Revelan que partido Tupamaros estuvo detrás de una protesta en Yaracuy por los servicios públicos
En la ciudad de Urachiche, por mucho tiempo un bastión de apoyo del Partido Socialista Unido de Venezuela, una estación de radio comunitaria transmitió durante todo septiembre mensajes en los que se pedía protestar por la decadencia de los servicios públicos y la escasez crónica de gasolina.
En un marcado contraste con las típicas protestas callejeras, el hombre que condujo la manifestación fue el activista Edito Hidalgo, del partido Tupamaro, un estrecho aliado del presidente Nicolás Maduro.
“Nuestro pueblo tiene derecho a vivir. Queremos eficiencia en los servicios públicos”, dijo Hidalgo en la sede municipal de la localidad de 20.000 habitantes, flanqueado por decenas de manifestantes que exigían un mejor acceso al agua, la luz y combustible.
La marcha del 22 de septiembre en Urachiche terminó pacíficamente. Pero al día siguiente, algunos pueblos cercanos del estado Yaracuy se convulsionaron con manifestaciones que las tropas dispersaron con gases lacrimógenos y balas de goma.
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En una semana, protestas similares se habían extendido por todo el país, desde el estado de Zulia hasta Sucre, en el este, antes de que un despliegue de funcionarios de seguridad leales al régimen las detuviera.
Los disturbios revelaron cómo el corazón agrícola de Venezuela sigue siendo un polvorín para el malestar social y que incluso los incondicionales del Partido Socialista están perdiendo la paciencia con las privaciones causadas por una crisis económica de seis años, que se ha acelerado por una cuarentena que ya lleva seis meses por el coronavirus.
En entrevistas con una decena de personas en Urachiche y los pueblos cercanos de Yaritagua y Chivacoa, los residentes describieron la ira y el cansancio por la lucha diaria por arreglárselas sin servicios básicos.
Durante una visita a cuatro ciudades de Yaracuy a principios de octubre, las protestas habían cesado. Tropas y vehículos militares permanecían desplegados en las calles.
Hidalgo, en una entrevista telefónica con Reuters, dijo que la marcha que encabezó no tenía relación con las manifestaciones que siguieron, y dijo que los ciudadanos están enojados por la falta de servicios básicos y la dificultad para obtener alimentos.
“Nuestra marcha fue totalmente pacífica. Nuestro pueblo anda con los ojos muy hondos porque no tiene proteína”, agregó.
Con información de Maduradas