Destapan olla de los guisos en cárceles venezolanas: Sobornos de pranes llegan al círculo de Iris Varela

El periodista David Placer, que dejó el país para exiliarse en España, realizó una serie de revelaciones sobre las mafias en las cárceles venezolanas y sus alcances en las cercanías del régimen de Nicolás Maduro en su libro El dictador y sus demonios.

Placer revela detalles de una red lideraba por los pranes de las cárceles del país y que favorece a los círculos cercanos a la ministra para Servicios Penitenciarios de Nicolás Maduro, Iris Varela.

Según Placer, los pranes obtienen permisos para salir de la prisión y garantía de impunidad para que puedan delinquir desde la cárcel, a cambio de que sean “controladores de manifestaciones” y “una red de defensa en el caso de que Maduro sea depuesto por una revuelta popular”.

También actúan como una “fuente de ingresos” que según el autor beneficia desde los custodios hasta el círculo más cercano de Iris Varela.

En su libro, Placer detalla: “Los presos que están montados en el ‘carro’ y gozan de completa libertad e impunidad dentro del recinto”.

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El pran tiene servicio doméstico: limpieza, cocina y retiro de cadáveres, todo a cargo de otros presos reducidos a servidumbre. Y no sólo es la máxima autoridad entre los detenidos: “También puede ser el jefe de los policías que lo custodian, el que permite que los oficiales lleguen a fin de mes con los sobornos y las comisiones”.

Placer habló con el hijo de uno de los portavoces del pranato sobre los detalles de cómo y dónde se depositan los pagos de los presos y a qué representantes del gobierno benefician.

“Ese pago termina en la alta jerarquía del chavismo, en el entorno de la propia ministra Iris Varela”, le dijo esa fuente.

Un ex funcionario de una cárcel del estado de Miranda lo dio por cierto: “Eso lo sabe todo el mundo. Cada semana un funcionario del gobierno venía a recoger su parte de la ‘causa’”.

Los pranes, haciendo uso de su “autoridad”, recaudan una cuota semanal de todos los reclusos, la “causa”. No pagarla conlleva desde lesiones hasta la muerte.

“La causa forma parte del sistema económico que mantiene el negocio millonario de las cárceles, que se ha disparado en los últimos 20 años. Es el ingreso económico del ‘carro’”, escribió Placer. “A su vez los miembros del carro tienen que pagar una parte a los policías que controlan las adyacencias del penal”. También los vendedores de café, de tortas y de drogas pagan por su actividad un porcentaje “que asigna el pran a su antojo”, cuenta el autor en su libro.

Placer reveló que Varela se reúne “en algunas instancias, en persona, con los delincuentes de mayor poder del país”, y que su ministerio tiene “contactos permanentes con los líderes de las cárceles”, mediante el portavoz del pran y los emisarios de la ministra, como Wilmer Apóstol, su mano derecha.

Con información de Maduradas

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