La alarmante opción de las embarazadas en Venezuela en tiempos de pandemia: parir en casa (+Detalles)
Ángela Contreras es una mujer tachirense de 54 años. Su hija Xiomara, de 21 años, está embarazada y en dos semanas tendrá a su segundo hijo. Ambas se preparan para tener un parto en casa: una como parturienta y otra como partera improvisada. La razón de esta decisión es que aseguran que corren menos riesgos de contraer Covid-19 y no deben gastar dinero para insumos médicos.
“Estoy preparada. Si tengo que hacerlo, lo hago, lo hago en mi casa. Mi abuelita era partera y me enseñó que al nacer el bebé se debe cortar el cordón umbilical con cuatro dedos de protección. Tengo listas las cosas que necesito, como el alcohol, algodón y una tijera limpia”, comenta Ángela Contreras, con la certeza de saber de memoria las enseñanzas de su abuela.
La joven de 21 años dejó de ir a consultas de control con una ginecobstetra por temor al contagio del virus, pues el Hospital Central de San Cristóbal es el centro centinela de atención a quienes tienen la enfermedad del nuevo coronavirus. A ello suman que lo requerido para comprar un kit de cesárea en dicho centro asistencial cuesta 250 mil pesos colombianos, equivalentes a 73 dólares. “Si a eso sumamos lo que cuesta contagiarse del coronavirus es demasiado dinero que no tenemos. Mi mayor miedo es el COVID-19 y no quiero que vayamos a correrlo”, dijo Contreras.
“Parir en casa es muy grave, no es seguro”
Aunque la mujer de 54 años habla de atender un parto en casa sin temor ni riesgos, el médico Andrés Flores, trabajador del Hospital General de Táriba, considera esto como una situación “grave”.
“Mucha gente lo ve bien, pero se debe pensar en que no se sabe qué riesgo pueda tener o pueda presentarse en el momento del parto. Fuera de un hospital no hay manera de controlar una hemorragia postparto, por ejemplo. En caso de ser necesario, porque la mamá no logró llegar a un centro asistencial, inmediatamente debe ser llevada al hospital para revisar si tiene desgarro en el canal vaginal, porque casi siempre los hay. Hay que revisar que a la mamá no le quedó sangre dentro del útero”, explicó Flores.
El especialista detalló que los niños que nacen fuera del hospital y luego son ingresados se consideran potencialmente sépticos y deben hacerle diversos exámenes para descartar cualquier tipo de shock o problema al momento de nacer, al no recibir revisión médica inmediata.
“Si cortan el cordón umbilical con un instrumento que no esté esterilizado ya es un potencial riesgo de sepsis y un bebé puede tener infección rápidamente. Si un niño no se atiende a tiempo se puede morir o se puede enfermar. Parir en casa es muy grave; de verdad no es seguro”, aseveró Flores.
Parteras impulsan el parto en casa
La posición respecto al parto en casa de Reina Zambrano, partera tachirense desde hace cinco años, es distinta. Asegura que dar a luz en el hogar es la situación más natural y saludable para la mamá y su bebé, pues así era como se hacía en la antigüedad.
“La medicalización del parto es algo muy novedoso para la historia humana. Hace muy pocos años es que se hace en hospitales. Ancestralmente, y desde que se conoce, las mujeres parían en sus viviendas, con sus familiares y en el espacio que las hace sentir más cómodas. Ahora tú entras a una clínica u hospital y te quedas totalmente sola en un ambiente que no conoces, en un lugar frío, y, en realidad, ese es un momento que le pertenece a la familia”, precisó Zambrano.
Para que un parto sea seguro en casa recomienda que la mamá no haya tenido ningún tipo de problema durante las semanas de gestación y que en su control mensual garantice que todo se ha desarrollado correctamente. Además, en los partos en casa pide a las familias tener “un plan B”, en caso de que ocurriese alguna complicación. Sin embargo, asegura que es necesario que la partera tenga conocimientos en enfermería para atender, en primera instancia, cualquier problema.
