El reportero gráfico Eduardo Semprún falleció en EE.UU.

Reportero gráfico Eduardo Semprún

Trabajador de los duros, un amante del arte gráfico, dueño del más fino humor, solidario en extremo, un ratón de bibliotecas, gran cinéfilo,  aficionado taurino, al béisbol y por sobre todas las cosas: un gran amigo. Así fue Eduardo Semprún, el querido Gordo Semprún, según lo reseñó este domingo Panorama.

La fotografía en la región está de luto con la partida de Eduardo Semprún, exeditor de fotografía de PANORAMA.

Una afección pulmonar lo llevó a la UCI de un hospital en Orlando (EE.UU.) la última semana. Su deceso se produjo la madrugada de este domingo 11 de agosto de 2019.

Eduardito, Eddy, Gordo… así era llamando en la casa editorial Panorama que lo vio crecer profesionalmente y a la que él dedicó 36 años de su vida.

De la mano de su padre, José Semprún, llegó a la Sala de Redacción de PANORAMA, cuando la sede estaba donde hoy funciona el Registro Principal de Maracaibo.

Muy joven consiguió en las cámaras fotográficas la manera de expresarse en el periodismo. Buen ojo tuvo siempre. Hasta en las fotos no planificadas, las de última hora que se le pedían al calor del cierre de primera página, les salían perfectas.

En esta profesión creció con el ejemplo de dos grandes maestros: su papá, quien fue director responsable de PANORAMA en la década de los 90; y de quien fuera su suegro, el recordado Heberto Camacho, periodista de sucesos.

Eduardo Semprún nunca se negó a ir a cubrir una pauta. Al contrario era el primero en ofrecerse en salir a una protesta, a un viaje a la frontera, a un decomiso de droga, a constatar (cuando no había celulares, ni redes) si en verdad hubo un aterrizaje forzoso en el aeropuerto La Chinita.

A la jefatura de Fotografía de PANORAMA fue promovido el 11 de junio de 2012. Como jefe fue el mejor amigo, el que sin complejos enseñó a pasantes y felicitaba cuando uno de sus reporteros gráficos traía la foto del día, la de primera página.

Las tardes en la Sala de Redacción transcurrían entre risas.

Gordo, si llegas a renunciar, me avisas para entregar el carnet en Recursos Humanos… me consumirá la tristeza, la oficina no será la misma sin tus cuentos, le decían muchos compañeros.

Su memoria almacenó los episodios más cómicos que vivió con sus compañeros de trabajo y aunque el tiempo pasaba el chiste siempre traía alegría. Nunca nadie llegó a aburrirse al salir a una pauta con él. De todo sacaba un motivo para alegrar.

“El Gordo” Semprún, por su desempeño laboral, se hizo merecedor de la orden Mérito al Trabajo en su 1° clase Alfredo Maneiro y de la Junta Directiva y jefes en el Diario PANORAMA recibió cartas de reconocimiento por colaboración, excelencia y profesionalismo. Aquí también ganó varias veces el premio de periodismo interno Dr. Luis Guillermo Pineda.

“Eduardo sabía distinguir la paja del trigo en el periodismo”, dice Heilet Morales, subdirector de PANORAMA.

“Se curtió con los mejores maestros de este oficio, su padre, José Semprún, y Heberto Camacho, con quien compartió mucho más que la fuente de suceso. Era el primero en llegar a la escena de la noticia sin importar las dificultades que se presentaran. Pero en el terreno en el que era insuperable era en el de la amistad. Perdí a un hermano de la vida, capaz de sacarte una sonrisa hasta en la situación más adversa, capaz de escuchar y tener la palabra apropiada siempre por la experiencia vivida. Hasta siempre, hermano, gracias por tanto”, continuó Morales.

En esta empresa periodística trabajó hasta mayo de 2019. Tras mucho pensarlo decidió viajar a los EE UU, para reencontrarse con su hija menor Andreína.

En Maracaibo viven su madre, Asmiriam; sus hermanas Solelba y Soleyda, y su hija mayor, Verónica, quien le dio una pareja de nietos que fueron su adoración.

¡Paz a su alma!

¡Deja tu comentario!

avatar
  Suscribete  
Notificar a