Trump se reúne con una Theresa May a punto de dejar el cargo

El presidente estadounidense, Donald Trump, se reúne este martes, segundo día de su visita a Reino Unido, con Theresa May para discutir de comercio a solo 72 horas de que la primera ministra deje el cargo derrotada por el Brexit.

Cerca de las oficinas de la jefa de gobierno en Downing Street o en la céntrica Trafalgar Square, los manifestantes convocados por diversas organizaciones de defensa de los derechos humanos, la lucha contra el cambio climático o contrarios a la guerra deberían acudir numerosos como ya lo hicieron durante la visita de trabajo de Trump el pasado julio.

Tras el éxito que tuvo en aquellas protestas un enorme globo que representaba a un bebé Trump de color naranja y con pañales, este año los organizadores prometieron desplegar otro similar pero aún mayor.

La víspera, militantes de la oenegé Amnistía Internacional había colgado sobre un puente frente a la embajada de Estados Unidos cuatro grandes pancartas en las que llamaban a resistir a «Trump», al «racismo», al «sexismo» y al «odio».

Si la víspera, primera jornada de esta visita de Estado de tres días, estuvo casi exclusivamente dedicada a la familia real, con recibimientos protocolarios por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham y el príncipe Carlos en su residencia oficial, el martes será el día de los encuentros políticos y empresariales.

La relación especial que desde hace décadas mantienen Estados Unidos y Reino Unido «es una gran alianza», tiene previsto decir May durante un encuentro de los dos mandatarios con empresarios de ambos países, según su discurso adelantado por Downing Street.

«Pero creo que podemos hacerla aún más grande» gracias a un gran acuerdo bilateral de libre comercio, «con una cooperación económica más amplia, y continuando con nuestro trabajo conjunto para apuntalar, moldear e influenciar la economía global y sus reglas e instituciones».

– «Oportunidades» y «retos» –

Tras el referéndum de junio de 2016, en que 52% de británicos votó a favor del Brexit, Reino Unido debía haber abandonado la Unión Europea el pasado 29 de marzo. Pero ante el tozudo rechazo del parlamento británico al acuerdo de divorcio firmado por May con Bruselas en noviembre, esa fecha tuvo que ser aplazada dos veces, ahora hasta el 31 del octubre.

Cada vez más debilitada por los ataques de los euroescépticos en el seno de su Partido Conservador, que la acusan de haber hecho concesiones inaceptables a la UE, May acabó reconociendo su incapacidad para cumplir con el Brexit y hace diez días anunció que renunciaría el 7 de junio, abriendo la vía para la elección de otro líder.

Uno de los motivos defendidos por los partidarios del Brexit para salir plenamente de la Unión Europea es poder firmar acuerdos de libre comercio con terceros países.

Y tienen sus esperanzas puestas en su gran aliado del otro lado del Atlántico, el mayor socio comercial de Reino Unido en el mundo cuyos intercambios bilaterales alcanzaron el año pasado 190.000 millones de libras (unos 240.000 millones de dólares) y crecieron más de un 70% en la última década.

Ambos países tiene asimismo inversiones mutuas que suman el billón de dólares.

«Hay oportunidades que hay que aprovechar y hay retos que tenemos que abordar juntos. Hoy, veamos cómo hacemos ambas cosas», dirá May, después de que Trump, antes de partir de Estados Unidos, se declarase dispuesto a negociar rápidamente un acuerdo de libre comercio.

«Tenemos el potencial de ser un socio comercial increíble para Reino Unido», afirmó.

Pero estas declaraciones llegan rodeadas de polémica y críticas después de que su embajador en Londres, Woody Johnson, sugiriese el domingo que Reino Unido tendría que permitir la entrada en su mercado de productos agrícolas estadounidenses como el pollo con cloro y autorizar al sector privado del país participar en su servicio público de Sanidad.

May fue el primer líder extranjero recibido en la Casa Blanca tras la victoria electoral de Trump en noviembre de 2016, pero la relación entre ambos está lejos de ser perfecta: Reino Unido defiende el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo sobre el clima de París, ambos denunciados por Trump.

El mandatario estadounidense ha criticado varias veces la estrategia negociadora de May con Bruselas y presiona a Reino Unido para que excluya al gigante tecnológico chino Huawei de su red 5G por motivos de seguridad, sugiriendo que no hacerlo podría dañar la cooperación de inteligencia entre ambos países.

AFP

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