Así trabajan en Perú las redes de tráfico ilícito de migrantes venezolanos (+Fotos)
Pese a todas las fronteras en Latinoamérica fueron cerradas desde inicios de la pandemia por el covid-19, muchas familias de migrantes venezolanos han continuado ingresando al Perú por Tumbes.
El diario El Comercio, realizó un reportaje en el que describe cómo operan las redes de tráfico ilícito de migrantes venezolanos en Perú.
El medio local asegura que todo comienza a casi un kilómetro del control migratorio de Carpitas, en Tumbes, donde un mototaxi se encarga de trasladar, por una trocha escondida hasta la Panamericana Norte, a los venezolanos.
Allí, los espera auto en el que suben los inmigrantes y desaparecen con rumbo al sur.
Según la fiscalía, se han identificado a bandas de tráfico ilegal de personas que se han aprovechado de la necesidad y vulnerabilidad de los venezolanos para cobrarles cupos y hacerlos ingresar irregularmente al país.
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“Desde la cuarentena y hasta la fecha, tenemos un aproximado de 35 casos de tráfico ilícito de migrantes denunciados”, explica Roberto Villacorta, titular de la Fiscalía de Trata de Personas de Tumbes.
El fiscal precisa que, a partir de julio, cuando se flexibilizó la cuarentena obligatoria y se redujo el resguardo militar en la zona, los casos fueron en aumento. Hasta el momento, no hay detenciones.
“Tenemos una investigación reservada, pero se sabe que incluso hay venezolanos que se estarían encargando de promover el ingreso ilegal de sus conciudadanos”, dice.
El recorrido
Primero, cruzan el Canal Internacional, que divide al Perú y Ecuador. Lo hacen a través de unos puentes artesanales hechos a base de maderas y, a veces, incluso con material resistente como piedras y cemento.
Una vez en Tumbes, las familias venezolanas, muchas de ellas con menores de edad, emprenden una caminata por la carretera con dirección al sur. Algunas ingresan a la ciudad de Tumbes, otras caminan por horas hasta Punta Sal. Ahí otros mototaxis los llevan por una trocha que pasa por detrás del control migratorio de Carpitas.
Finalmente, son embarcados en la Panamericana Norte hacia Piura, Lima y otras ciudades del país, e incluso a Chile.
Las familias venezolanas, muchas de ellas con menores de edad,emprenden una caminata por la carretera con dirección al sur.
Con información de Maduradas