Hans Wuerich: La oposición no merece que los venezolanos respondan a las convocatorias de calle
Luego de más de dos años de haber confrontado completamente desnudo y con una Biblia en la mano a la Guardia Nacional Bolivariana durante una protesta en abril de 2017, Hans Wuerich manifestó que la dirigencia opositora no merece que los venezolanos respondan a sus convocatorias de calle.
Wuerich asegura que las protestas de ese entonces, que dejaron más de 100 muertos y miles de heridos, solo demostraron la capacidad que tiene el régimen de Nicolás Maduro para atacar a quienes lo adversan.
Decidió irse de Venezuela el 1º de noviembre de este año, debido a la persistente crisis y al panorama nada alentador para los jóvenes venezolanos. Ahora, desde Colombia, pide ayuda para conseguir empleo a fin de establecerse.
En una entrevista concedida a El Nacional, Hans Wuerich manifestó su desconcierto por la situación venezolana, la misma que lo llevó a enfrentar a los militares que lo hirieron con perdigonazos en su espalda, en una crisis que con el paso del tiempo se ha agravado.
—En 2017 te subiste a una tanqueta de la GNB durante una protesta. Ahora, después de dos años, ¿en qué terminaron aquellas manifestaciones que dejaron más de 100 muertos?
—Terminaron por mostrar ante el mundo el talante genocida del chavismo y la traición de los políticos opositores al pueblo venezolano. Del resto, más nada se logró.
—¿Qué sientes por haber enfrentado a la GNB?
—Toda mi vida estaré orgulloso de haber enfrentado a esos asesinos chavistas. El día en el que yo fallezca la historia recalcará que hubo en algún tiempo un hombre que retó completamente desnudo y con una Biblia a unos tiranos socialistas bien armados y con escudos.
—Tu caso, al igual que los de varios venezolanos, hizo que las protestas tuvieran mayor alcance internacional. ¿Cuál consideras que ha sido la posición de los países sobre Venezuela?
—Lo único que han logrado los países democráticos ha sido mantenerse pacíficos ante unos asesinos y violentos dispuestos a “suicidar” a quien sea con tal de mantenerse en el poder.
—Juan Guaidó juró hace nueve meses asumir las competencias del Ejecutivo establecidas en la Constitución. ¿Cómo ves este escenario?
—Está bien que lo haya hecho porque así lo exige nuestra Constitución, pero muy mal que el señor Guaidó, declarado socialista, no tenga el valor en solicitar ayuda militar, como también lo dicta nuestra Constitución, a sabiendas de que así lo hizo nuestro verdadero libertador Simón Bolívar en abril de 1817, cuando solicitó apoyo militar a Gran Bretaña.
—Como venezolano, ¿ha servido de algo la ruta del cese de la usurpación, el gobierno de transición y las elecciones libres?
—Esa ruta pacífica solo ha servido para seguir traicioneramente dialogando a espaldas de todos los venezolanos. No tengo ninguna expectativa mientras los genocidas chavistas sigan en el poder junto a los colaboradores “opositores”.
—En las condiciones actuales, ¿la oposición merece que los venezolanos respondan a las convocatorias de calle en contra del régimen de Nicolás Maduro?
—No, ya bastante han salido los venezolanos a la calle y bastantes asesinatos han cometido impunemente los genocidas chavistas mientras que los socialistas azules disfrutan tuiteando desde algún cómodo restaurante.
—¿Existe algún descontento con la dirigencia opositora por lo que ha sucedido en el país desde hace algunos años?
—Sí. Hay un claro descontento, las negociaciones y diálogos a espaldas de los venezolanos hicieron que la gran mayoría perdiera la fe en esta supuesta dirigencia.
—¿Sientes que dejaron solos a quienes salieron a protestar?
—Totalmente. Mientras la resistencia luchaba contra los cubanos disfrazados de guardias nacionales, muchos “dirigentes opositores” se encontraban tuiteando.
—¿Por qué decidiste migrar de Venezuela?
—Decidí migrar de mi país porque tengo que ayudar económicamente a mi amada madre y a mi querida mascota, además de intentar reunir dinero para los proyectos que tengo en mente. En Venezuela no me rendía el sueldo ni siquiera para poder alimentarme de forma correcta.
—¿No pudiste seguir en la lucha?
—Nadie puede luchar pacíficamente frente a unos asesinos bien armados.
—¿Qué significa este cambio para ti?
—Significa para mí otra oportunidad de poder darle la vida que se merece a la mujer que me trajo a este mundo.
—¿En qué situación te encuentras ahora en Colombia?
—Me encuentro buscando empleo. Espero poder establecerme en lo que encuentre trabajo.
—¿Cómo saliste del país?
—Salí de Venezuela pidiendo plata prestada para el pasaje por autobús hasta Bogotá.
—Eres periodista, pero estás dispuesto a limpiar pocetas, ¿por qué?
—Porque sé que la situación económica está difícil en cualquier lugar de Suramérica y a muchos profesionales venezolanos les ha tocado hacer cualquier otro oficio con tal de ayudar económicamente a sus madres y seres queridos en Venezuela.
—¿Qué esperarás para regresar?
—Que los genocidas chavistas dejen el poder y que caigan presos junto a los colaboradores de Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y demás socialistas azules.
—¿Qué pueden hacer los jóvenes que todavía están en Venezuela? Tomando en cuenta que mencionaste que la dirigencia opositora no merece que los venezolanos continúen en las calles.
—Resguardar sus vidas y tratar de emigrar, de nada sirve arriesgar la vida en nombre de una dirigencia socialista azul. Lamentablemente estos genocidas chavistas únicamente saldrán es con plomo, no con repetidas protestas pacíficas de 12:00 m a 3:00 pm.
—La Biblia fue sumamente simbólica en aquel momento, ¿en dónde la tienes ahora? ¿Qué significa para ti?
—Siempre la cargo conmigo, es mi fiel acompañante. Para mí la Biblia significa una herramienta que alimenta mi fe en Dios, lecturas que me otorgan sabiduría en estos tiempos finales.
—¿Qué me dices de tus heridas en la espalda?
—Mis heridas cicatrizaron muy bien, ya han pasado dos años de aquella cobarde represión que recibí por parte de cubanos disfrazados de GNB.
—¿Qué perspectivas tienes sobre la posibilidad de salir de la crisis?
—No tengo ninguna expectativa mientras estos socialistas azules sigan disfrutando de sus deliciosos banquetes en sus diálogos internacionales con los genocidas chavistas.
Por Luis de Jesús / El Nacional