El pulmon del planeta continúa ardiendo en llamas
Los incendios forestales han alcanzado este año un récord de 72.843 en Brasil, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE, por sus siglas en portugués), en momentos en que hay fuegos activos en varios lugares de la selva amazónica y crece la preocupación por la política ambiental del presidente derechista Jair Bolsonaro, según lo informó Reuters.
El aumento llega al 83% frente al mismo período de 2018, informó la agencia el martes 20 de agosto, y el total es el mayor desde que comenzaron los registros en 2013.
INPE señaló que desde el jueves las imágenes satelitales detectaron 9.507 nuevos incendios forestales, principalmente en la cuenca del Amazonas, hogar del bosque tropical más grande del mundo y al que se considera vital para contrarrestar el calentamiento global.
Las imágenes muestran el estado septentrional de Roraima cubierto de humo oscuro. El de Amazonas declaró el 9 de agosto una emergencia en el sur y en su capital, Manaos. Acre, en la frontera con Perú, ha estado en alarma ambiental desde el viernes por los incendios.
Los incendios forestales han aumentado en Mato Grosso y Pará, dos estados agrícolas que han empujado la agricultura hacia la cuenca del Amazonas y donde se ha estimulado la deforestación.
En la estación seca, estos siniestros son comunes, pero también son provocados deliberadamente por agricultores que queman ilegalmente tierras para dedicarlas a la cría de ganado.
“Me solían llamar capitán Motosierra y ahora soy Nerón incendiando el Amazonas. Pero si es la temporada de incendios”, expresó Bolsonaro a periodistas cuando se le preguntó por el auge de los incendios.
La agencia espacial INPE indicó que la gran cantidad de incendios forestales no se puede atribuir a la estación seca o solo a fenómenos naturales.
“No hay nada anormal en el clima este año o las lluvias en la región amazónica, que están un poco por debajo del promedio”, declaró el investigador del INPE Alberto Setzer.