La triste muerte del actor que interpretó a “Tinky Winky”, el personaje más polémico de los “Teletubbies”
Nadie que haya tenido un televisor en su casa en las últimas dos décadas puede sentirse indiferente ante el programa infantil británico creado por la BBC llamado “Teletubbies”. Lo más saliente del show era que los personajes saludaban a los niños en su idioma: “Oaaa”. Y en la fila de la verdulería el comentario apuntaba a si los cuatro personajes no convertían a los niños y niñas en potenciales “estúpidos”.
Pero esa no fue la única acusación que recibieron los Telettubies. El más apuntado fue el bueno de Tinky Winky, el mayor de los cuatro. Pero adentro del traje morado había un hombre que le daba movimiento y vida -en definitiva- al personaje, que tuvo un triste final.
Simon Shelton Barnes murió cuatro días después de haber cumplidos 52 años, el 17 de enero de 2018, solo, tirado en la calle, a causa de una neumonía que se generó por una hipotermia debido a las bajas temperaturas que se vivieron ese invierno en Liverpool, en Inglaterra y en toda Europa.
“Simon tenía un historial médico de dependencia al alcohol. Su cuerpo fue encontrado entre el edificio Port of Liverpool Building y la calle. Es probable que la combinación de alcohol con la temperatura de tres grados bajo cero causaron su muerte”, informó una jueza en aquél momento.
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Shelton interpretó al personaje durante 14 episodios entre 1998 y 2001, la mejor época del emblemático programa de la BBC. Mark Heenehan se puso el traje morado en 186 episodios y Dave Thompson en otros 55 entre 1997 y 2001.
Barnes se había formado como bailarín y coreógrafo en Estados Unidos y soñaba con triunfar en los musicales del West End londinense. Así que cuando en 1997 firmó un primer contrato de seis meses con la BBC, no podía imaginar que aquel enorme disfraz morado acabaría convirtiéndose en su segunda piel.
Fueron necesarias varias entrevistas y siete audiciones para lograr el papel de Tinky Winky. “Aunque nunca sospeché que el programa llegaría tan lejos”, reconocería el actor británico, aunque “sabía que se trataba de un proyecto muy especial”.
Llegó para reemplazar al humorista Dave Thompson, que fue expulsado de la serie por su “comportamiento inapropiado”. Shelton grabó su primer episodio en pleno verano y al aire libre, por lo que tenía que parar para beber agua y refrescarse. Su traje medía tres metros y pesaba unos 30 kilos. “Lo pasé muy bien interpretando a mi personaje a pesar del enorme calor, que me hacía sudar dentro del traje”, contó luego.
El actor se había divorciado de Emma Robbins, madre de sus tres hijos, y compartía vivienda con Judith Tynan, prima de su ex mujer, en la península de Wirral.
Shelton solía bromear sobre su condición de teletubby anónimo. “Era un trabajo algo disparatado, pero le dio cierta fama. Nos reíamos mucho con las anécdotas de Tinky Winky”, contó Tynan.
La identidad de los Teletubbies no se desveló hasta que la serie cumplió 10 años al aire. “Fue una experiencia maravillosa”, llegaría a decir el intérprete. “Me sentía como si formara parte de Take That o de los Beatles”.
“La gente me pregunta si Tinky Winky es homosexual”, explicó en el momento de la polémica. “Pero se supone que el personaje tiene tres años, así que la pregunta resulta estúpida“, sentenció.
Coincidiendo con el aniversario de los Teletubbies, Andy Medhurst, una profesora de la Universidad de Sussex, escribió una carta a la revista The Face advirtiendo del engaño al que eran sometidos los niños. Es que algunos medios habían ubicado a Shelton como icono gay, ya que Tinky Winky vestía de morado, usaba bolso y lucía un triángulo invertido en la cabeza.
El triángulo rosa es un símbolo para el colectivo LGBTQ. En la Alemania nazi en la década de 1930 y 1940, fue una de las insignias en los campos de concentración para distinguir a los hombres homosexuales, bisexuales y mujeres transgénero. En la década de 1970, resurgió como un símbolo de protesta contra la homofobia y del activismo gay y fue adoptado por la comunidad LGBTQ como un símbolo popular del orgullo y el movimiento de derechos LGBTQ.
En 1999 el predicador evangelista estadounidense Jerry Falwell pidió a sus seguidores que boicotearan la serie por que promovía la homosexualidad. Dijo que podría ser moralmente dañino para los niños. “Él es violeta, el color del orgullo, y su antena tiene la forma de un triángulo, el símbolo del orgullo gay“, escribió en el National Liberty Journal.
En tanto, en Polonia la defensoría del menor también intentó investigar si este teletubbie “fomentaba” la homosexualidad, pero tuvo que dar marcha atrás ante el rechazo de la Comisión Europea. El programa se vio obligado a emitir un comunicado en el que aclaraba que Tinky Winky no era más que “un dulce y tecnológico bebé con un maletín mágico”.
El capítulo piloto de los Teletubbies fue emitido el 31 de marzo de 1997 y batió récords de audiencia en Gran Bretaña. Esa misma Navidad el single del programa “Say Eh-oh!”, se impuso a las Spice Girls como número uno.
Tras ser bendecido por la crítica con un premio Bafta, varias cadenas extranjeras compraron los derechos del programa, que alcanzó los 1.000 millones de espectadores en todo el mundo.
Los personajes eran muñecos grandes y redondeados, con grandes orejas y un tubo en la cabeza con forma de antena. Pero eran reconocibles sobre todo porque cada uno de ellos tenía un color. Tinki Winky (morado), Dipsy (verde), Laa-laa (amarillo) y Po (rojo).
Los cuatro vivían en un jardín con el pasto perfectamente cortado y un sol enorme con la cara de un bebé que brillaba en el cielo. Comían tubipapilla y tubitostadas, jugaban y en sus barrigas se proyectaban videos de niños que eran convocados a participar del programa: mostraban a sus mascotas, o cómo habían aprendido a andar en bicicleta o a pintar con témperas.
Con información de La Patilla
Que lastima de verdad, a mi me encanto ese programa, era tan refrescante y tierno….abaaacho, y se abrazaban los 4….