La tradición y el misticismo se mezclan en el Mercado de las Brujas

Pócimas para el amor, polvos para olvidar al ser no correspondido, amuletos para atraer la buena suerte o fetos de llamas disecados para ofrendar a la Madre Tierra son algunos de los atractivos del místico Mercado de Las Brujas en La Paz, recién declarado Patrimonio Inmaterial de la ciudad andina.

Las angostas y coloridas calles detrás de la iglesia San Francisco, en el casco viejo paceño, resguardan la sabiduría milenaria que sorprende a quienes pasean por su adoquinado.

En este peculiar mercado uno puede sanar los males del alma y del corazón con base a perfumes que aseguran que atraerán al ser deseado, o polvos mágicos que si se toman todos los días llegará el dinero o la buena fortuna.

Como los polvos de pusanga, una planta que según explicó a Efe la vendedora Flora López ayudarán a conquistar a la persona soñada, o los de lengua de perro, que atraerán a más mujeres u hombres, pero solo si se toman a diario estos mejunjes.

Otros ayudan al vigor sexual o a revertir algún maleficio, pero también hay amuletos de cerámica con distintas formas para asegurarse que todo lo positivo se quede y que las envidias y las malas vibras se vayan o por lo menos se alejen.

“Todo depende de la fe con la que vengas a esta calle”, expresó López, pues para ella ese es el secreto para que esta diversidad de amuletos haga efecto.

La comerciante relató que por ejemplo los sapos disecados sirven para llamar a la fortuna y el dinero, el búho de cerámica para que sea un buen año en el estudio, el cóndor para que se emprenda un viaje exitoso o el sol para atraer la energía.

Muchos se cuelgan en el cuello estos amuletos, otros optan por guardarlos en los bolsillos o las billeteras para tenerlos siempre encima.

Sin duda los objetos más requeridos son los que ayudan a atraer el amor, como también los fetos de llama o los “dulces” que se agregan a las ofrendas para la Pachamama o Madre Tierra, en las que se queman para agradecerle la prosperidad o se entierran para pedirle permiso para iniciar una nueva construcción.

El mercado es parada obligatoria para los turistas, que lo recorren asombrados por la cantidad y singularidad de la colección de objetos cargados de fe y misticismo.

“Me parece interesante que se valore tanto lo espiritual y la cultura ancestral”, contó a Efe Lucas Yoni, que llegó por primera vez a La Paz desde Estados Unidos y para quien es un “lugar exótico” y único para visitar.

Otros puestos venden plantas medicinales para curar males del cuerpo, que ofrecen las conocidas “chifleras”, desde manzanilla, wira wira y eucalipto para combatir resfríos a sábila para la caída del cabello.

Unas bandejas están preparadas con una variedad de plantas para tomar baños en contra de maldiciones, o pomadas como una a base de grasa de mula, contra el dolor de huesos.

Otras pócimas como las “tripas del diablo” aseguran a quien las ingiera que se alejará del alcohol para siempre.

Los yatiris, sabios indígenas, leen la suerte en la milenaria hoja de coca o en cartas, para saber qué depara el destino o cómo estará la salud.

También se encuentran un sinfín de artesanías y textiles bolivianos, que llenan de vivos colores esas calles muy concurridas.

Este peculiar mercado fue declarado hace pocos días Patrimonio Cultural Inmaterial de La Paz por el Concejo Municipal paceño, que destaca el valor histórico, cultural y social del lugar donde se manifiestan conocimientos ancestrales sobre la naturaleza y el ser humano.

Para la vendedora, con treinta años de oficio, este reconocimiento confirma que el Mercado de las Brujas es el “corazón” de la ciudad, donde el creyente, el supersticioso y el incrédulo se mezclan y se dejan sorprender.

EFE

Vista del Mercado de las Brujas de La Paz, uno de los atractivos turísticos de esta ciudad boliviana, que obtuvo este miércoles la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la urbe andina como punto de referencia para saberes originarios, ofrendas rituales andinas y medicina tradicional. EFE/Martín Alipaz
Vista del Mercado de las Brujas de La Paz, uno de los atractivos turísticos de esta ciudad boliviana, que obtuvo este miércoles la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la urbe andina como punto de referencia para saberes originarios, ofrendas rituales andinas y medicina tradicional. EFE/Martín Alipaz
Vista del Mercado de las Brujas de La Paz, uno de los atractivos turísticos de esta ciudad boliviana, que obtuvo este miércoles la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la urbe andina como punto de referencia para saberes originarios, ofrendas rituales andinas y medicina tradicional. EFE/Martín Alipaz
Vista del Mercado de las Brujas de La Paz, uno de los atractivos turísticos de esta ciudad boliviana, que obtuvo este miércoles la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la urbe andina como punto de referencia para saberes originarios, ofrendas rituales andinas y medicina tradicional. EFE/Martín Alipaz
Vista del Mercado de las Brujas de La Paz, uno de los atractivos turísticos de esta ciudad boliviana, que obtuvo este miércoles la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la urbe andina como punto de referencia para saberes originarios, ofrendas rituales andinas y medicina tradicional. EFE/Martín Alipaz
Fotografía del 30 de mayo de 2019, del Mercado de las Brujas ubicado en el casco viejo de la ciudad de La Paz (Bolivia). Pócimas para el amor, polvos para olvidar al ser no correspondido, amuletos para atraer la buena suerte o fetos de llamas disecados para ofrendar a la Madre Tierra son algunos de los atractivos del místico Mercado de Las Brujas en La Paz, recién declarado Patrimonio Inmaterial de la ciudad andina. Las angostas y coloridas calles detrás de la iglesia San Francisco, en el casco viejo paceño, resguardan la sabiduría milenaria que sorprende a quienes pasean por su adoquinado. EFE/ Martin Alipaz
Fotografía del 30 de mayo de 2019, del Mercado de las Brujas ubicado en el casco viejo de la ciudad de La Paz (Bolivia). Pócimas para el amor, polvos para olvidar al ser no correspondido, amuletos para atraer la buena suerte o fetos de llamas disecados para ofrendar a la Madre Tierra son algunos de los atractivos del místico Mercado de Las Brujas en La Paz, recién declarado Patrimonio Inmaterial de la ciudad andina. Las angostas y coloridas calles detrás de la iglesia San Francisco, en el casco viejo paceño, resguardan la sabiduría milenaria que sorprende a quienes pasean por su adoquinado. EFE/ Martin Alipaz
Fotografía del 30 de mayo de 2019, del Mercado de las Brujas ubicado en el casco viejo de la ciudad de La Paz (Bolivia). Pócimas para el amor, polvos para olvidar al ser no correspondido, amuletos para atraer la buena suerte o fetos de llamas disecados para ofrendar a la Madre Tierra son algunos de los atractivos del místico Mercado de Las Brujas en La Paz, recién declarado Patrimonio Inmaterial de la ciudad andina. Las angostas y coloridas calles detrás de la iglesia San Francisco, en el casco viejo paceño, resguardan la sabiduría milenaria que sorprende a quienes pasean por su adoquinado. EFE/ Martin Alipaz

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