La venezolana Robeilys Peinado culminó en séptimo lugar en la final del salto con garrocha
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La venezolana Robeilys Peinado y la cubana Yarisley Silva, que en el anterior Mundial de Londres-2017 se habían llevado sendas medallas de bronce, no pudieron volver a subir al podio en la edición de Doha-2019, al quedar en séptimo y undécimo lugar de la final, respectivamente.
La campeona de la misma fue la rusa Anzhelika Sidorova (4,95 metros), que compite con bandera neutral por la suspensión que pesa sobre su país, mientras que la estadounidense Sandi Morris (4,90) se quedó con la plata y la campeona olímpica griega y defensora del título Ekaterini Stefanidi (4,85) fue bronce.
Peinado pudo superar a la primera la barra de 4,70 metros, igualando así su récord de Venezuela. Luego falló tres veces ante la de 4,80 y quedó eliminada, fuera de la pelea por las medallas.
Paradójicamente, hace dos años saltó 4,65 metros, menos altura que la de este domingo, y entonces sí le bastó para colgarse un bronce histórico, que fue la primera medalla de Venezuela en un Mundial de atletismo. Días después su compatriota Yulimar Rojas se colgaría el oro en el triple salto.
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Peinado, de 21 años, entrena en Polonia gran parte del año y en este Mundial de Doha comparte habitación con Yulimar Rojas, la gran favorita al título en el triple salto, donde comenzará en la ronda de clasificación el jueves, buscando el pase a la final del sábado de la próxima semana.
La otra participante latinoamericana en la final, la cubana Yarisley Silva, apenas pudo ser undécima en la final. Silva (32 años), que también fue bronce en Londres-2017 y que en Pekín-2015 había sido la campeona, tuvo problemas para superar la barra inicial de 4,50 metros, algo que consiguió en el tercer y último intento.
Después pasó la de 4,60 a la primera, pero se quedó ahí: la de 4,70 la derribó en tres ocasiones, quedando eliminada. Es una decepción para Cuba, que el sábado había logrado su primera medalla en este Mundial, con el bronce de Juan Miguel Echevarría en el salto largo. Fue sin embargo una presea con sabor amargo, ya que Echevarría era el gran favorito al oro.
Con información de La Patilla