Militar del régimen capturado por espionaje en Colombia será juzgado en ese país y no en Venezuela

Imagen referencial. Fuente: El Nacional

Este miércoles 11 de junio fuentes del gobierno colombiano le confirmaron al diario  El Tiempo que se frenó la expulsión del país de Gerardo José Rojas Castillo, ciudadano venezolano, capturado en la noche en un puesto de control instalado en la Ye de Corazones, en la vía que comunica de Valledupar a La Guajira.

Aunque inicialmente se había dado la orden de expulsarlo, se estableció que luego se suspendió el proceso para que el ciudadano sea judicializado en Colombia.

Rojas Castillo fue trasladado por Migración Colombia, vía terrestre de Valledupar a Paraguachón (La Guajira), zona de frontera, donde sería entregado a las autoridades migratorias del país vecino, pero en caso de que lo expulsen, el hombre no podrá ingresar al país por 10 años.

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De acuerdo con el Ejército, luego de un trabajo de contrainteligencia, por más de un año, se concretó la captura de Rojas Castillo, quien hace parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

Rojas Castillo ingresó al país en calidad de refugiado, en febrero de 2019 «con la misión de desarrollar actividades de espionaje a las unidades militares en el territorio nacional, especialmente sobre los departamentos de La Guajira y Cesar», afirmó el Ejército en un comunicado.

Reportan las autoridades que en el momento de la captura de Rojas, él tenía documentos que lo acreditan como militar activo en el grado de sargento segundo, «identificado como Gerardo José Rojas Castillo, procedente de la ciudad de Carora, del estado Lara, Venezuela, información que él mismo posteriormente confirmó».

El militar venezolano cuenta con cursos en la Dirección General Contrainteligencia Militar del país vecino, así como cursos de Cazador, Fuerzas Especiales o Caribe, curso de Paracaidista, curso de Mando y conducción y curso de Infiltración.

Señala el Ejército que Reyes «fingía ser el dueño de un puesto de venta de jugos frente a instalaciones militares -ubicadas en Valledupar- y, posteriormente, logró ingresar a una empresa de Transportes de Valledupar como vigilante de seguridad, donde podía observar de forma permanente los movimientos externos del Cantón Militar de la Décima Brigada Blindada».

Este diario estableció que la mamá y la esposa del militar expulsado residen en Colombia.

Con información de El Nacional