La manera positiva de enfrentar la cuarentena que puede hacer que las cosas cambien
¿Cómo sobrellevar la cuarentena? Esa pregunta da vueltas en millones de personas, dentro y fuera de Venezuela, que enfrentan la pandemia por coronavirus.
Ansiedad, depresión, cambios de humor, tristeza y problemas de comunicación no son ajenos a quienes apenas comienzan a transitar esta novedad, nunca antes enfrentada en el pasado reciente.
«En este caso de la cuarentena, muchas personas están viendo el confinamiento como si estuvieran en una cárcel y le atribuyen una etiqueta negativa», señaló Mariana Hernández, psicólogo clínico graduada en la Universidad Central de Venezuela y colaboradora de El Nacional.
«Como muchas de las problemáticas que se nos presentan en la vida, no es tanto el problema sino cómo percibimos el problema. Dependiendo de la mirada que le des, ya sea negativa o positiva, ese problema va a ser asumido con la etiqueta que se le atribuya«, señaló.
Dijo que se puede asumir la cuarentena como algo positivo: «Entonces la mentalidad cambiaría, de ‘estoy encerrado’ a ‘me estoy protegiendo, hago esto porque estoy cuidando de mi salud, de los más ancianos’. Cuando le atribuimos una etiqueta positiva a lo que hacemos esa mentalidad cambia«.
Hernández recomendó establecer rutinas, sobre todo, mantener la hora de despertarse que se tenía previo a la cuarentena. Y hacer algo productivo en el día.
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«La idea es mantenerse activo, con actividades productivas, manteniendo la rutina, el horario en que se despierta, porque si no el ocio se interpone y es un disparador de ansiedad bastante importante «, afirmó.
«Para evitar esos impulsos ansioso se recomienda tener una rutina que le permita estar activo dentro del hogar, e incluso aprender nuevas habilidades que, al salir de la cuarentena, pueden servir», agregó.
La sobreinformación no está recomendada en estos casos, dijo. «Es un disparador de ansiedad y estrés innecesarios, recalcó.
Explicó que lo más adecuado es elegir un momento del día para chequear las noticias y las redes sociales.
«Es normal preguntarse lo que va a durar esta emergencia, qué va a pasar con la economía o si esto va a continuar igual cuando acabe. Las preguntas y la incertidumbre son algo normal», detalló.
«Sentirse pesimista es un sentimiento humano. No podemos decirle a nadie que no se sienta así. No podemos negar que hay una realidad incierta y que nos causa preocupación», añadió.
¿Qué hacer para enfrentar esto?: «Centrarse en el aquí y el ahora, en el día a día, en lo que estoy haciendo en mi casa, en los proyectos que tenemos para el futuro. Centrarnos en nuestra vida particular».
Hernández sugirió hacer listas de planes a corto y mediano plazo. Así se invierte la energía en proyectar y cumplir las metas, más que en preocuparse de más por situaciones sobre las que no se tiene control.
La psicólogo señaló que los niños menores de 10 años de edad se encuentran todavía en una etapa psicoevolutiva por lo que les es difícil comprender conceptos abstractos como pandemia, cuarentena o confinamiento.
«Lo que se recomienda es que a través del juego explicarles los protocolos de protección y la situación pandémica. Son muy buenos los juegos de roles, bien sea con muñecos, o en actividades padres e hijos e involucrar a otros miembros de la familia. Uno de los muñecos puede adoptar el rol del virus y los otros el de los ciudadanos y se explica al niño», indicó.
Recalcó que a los niños se les llega a través del juego: son muy visuales, muy dinámicos y captan bien la información a través de dinámicas recreativas y divertidas, dijo.
Hernández señaló que los adolescentes están en una etapa donde la norma es el cambio hormonal. «Es muy posible que en este contexto presenten cambios de humor muy marcados. No sería de extrañar que un día se despierten y estén de mal humor, quizás agresivo o con rabia, que lloren, se encierren en el cuarto o quieran salir», explicó.
A ellos, recomendó, hacerlos parte de la dinámica familiar, no dejar que se aíslen. «Hay que darles su espacio, pero que eso no sea extremo. Es un momento para fomentar los vínculos familiares» , concluyó.
Con información de El Nacional