Este médico estuvo aislado por 27 días en un CDI por sospechas de Covid-19 (+Detalles)

Foto: Archivo.

En un Centro de Diagnóstico Integral (CDI), en el 23 de Enero (Caracas), fue internado un joven médico por 27 días, sin evidencia concreta de que estuviera contagiado con el Covid-19. El afectado relató que solo le informaron que la medida se trataba de una “orden de arriba”. 

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De acuerdo a sus testimonios, reseñado en el portal web de El Estímulo, preguntó por la prueba en la cual se confirmara que estaba infectado, pero esta nunca le fue mostrada. “Quiero el resultado de mi PCR”, insistió Fernando, quien vio sus pruebas rápidas negativas.  

Agregó que en el CDI lo recibieron dos médicos cubanos: “Ve a la segunda habitación. Ponte cómodo”, le dijeron.  

Un par de horas más tarde, uno de los cubanos le entregó los medicamentos que debía tomar. Cloroquina, Kaletra (un antirretroviral) e Interferón, un antiviral hecho en Cuba cuya eficacia en el tratamiento del COVID-19 no ha sido comprobada.

“Son estimulantes del sistema nervioso central”, le dijo el cubano. Pero Fernando admitió saber qué es cada uno. Y también señaló que tenía una idea clara de los posibles efectos secundarios. Sin embargo, le indicaron que debía empezar a tomarlos de una vez: “Sin comer, sin un protector gástrico”. Enfatizó que negarse no era una opción.  

Los cubanos le dejaron claro, que si quería salir del lugar, tenía que tomar el tratamiento completo. Si se negaba lo amenazaban con pasar el reporte. Si se fugaba, igual. Y si lo agarraba la policía, lo regresaban al CDI y al terminar el tratamiento lo metían preso. 

La segunda indicación del cubano todavía sorprende más a Fernando: “Es un tratamiento de 14 días, pero me dijeron que debía tomarlo en una semana. Tomaba ocho pastillas diarias, en lugar de cuatro. Si no pides Omeprazol, no te lo dan. Tenía que insistir y al final me daban solo un poco y debía administrarlo”. 

Asimismo, contó que con la primera dosis de Interferón lo tumbó. Literalmente: “Convulsioné. Me desmayé. Perdí la memoria de corto plazo, no recordaba nada de los dos días antes de llegar al CDI”. 

“La cloroquina y la Kaletra me hicieron alucinar y me provocaron mareos, vómitos y pérdida del apetito. Cuando me vieron así, lo único que hicieron fue permitir que no me tomara las pastillas una mañana, pero alargaron hasta ocho los días de tratamiento”, aseveró.  

Fernando afirmó que lo importante para los cubanos era el número de pastillas: tenía que tomárselas todas y cuanto antes, mejor. Eso, pese a no manifestar ninguno de los síntomas de Covid-19.  

Apenas comenzó a recuperarse de los estragos producidos por los fármacos, Fernando presionó para que le hicieran una nueva PCR o al menos una prueba rápida que demostrara que estaba sano y así tratar de acelerar su salida. Pero, esto no sucedió porque la “orden de arriba” era que permaneciera 14 días en el CDI.  

El 5 de junio, finalmente le practicaron la PCR, en la cual resultó negativo, pero inicialmente antes de aprobar su salida le informaron que debía repetir la prueba. El mecanismo cambió y lo dejaron irse.  

“Te dan un papel, una cosa muy mamarracha escrita por alguien, donde dice que cumpliste el tratamiento y que estás negativo. Eso lo tienes que presentar ante el consejo comunal del lugar donde vives. Te dan eso y te dejan en la puerta y ahí ves cómo resuelve”, sostuvo Fernando. 

Con información de El Estímulo.

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