El crudo relato de una mujer que fue torturada sexualmente durante su arresto: “Me desgarró por dentro”

Los delitos de torturas contra personas que fueron detenidas arbitrariamente parecen ser más comunes de lo que se cree en México, la mayoría de estos castigos son ejecutados por miembros de las Fuerzas Federales como la Secretaría de Marina (Semar), de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía Federal.

Esta desgracia la vivieron Korina y Denise, a quienes sorprendieron un grupo de hombres en el interior de su casa. Los agresores se identificaron como marinos, las golpearon, arrastraron y sometieron hasta llevarlas a una camioneta donde se intensificaron las agresiones.

Uno de los uniformados le gritó a Korina tras darse cuenta que ella y su compañera eran pareja: “Encima de todo hija de tu puta madre, delincuente y machorra, lesbiana. Pero ahorita les vamos a enseñar lo que es la verga”.

Ambas fueron llevadas a una habitación donde les proporcionaron descargas eléctricas, castigos con agua, asfixia con bolsas, tortura psicológica y agresiones sexuales que perpetraban con objetos punzocortantes.

“Bajaron su mano y no sé qué tenían en sus guantes, cortaba horrible; fue cuando me penetró pero sentí que me cortó, me desgarró por dentro, sentía mojado, feo, feo, feo. Empecé a decir: ‘mátenme’”, recordó la víctima.

La mujer contunió describiendo lo que vivió: “Me puso su parte en mi boca, yo nunca la abrí, me agarraba y me pegaba para que abriera la boca pero yo pujaba y me quitaba. Me decía: ‘Ah no lo vas a hacer’. Después entró otra persona y dijo: ‘no mames, déjala ya’. Empezaron a hablar y a decir: ‘nos equivocamos, ellas no eran, pero no las podemos dejar si ya las madreamos y nos van a denunciar’”.

En el mismo lugar, su compañera Denise, era sometida a castigos psicológicos, le fotografiaban el rostro, pedían datos de su familia y la hicieron firmar una hoja en blanco para luego incluirle una supuesta declaración.

Estas mujeres fueron detenidas en Tabasco, la entidad con mayor registro de abusos sexuales a mujeres durante su detención.

Ellas pasaron cinco años dentro de una prisión por narcotráfico, un delito que no les pudieron comprobar y sus casos fueron comprobados a través del Protocolo de Estambul, una medida de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para comprobar torturas.

Con información de Infobae.