Merkel visitó por primera vez Auschwitz: “Estoy profundamente avergonzada”

La canciller alemana, Angela Merkel, visitó este viernes el antiguo campo de concentración nazi de Auschwitz (sur de Polonia), donde confesó sentirse “profundamente avergonzada por los crímenes atroces que cometieron los alemanes” en ese recinto, que “van más allá de todos los límites imaginables”.

“Cuando se recorre este lugar, una sólo puede guardar un respetuoso silencio -afirmó Merkel-, porque no hay palabras para describir toda la tristeza y el sufrimiento de quienes fueron asesinados, torturados y humillados aquí”, dijo tras su recorrido por Auschwitz, en el que estuvo acompañada por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.

Merkel, al frente del Gobierno alemán desde hace casi 14 años, visitaba por primera vez este antiguo campo de concentración, el mayor puesto en marcha por la Alemania nazi durante la II Guerra Mundial y donde fueron asesinados más de un millón de prisioneros, en su gran mayoría judíos.

“La dignidad humana es inviolable”

La canciller también aprovechó su visita a Auschwitz para afirmar con contundencia que Alemania, donde el pasado octubre fueron asesinadas a tiros dos personas en el intento de asalto a una sinagoga, “no tolerará ningún acto de antisemitismo”.

“La gente en Alemania y en toda Europa debe sentirse segura y como en casa”, subrayó, por eso “debemos recordar que la dignidad humana es inviolable” y que “la libertad, la democracia y el Estado de derecho pueden ser fácilmente dañados si no perseveramos en su cuidado”.

Un campo de concentración… alemán

También teniendo en cuenta que se encontraba en Polonia, Merkel quiso subrayar el hecho de que Auschwitz operó entre 1940 y 1945 “en la Polonia ocupada” por los nazis (que la habían anexionado en 1939, cuando comenzó la II Guerra Mundial), “por lo que no queda lugar a dudas de que Auschwitz es un campo de concentración alemán, dirigido y administrado por alemanes”.

“Quiero enfatizar eso y dejar claro que nosotros (Alemania) no rehusamos asumir la responsabilidad por los hechos que tuvieron lugar aquí”, añadió.

Con esta afirmación, la canciller alemana se sumaba a la lucha del Gobierno de Polonia por evitar que medios e historiadores usen el término “campo de concentración polaco” cuando se refieran a Auschwitz, algo que incluso está penado por la legislación en Polonia.

Merkel es el tercer canciller germano en visitar este campo de concentración, el mayor de los puestos en marcha por la Alemania nazi, después de Helmut Schmidt en 1977 y Helmut Kohl en 1989 y 1995.

Con información de EFE

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