesto en mí de la manera que mejor sé, jugando.
Lea también: Venezuela perdió ante Irán en su segundo juego de voleibol olímpico
– P: ¿Con el ascenso como objetivo claro?
– R: Todos queremos lo mejor para la UD, pero debemos ir paso a paso. No es bueno pretender saltarse los tiempos. Estamos enfocados en el primer partido, que es el importante. Y, a partir de ahí, claro que queremos crecer y colocar al equipo arriba. Pero, insisto, paso a paso. Queda mucho por delante y es tan importante empezar bien como luego tener una regularidad.
– P: ¿Y de goles? ¿Se fija una producción?
– R: Me he marcado un objetivo, pero me lo guardo. A final de temporada espero poder decir que se cumplió.
– P: ¿Dónde se ubica a Peñaranda en el campo para que pueda rendir a plenitud?
-Siempre me ha gustado arrancar desde la banda izquierda, aunque el míster, que está probando con varios sistemas, me ha puesto como delantero. Quizás siendo el referente arriba, al tener que recibir de espaldas y descargar a un compañero, no pueda explotar mi fuerte con la velocidad. Pero yo he venido aquí a ayudar a la UD. Si el técnico me pone en la izquierda, perfecto. De defensa, igual. De portero, también. Quiero jugar, sentirme útil para los compañeros.
– P: ¿Ya tuvo tiempo de hablar con Salomón Rondón sobre esta experiencia que está iniciando?
– R: Sí, ya pudimos contactar. Rondón es mi amigo y me habló de lo mejor del club, de la ciudad, de todo…
Con información de La Patilla