Así luce Rosita Vásquez, la reina de las radionovelas venezolanas a sus 87 años (+Fotos)

Muchos talentos han pasado por la televisión venezolana, algunos pasan sin pena y gloria, otros simplemente quedan inmortalizados en la historia de Venezuela. Durante la época dorada de la televisión, muchas producciones venezolanas -hechas en casa- le dieron la vuelta al mundo y la mayoría de los personajes que vimos en cada una de ellas, quedaron grabada en nuestra mentes.

Desde los años 50 comenzaron a realizarse estos proyectos y uno de las artistas que dieron su aporte y profesionalismo fue la primera actriz Rosita Vásquez, quien a lo largo de 40 años participó en varias producciones nacionales, y siendo pionera en la radio novela venezolana.

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A sus  87 años, esta gran artista todavía recuerda como gusto sus años mozos en la industria de la televisión y aunque ya esté alejada de las pantallas, aún tiene un gran deseo por volver a interpretar algún personaje.

La reina de las radionovelas es recordada por participar en los dramáticos Señora (1988) y Abigaíl (1988). Entre sus últimos trabajos televisivos figura la exitosa telenovela de Venevisión 2011 Natalia del mar donde interpreta a Pastora Pérez.

En una entrevista exclusiva para Iconos Rotos,  la actriz recordó como fue su proceso en su vida como estrella de televisión y como tuvo que enfrentarse a los obstáculos y seguir adelante.

 

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TIENEN QUE LEER LAS CONFESIONES DE ROSITA VASQUEZ . . . . . Las confesiones de Rosita Vásquez no son aptas para un país de moral sensible. . La reina de las radionovelas se confiesa. Habla de 14 abortos que le provocaron para complacer la voluntad de otros; del “rapto” que ejecutó para recuperar a su único hijo; del amor por Edmundo Valdemar; de la infidelidad con Delio Amado León; de las consecuencias familiares cuando sustituyó su apellido por uno artístico, y de cómo su amigo Román Chalbaud fue capaz de excluirla de sus películas. Para la serie #Legendarios, Rosita Vásquez cuenta su vida de casi 86 años… . La prensa de la época anunciaba la celebración nupcial de una famosa actriz de radio llamada Rosita Vásquez. Era una joven venezolana a quien el público conocía casi exclusivamente por la calidad de su voz. Aquel enero de 1957 fue especial para ella porque al fin caminaría hacia el altar de la iglesia El Salvador, de Las Acacias, en Caracas, su anhelo de años. La actriz de la voz perfecta no iría del brazo de su padre Francisco Angola, un margariteño negado a acompañarla. En su lugar, lo haría su suegro, Armando Palacios, nombre también del contrayente. . “Yo no tengo ninguna hija llamada Rosita Vásquez”, renegó aquel día el señor Angola, tras reprocharle a la novia haberse convertido en un invento del marketing radial. Le dolía al patriarca de la familia que la tercera de sus ocho hijos se despojara con tanta facilidad de su apellido real solo con el pretexto de ser famosa. Ya no era Rosa Margarita Angola Millán sino Rosita Vásquez. Leer nota completa en @iconosrotos en twiter. Redacción @llabanero

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TIENEN QUE LEER LAS CONFESIONES DE ROSITA VASQUEZ . . . . . Las confesiones de Rosita Vásquez no son aptas para un país de moral sensible. . La reina de las radionovelas se confiesa. Habla de 14 abortos que le provocaron para complacer la voluntad de otros; del “rapto” que ejecutó para recuperar a su único hijo; del amor por Edmundo Valdemar; de la infidelidad con Delio Amado León; de las consecuencias familiares cuando sustituyó su apellido por uno artístico, y de cómo su amigo Román Chalbaud fue capaz de excluirla de sus películas. Para la serie #Legendarios, Rosita Vásquez cuenta su vida de casi 86 años… . La prensa de la época anunciaba la celebración nupcial de una famosa actriz de radio llamada Rosita Vásquez. Era una joven venezolana a quien el público conocía casi exclusivamente por la calidad de su voz. Aquel enero de 1957 fue especial para ella porque al fin caminaría hacia el altar de la iglesia El Salvador, de Las Acacias, en Caracas, su anhelo de años. La actriz de la voz perfecta no iría del brazo de su padre Francisco Angola, un margariteño negado a acompañarla. En su lugar, lo haría su suegro, Armando Palacios, nombre también del contrayente. . “Yo no tengo ninguna hija llamada Rosita Vásquez”, renegó aquel día el señor Angola, tras reprocharle a la novia haberse convertido en un invento del marketing radial. Le dolía al patriarca de la familia que la tercera de sus ocho hijos se despojara con tanta facilidad de su apellido real solo con el pretexto de ser famosa. Ya no era Rosa Margarita Angola Millán sino Rosita Vásquez. Leer nota completa en @iconosrotos en twiter. Redacción @llabanero

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ROSITA VÁSQUEZ: . Sentada en la sala de su casa, en Terrazas de Las Acacias, rodeada de premios y retratos en blanco y negro que dan constancia de su gloria artística, Rosita Vásquez ejercita su memoria de casi 86 años. Sus confesiones no son aptas para un país de moral sensible: “Los abortos me los provocaba un mismo doctor porque cómo iba yo a salir en estado. Mi papá me mataba. Entonces para ellos era preferible matar a los carajitos y los mataban”. Así nos dio la bienvenida. . Rosita Vásquez: “Hasta aquí llegan los abortos” “Cuando me di cuenta de que Armando Palacios no se quería casar conmigo empezó puro aborto. Catorce abortos. La única vez que no fue aborto fue el único hijo que tengo, que ahora vive allá en México (Armando Palacios Angola)”. . Cuenta que de esas pérdidas, la más dolorosa fue la primera, un bebé de cinco meses. “Doctor, ¿y por qué usted no se dio cuenta que era un niño ya hecho?”, le reclamó. El médico le habría contestado que él tampoco lo sabía. Rosita lo duda. Lo dudó siempre. En las sucesivas discusiones con Palacios, para que respetara la vida fetal y formalizara el matrimonio, este siempre contestaba: “´¡Negra, pero quién va a estar casándose!´. Es que era muy mujeriego y pensaba que si se casaba iba a estar conmigo todo el tiempo. Una vez le dije ´Hasta aquí llegan los abortos´. Y él me preguntó qué era lo que pretendía decirle. Le recordé que ya llevaba 14 pérdidas y que esta sería la 15 y fue cuando nos casamos. En esos años, no existían las pastillas anticonceptivas y yo estaba enamorada de Armando Palacios”. Leer nota en @iconosrotos en twiter. Redacción: @llabanero

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