Estos son los seis fármacos más prometedores para combatir el coronavirus
Desde la aparición de primeros casos de coronavirus en diciembre de 2019, pasando por la declaración de pandemia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta superar ampliamente la barrera del millón de infectados, el nuevo SARS-CoV-2 puso en jaque al sistema sanitario global y tiene a los investigadores de las principales farmacéuticas corriendo una carrera contra el tiempo en busca de un tratamiento efectivo contra esta nueva enfermedad.
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El 18 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el que ya es el mayor ensayo clínico en la búsqueda de un tratamiento eficaz contra el nuevo coronavirus. El director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que para encontrar más rápido potenciales tratamientos y medicamentos para combatir el coronavirus, comenzarían un estudio global para investigar y analizar tratamientos todavía no probados.
El megaensayo, al que llamaron Solidaridad, probará cuatro de los tratamientos más prometedores e incluirá miles de pacientes de al menos diez países, aunque se espera que muchos más se unan tras su inicio.
Los primeros en ofrecerse para las pruebas fueron Argentina, Bahrein, Canadá, España, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, Suiza y Tailandia, que tomaron medidas muy diferentes para enfrentar la pandemia y con muy diversos resultados. “Cuantos más países se sumen, más rápido tendremos los resultados”, dijo Ghebreyesus.
En simultáneo, en Europa, el ensayo bautizado Discovery -lanzado el 22 de marzo- incluirá 3.200 pacientes de Alemania, Bélgica, España, Francia, Holanda, Luxemburgo y el Reino Unido, a los que se les administrará uno de los cuatro tratamientos en estudio de forma aleatoria.
Las moléculas a prueba
Remdesivir
Es un antirretroviral de amplio espectro desarrollado por Gilead tras más de 10 años de investigación, que demostró actividad en modelos animales contras múltiples patógenos virales emergentes incluyendo ébola, marburg, MERS y SARS1. Estos dos últimos son también coronavirus y tienen estructuras similares al virus que causa COVID-19. Los datos preclínicos de remdesivir en MERS y SARS indican que puede tener actividad contra el nuevo coronavirus.
España tiene un papel relevante en el programa de desarrollo de remdesivir, ya que participa en dos ensayos clínicos que se están realizando en 13 hospitales de ese país, y que estudian la eficacia y seguridad de este fármaco en pacientes infectados con sintomatología moderada y con sintomatología severa. Además, Gilead también colaboró con el estudio Solidaridad aportando su experiencia científica y donando la medicación, estudio en el que participan 11 hospitales españoles.
“Esperamos mucho de esta molécula”, puesto que “los primeros resultados in vitro fueron muy buenos”, comentó el virólogo Bruno Lina, profesor de virología en el CHU de Lyon (centro).
Hidroxicloroquina
La hidroxicloroquina y su análogo, la cloroquina, derivan de la quinina, que los químicos franceses aislaron en 1820 de la corteza del árbol de la cinchona, según Medicines for Malaria Venture. En 1934, científicos alemanes crearon la cloroquina sintética como parte de una clase de antipalúdicos, dijo MMV. La hidroxicloroquina es la versión menos tóxica de la cloroquina.
Es un principio activo antimalárico, utilizado también en patologías autoinmunes como la artritis reumatoidea y el lupus.
Se trata del esquema que mayores esperanza despierta, entre otros motivos por ser económico, de fácil y rápida producción y actúa por diversos mecanismo de acción.
Está presente en distintos protocolos de investigación, y los reportes de casos de distintos profesionales se multiplican a diario, observándose los mejores resultados en pacientes en etapa temprana.
Además, demostró potencialidad de actuar en forma preventiva, según un estudio de Universidad de Minnesota (esquema sólo hidroxicloroquina en profesionales de la salud) y otro estudio en Ankara, Turquía (esquema combinado con zinc a diario más hidroxicloroquina cada tres semanas).
Los resultados no significativos se están dando en pacientes con sintomatología muy avanzada.
Éste medicamento fue incluido en los estudios a petición de la OMS y del estado francés. “Nos pareció lógico añadirlo puesto que nos proporcionaron datos recientes, sobre todo de un estudio chino del 9 de marzo publicado en la revista de infectología más importante de los Estados Unidos, con varios argumentos de peso”, aseguró Florence Ader, quien comanda el ensayo europeo.
¿Por qué hidroxicloroquina en vez de cloroquina? Las dos moléculas actúan de la misma manera, pero la primera presenta menos riesgos de toxicidad, según Lina.
Lopinavir combinado con ritonavir
Son dos fármacos son fundamentalmente antirretrovirales que se están usando ya en el tratamiento para la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Se trata del “reciclaje” de un medicamento contra el VIH, que “consiste en bloquear la reproducción del virus”, según los investigadores. “Nos dimos cuenta de que en el tubo de ensayo funciona”.
Esta combinación ya fue probada en China, pero con resultados mitigados, sobre todo porque muchos enfermos “fueron incluidos muy tardíamente, incluso a veces después del décimo día de la enfermedad”, según Lina. El ensayo Discovery será pues “complementario”.
La misma combinación (lopinavir/ritonavir) asociada al interferón-beta
Esta asociación es juzgada interesante puesto que la enfermedad del COVID-19 comprende dos fases: una virológica, “para la cual se cree que los antivirales pueden tener un efecto importante” y otra con “un síndrome inflamatorio que puede suscitar degradaciones a nivel pulmonar y esperamos que el interferón bloquee este proceso inflamatorio”, explicó el virólogo.
