Luis Romero: “Hay que castigar a los verdugos no a las víctimas”
El secretario general nacional de Avanzada Progresista, Luis Augusto Romero, al hablar de la orden ejecutiva firmada por Donald Trump, explica que los embargos atentan contra el ciudadano común y “atornillan a las nomenclaturas”, desmantelan lo que queda del aparato productivo y hacen a la población mucho más dependiente del Estado, según informa El Univeral.
“Las sanciones y bloqueos son ineficaces para desplazar a las élites gobernantes en regímenes autoritarios, como ha quedado demostrado en la historia reciente, con casos como el de Irán, Siria, Corea del Norte y la emblemática Cuba”, señaló.
Esta acción, detalla, agudizará la crisis porque alcanza a terceros y les impide transar con el país. “Las empresas extranjeras, no necesariamente norteamericanas, se abstendrán de hacer intercambios con Venezuela, entonces, ¿qué pasará cuando a las procesadoras de harina de maíz que todavía funcionan aquí, se les dañen las máquinas?, ¿dónde se conseguirán los repuestos? esas líneas de producción se van a detener”.
Para Romero una cosa son las sanciones contra funcionarios corruptos y otra muy distinta, las medidas que perjudican a la gente: “hay que castigar a los verdugos, no a las víctimas”.
LIBERALIZACIÓN SALVAJE
El dirigente progresista indica que el gobierno decidió aplicar un programa de ajustes sin ningún tipo de compensación social, es decir, “estrangular la demanda, reflejada en el poder adquisitivo del venezolano”. Recuerda que el salario mínimo en este momento no llega a cuatro dólares y que hay una proliferación de productos en los supermercados, pero no hay dinero para comprar alimentos. “Asistimos a la liberalización salvaje de la economía”.
“Y en la medida en que se ven bloqueadas las posibilidades de comercializar con otros países, los niveles de abastecimiento disminuirán considerablemente, y vuelvo al mismo punto, eso lo pagará la población porque la élite tiene sus propios mecanismos para resolver sus necesidades”, aseguró.
Romero considera que los procesos de negociación son complejos, no son lineales, tienen pausas, retrocesos y avances, por ello, entiende que el gobierno ha dado una respuesta al embargo anunciado por la administración estadounidense, al no asistir a las reuniones en Barbados los días 8 y 9 de agosto. “Eso no significa que han terminado las conversaciones, es una carta que se juega frente a otra que escala la conflictividad, con una medida tan inconveniente”, añadió.
Destaca que se deben llevar a la mesa exigencias puntuales para buscar soluciones al drama que padecen los ciudadanos, la gente pasa hambre, se muere de mengua frente a los hospitales, y el sistema de seguridad social está colapsado al igual que los servicios públicos. “No podemos esperar a que se resuelva la pugna por el poder, el tiempo social es más rápido que el tiempo político”.
Finalmente recordó que “La concertación chilena tuvo que sentarse a negociar con Pinochet; en España, falangistas, socialistas y comunistas se sentaron tras la muerte de Franco para la reconstrucción del país; en el caso de Nicaragua, los sandinistas y Violeta Chamorro, tuvieron que conversar sobre la base de un acuerdo común”.