Zambrano es madre de dos hijos, ambos nacieron en hospitales, pues con el primero no tenía conocimientos del parto en casa y en el segundo el miedo se apoderó de ella, por lo que acudió al hospital. Su recomendación, en estos casos, es siempre tener las herramientas para aplicar el plan B y estudiar y entender cómo se logra un parto seguro en casa.
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“Debe hacerse con presencia de médicos”
Por su parte, la doctora Ángeles Suárez, médico ginecobstetra que atiende partos en casa, indicó que esta modalidad debe ser normalizada, pues antiguamente así era como las mujeres traían al mundo a sus pequeños.
“Es más cómodo estar en el hospital, pero es necesario que se hable con naturalidad sobre el parto en casa. Si una gestante no tiene ningún problema que amerite intervención puede dar a luz en su hogar, siempre y cuando se cumplan las medidas de seguridad que garanticen la vida de ambos, pues las complicaciones no pueden predecirse”, explicó Suárez.
Para que un parto en casa sea seguro, a juicio de la doctora, debe obligatoriamente haber un pediatra puericultor, un obstetra, una doula o matrona que acompañe a la mamá en el trabajo previo, garantizar una ambulancia en la residencia como medida preventiva y un vehículo particular para el traslado de familiares en caso de requerir ir hasta el hospital.
En medio de los problemas con los servicios públicos en Venezuela y la pandemia por COVID-19, Suárez recomienda pedir la desinfección del espacio donde se atendería el parto, limitar el tránsito de personas de la familia y asegurarse que hay agua almacenada en caso de que falle por tubería.
“Los médicos que asistimos partos en casa llevamos los instrumentos necesarios ya esterilizados. También pedimos a las familias medicamentos necesarios en caso de cualquier contratiempo que pueda presentarse para dar atención primaria antes de ir al hospital o clínica”, detalló.
Aunque apoya el parto en casa, prefirió no detallar cuáles medicamentos se deben tener por temor a que sean utilizados de manera incorrecta. Hizo énfasis en que, para tener un parto en casa, es obligatoria la presencia de médicos especialistas que aseguren la vida de la madre y el bebé y que no se haga de manera improvisada.
“Con los contagios por COVID-19 es normal que las mujeres prefieran parir en casa, pero deben tener una gestación sin problemas. No hacerlo sin médicos, porque, aunque hay quienes tienen conocimientos en partos, no los tienen en medicina y entonces puede que estén evitando contagiarse del coronavirus, pero ponen en riesgo la vida de la madre”, precisó Suárez.
RIESGOS DE PARIR EN CASA
La Asociación Americana de Pediatría señala como los principales riesgos de parir en casa:
–Hemorragia materna
-Hipertensión
-Problemas para expulsar la placenta luego de la salida del bebé
-Hipoxia fetal, que representa la falta de oxígeno en el neonato.
Variaciones de precios
Según investigó El Pitazo, un ginecobstetra cobra 200 dólares para atender un parto en casa, un pediatra 150 dólares y una doula entre 80 y 120 dólares, dependiendo del tiempo de acompañamiento. El alquiler de una ambulancia oscila entre los 50 y 150 dólares y los medicamentos pueden costar hasta 100 dólares. En total, un parto en casa puede valer hasta 720 dólares.
Mientras que, en una clínica privada, el precio de un parto vaginal oscila entre los 800 y 1.200 dólares; una cesárea cuesta desde 1.500 dólares hasta 3.000 dólares. Aunque en el Hospital Central de San Cristóbal es gratuito, las familias deben llevar todo lo necesario para ser atendidas, pero como apunta la doctora Suárez, quienes tienen los recursos optan por parir en casa por temor a contagiarse de COVID-19.
Aunque hay posturas diferentes entre los entrevistados, coinciden los médicos en que para tener un parto en casa se debe tener obligatoriamente presencia de especialistas que garanticen la vida de madre y recién nacido; de lo contrario, los riesgos pueden ser mortales para ambos.
Con información de El Pitazo