Cinco curiosidades de la Barcelona de ayer, secreta e imperceptible (+Fotos)

Xavi Casinos es probablemente el barcelonés que más conoce su ciudad. Lleva años recorriendo sus calles, cámara en mano, dispuesto a descubrir sus secretos y fijar los ojos en aquello que se les escapa a los millones de turistas que visitan cada año Barcelona, y también a los que viven en ella. Ya ha recopilado casi 300 secretos de la capital condal, que publica semanalmente en un periódico digital y que también ha recogido en dos libros, como Barcelona Secreta (2019).

La historia de su Barcelona secreta nace de su curiosidad innata, ligada a la profesión que lleva más de treinta años ejerciendo, el periodismo. Recopilaba en su casa apuntes que tenía de curiosidades, otras las leía… Un día decidió ordenar sus apuntes y contarlos para aquellos a los que les pudiera interesar. Y triunfó. “A veces me despiertan los domingos por la mañana diciendo que ‘dónde está el secreto de esta semana’”, ríe. “A la gente no se le olvida”.

Paseamos con él por el centro histórico de la ciudad en un día lluvioso. Cada cinco metros tiene algo que contar, una historia oculta entre las piedras, plasmada en los monumentos que pasan desapercibidos para la mayoría de gente. Estos son cinco de ellos:

La legión de Julio César

Estas cuatro rayas impregnadas en esta pared del Barrio Gótico de Barcelona, casi imperceptibles a simple vista, son en realidad una firma. La firma de la Legión Cuarta Macedónica, fundada en su día por Julio César y que fue destinada a Hispania para combatir a los cántabros. Cuando acabó la guerra, muchos de sus legionarios se jubilaron y llegaron a Barcelona para fundar Barcino, donde apartaron la lucha y se dedicaron a construir infraestructuras. Uno de ellos estampó la firma de su legión para dejar constancia de su contribución a la ciudad.

La falsa Piedad

En la puerta de la Piedad, miles de turistas observan cada día el retablo que da nombre a este portal y a la calle, una obra que parece antigua pero que en realidad no lo es. Parece de madera y tampoco, en realidad tiene apenas 20 años y está hecha de resina. El original, que está en el Museo Diocesano, fue sustituido porque cazaron in fraganti a dos ladrones tratando de arrancar el retablo original, y la Catedral decidió preservarlo con seguridad.

Debajo, en esas letras medio borradas, prácticamente ilegibles a simple vista, reside un artículo de la Constitución de 1812, ‘La Pepa’. Fruto de un momento en que se decidió que todos los edificios públicos deberían contar con uno de sus artículos.

El pulso ‘porno’ entre el rey y el arzobispo

Las esculturas “más porno de Barcelona” se encuentran en la calle de la Freneria, en el antiguo Palacio Real. Si uno levanta la vista, debajo de sus ventanas son perceptibles dos figuras sorprendentes. En una, se encuentra un querubín sodomizando a otro mediante un soplador de fuego. La segunda figura representa una felación de un ángel a un monstruo, utilizando esta vez también un cuerno. Curioso que nunca se hace el acto sexual directamente, sino a través de objetos. Pero, ¿quién colocó aquí estas dos figuras? Nacen fruto del enfrentamiento entre Carlos I, V de Alemania con el arzobispo de Barcelona. El rey sabía que el arzobispo y los canónigos debían pasar por delante de ese edificio cada día al entrar en la catedral y los colocó delante de sus ojos para provocarles, para escandalizarles con esas dos figuras cada día.

Las columnas troyanas de la Generalitat

Es una de las que más admira Casinos y la descubrió haciendo precisamente la ruta en busca de más secretos de Barcelona. Se trata de las cuatro columnas que regentan la puerta de entrada al Palau de la Generalitat, y que a pesar de que parecen completamente nuevas, son de hace 2.000 años. Y no son tampoco españolas: vienen de Troya. No de la Troya de Helena ni Ulises, pero de la Troya romanizada de hace 2.000 años, la actual Turquía. La historia se remonta a una visita del emperador a Tarraco, en la que se decidió que para honrarle se construiría un templo dedicado a Augusto. Los tarraconenses encargaron una treintena de columnas a la mejor cantera de granito del Mediterráneo, situada en Troya, y las trasladaron a su ciudad. Pero con el tiempo, el templo pierde su interés y las treinta columnas acaban en una iglesia de Tarragona, esperando un nuevo destino. Un nuevo destino que llega en el año 1.600, cuando el arquitecto encargado de renovar la fachada de la Generalitat, se acuerda de ellas y las rescata.

La leyenda urbana de la calavera que sostiene Barcelona

Esta curiosidad es una de las primeras que reveló Casinos. Se encuentra en pleno centro de Barcelona, en una de las calles más concurridas. Es el puente que cruza la Calle del Bisbe, al lado de la Plaça Sant Jaume, y guarda dos leyendas urbanas. Es un puente de los años 20, y es lo único que queda del proyecto del arquitecto Rubió i Ballber, aprendiz de Gaudí, que pretendía convertir el barrio gótico de Barcelona en “Disneyland”. “Pusieron cabeza y al final todo quedó más discreto”, cuenta Casinos. “Pero como consuelo por haberse cargado todo el proyecto le dieron este puente”. Él le colocó una calavera – que es de verdad- y la atravesó con un puñal. Nadie sabe por qué la puso ahí pero su significado es este: la calavera atravesada con el puñal simboliza la muerte, una muerte violenta. “Dice la leyenda urbana que si retiras el puñal, Barcelona se hunde”, cuenta. “Y además, si atraviesas el puente por debajo, fijando la vista en la calavera y andando hacia atrás, si pides un deseo, se cumple”. Así que si pasan por este curioso puente, ya saben, desafíen la leyenda y pidan un deseo.

Por: Nius Diario

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