El uso de lopinavir/ritonavir junto a interferón beta es uno de los llamados tratamientos para “uso compasivo experimental”: son terapias cuyo uso puede ser solicitado cuando no existen alternativas terapéuticas disponibles, habitualmente en enfermedades graves o potencialmente mortales.
Anticuerpos monoclonales
Representan una línea de tratamiento diferente a los antirretrovirales y medicamentos contra la gripe que también surgieron como posibles defensas contra la enfermedad.
Los anticuerpos monoclonales, copias producidas en laboratorio de un solo tipo de anticuerpo, constituyen una forma de inmunoterapia. Acompañan a ciertas proteínas en un virus, neutralizando la capacidad del patógeno para infectar células humanas.
El año pasado, el REGN-EB3 de Regeneron, un cóctel de tres anticuerpos monoclonales, demostró aumentar significativamente las tasas de supervivencia entre los pacientes con ébola en la República Democrática del Congo.
La farmacéutica modificó genéticamente ratones para que tuvieran un sistema inmunitario parecido al de los seres humanos. “Los ratones fueron expuestos a virus, formas atenuadas de virus o proteínas virales, para llevarlos a producir anticuerpos humanos”, explicó a la AFP Christos Kyratsous, vicepresidente de investigación en Regeneron.
Esos anticuerpos se aislaron después y fueron examinados para seleccionar los más eficaces. Luego se pusieron en cultivo en laboratorios, se purificaron y fueron administrados a humanos por vía intravenosa.
“Si todo va bien, y debería ser así, en las próximas semanas podremos saber cuáles son los mejores anticuerpos”, y los ensayos clínicos podrían empezar este verano boreal, según Kyratsous.
El medicamento podría funcionar como tratamiento y también como vacuna aunque, en el segundo caso, sus efectos sólo serían temporales, ya que los anticuerpos no acabarán formando parte de la memoria del sistema inmunitarios de las personas.
Regeneron intenta también luchar contra la inflamación de los pulmones que se produce en las formas más graves del nuevos coronavirus. Para ello utiliza otro de sus medicamentos, el Kevzara, destinado originalmente a tratar las inflamaciones provocadas por la artritis.
El Kevzara trataría por tanto un síntoma en lugar de atacar al virus.
El panel de anticuerpos anti-SAR-CoV-2 más grande del mundo
Investigadores canadienses lanzaron un estudio sobre el uso de un poderoso medicamento antiinflamatorio para reducir los riesgos de complicaciones pulmonares y muerte relacionadas con el nuevo coronavirus.
Varios pacientes con COVID-19 tuvieron complicaciones graves debido a un aumento de células inmunes activadas en los pulmones, conocida como “tormenta de citoquinas”.
En una tormenta de citoquinas, el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada y daña el tejido pulmonar, lo que provoca dificultad respiratoria aguda e insuficiencia multiorgánica.
Un equipo dirigido por Jean-Claude Tardif, director del centro de investigación del Instituto del Corazón de Montreal y profesor de medicina en la Universidad de Montreal, espera que el medicamento colchicina funcione para moderar la sobreproducción de células inmunes y sus compuestos activadores, llamados citocinas, en pacientes con COVID-19.
Varios pacientes con COVID-19 tuvieron complicaciones graves debido a un aumento de células inmunes activadas en los pulmones, conocida como “tormenta de citoquinas”.
En una tormenta de citoquinas, el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada y daña el tejido pulmonar, lo que provoca dificultad respiratoria aguda e insuficiencia multiorgánica.
Un equipo dirigido por Jean-Claude Tardif, director del centro de investigación del Instituto del Corazón de Montreal y profesor de medicina en la Universidad de Montreal, espera que el medicamento colchicina funcione para moderar la sobreproducción de células inmunes y sus compuestos activadores, llamados citocinas, en pacientes con COVID-19.
Los supervivientes del SARS, pieza clave para analizar el nuevo coronavirus
El laboratorio Vir Biotechnology lleva a cabo ensayos a partir de anticuerpos de enfermos curados del SARS, un coronavirus cuya epidemia golpeó Asia en 2002-2003.
La empresa californiana aisló anticuerpos de supervivientes del SARS para analizar si podían tratar el nuevo coronavirus. Su laboratorio ya desarrolló tratamientos contra el ébola y otras enfermedades
En un comunicado, la farmacéutica aseguró tener “un método robusto para aprovechar las respuestas inmunes inusualmente exitosas que ocurren naturalmente en personas que están protegidas o se han recuperado de enfermedades infecciosas”. La plataforma se usa para identificar anticuerpos raros de los sobrevivientes que tienen el potencial de tratar y prevenir la rápida evolución y/o patógenos previamente no tratables a través de la neutralización directa del patógeno y la estimulación del sistema inmune. Vir Biotechnology diseña los anticuerpos completamente humanos que descubre para mejorar su potencial terapéutico. Esta plataforma se utilizó para identificar y desarrollar anticuerpos para agentes patógenos que incluyen el Ébola (mAb114, actualmente en uso en la República Democrática del Congo), el virus de la hepatitis B, la gripe A, la malaria y otros.
Con información de La Patilla.